La exposición de Henry Moore provoca nuevas instalaciones en los palacios del Retiro

El próximo jueves terminará el montaje de la exposición del escultor británico Henry Moore en los palacios de Cristal y Velázquez, en el Retiro madrileño, que será supervisado por el propio artista el día 18; la apertura al público será el miércoles día 20. El valor artístico y la cantidad de la muestra, con 230 esculturas, 240 dibujos y 120 grabados, ha obligado a perfeccionar las instalaciones, sobre todo los sistemas de seguridad, medidas contra incendios y aire acondicionado.

Los trabajos de montaje, iniciados el pasado 27 de abril, con técnicos del Consejo Británico, la Fundación H...

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El próximo jueves terminará el montaje de la exposición del escultor británico Henry Moore en los palacios de Cristal y Velázquez, en el Retiro madrileño, que será supervisado por el propio artista el día 18; la apertura al público será el miércoles día 20. El valor artístico y la cantidad de la muestra, con 230 esculturas, 240 dibujos y 120 grabados, ha obligado a perfeccionar las instalaciones, sobre todo los sistemas de seguridad, medidas contra incendios y aire acondicionado.

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Los trabajos de montaje, iniciados el pasado 27 de abril, con técnicos del Consejo Británico, la Fundación Henry Moore y el Ministerio de Cultura, se han intensificado durante el pasado fin de semana. En el palacio de Velázquez, la limpieza de los cristales, que incluye nuevo papel protector, para tamizar la luz, ha retrasado la construcción de paneles y vitrinas, así como las obras impuestas para el aire acondicionado en los lugares donde se expondrán los dibujos.El diseño de la muestra se basa en respetar la visión de conjunto de los palacios construidos por Ricardo Velázquez Bosco para la exposición de minería en 1884, con sus superficies acristaladas y las columnas de hierro fundido en la arquería perimetral. La luz será natural y directa, sin las lonas blancas como techo instaladas en las anteriores exposiciones de Chillida y José Luis Sánchez. Para resaltar las esculturas, en el palacio de Cristal, el suelo de mármol blanco ha sido tapado en su totalidad con una moqueta de coco, fabricada en Levante. Los paneles en gris oscuro, como fondo, juegan con los materiales y los temas del artista. Un problema pendiente en este lugar es la formación de goteras en tiempo de lluvia fuerte y la caída de hojas y pájaros.

Los sistemas de seguridad y contra incendios se han intensificado. Lo más visible, desde la instalación de las seis esculturas monumentales en los alrededores de los palacios es la vigilancia establecida por miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Municipal. Aunque se descarta el robo de estas piezas (la Figura reclinada en tres piezas, vestida pesa 6.000 kilos), los sistemas de seguridad darán aviso a tres comisarías de cualquier anormalidad.

En el traslado de las obras, en barco, de Londres a Santander, y en camiones especiales hasta Madrid, sólo se han detectado algunos desperfectos en la escultura El arco, instalada cerca del estanque, hecha en material de poliéster. El resto de las esculturas tendrán basamentos, excepto Arcos de colina, que irá a ras de suelo. La prohibición de pisar la hierba ha decidido esta imagen poco habitual de las esculturas de Henry Moore. La expectación por conocer en vivo las obras de Moore crece cada día. Hay llamadas desde el extranjero, que recuerdan el eco internacional de la muestra celebrada en 1972 en Florencia, y desde diversas ciudades españolas, que realizarán expediciones. En varios idiomas se publicará un catálogo con 640 ilustraciones y un folleto como guía de la exposición.

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