Entrevista:

Amadeo Gabino: "El arte es un testimonio de lo que nos rodea"

Exposición de sus más recientes esculturas, "collages" y dibujos

El pasado martes, en la galería Joan Prats, de Barcelona, el escultor Amadeo Gabino inauguró una importante exposición de esculturas, collages, dibujos y grabados de reciente ejecución. Cualitativa y cuantitativamente supone un paso adelante en la evolución de su obra y es asimismo indicativa de una transición hacia nuevas formas de trabajo que se revelan, sobre todo, en la obra sobre papel.

Pregunta. ¿En qué medida la formación clásica recibida en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y junto a su padre, también escultor, le han sido útiles en su carrera posterior?...

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El pasado martes, en la galería Joan Prats, de Barcelona, el escultor Amadeo Gabino inauguró una importante exposición de esculturas, collages, dibujos y grabados de reciente ejecución. Cualitativa y cuantitativamente supone un paso adelante en la evolución de su obra y es asimismo indicativa de una transición hacia nuevas formas de trabajo que se revelan, sobre todo, en la obra sobre papel.

Pregunta. ¿En qué medida la formación clásica recibida en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y junto a su padre, también escultor, le han sido útiles en su carrera posterior?Respuesta. Precisamente en ese sentido, en el de la formación clásica, aunque lastimosamente en la Escuela de Bellas Artes estuvo limitada y dominada por unos conceptos decimonónicos que eran insuficientes para tener una formación que correspondiera a la época en que vivíamos. Esto tuve que descubrirlo personalmente. Tuve que intentar recuperar todos esos huecos, esos lapsos, esas insuficiencias, lo mismo que tantos otros que se encontraban en las mismas condiciones y con los mismos deseos de aprender. Por otro lado, en cambio, la formación en el taller de mi padre estuvo siempre orientada a proporcionarme unos conocimientos y enseñanzas del oficio en todos sus aspectos.

P. ¿Por qué imágenes se siente más atraído? ¿Por las de la neotécnica o por las de la naturaleza, ya que, en cierto sentido, ambas coexisten en su trabajo?

R. Por ambas, aunque la neotécnica tiene un papel importante; como ya dije y escribí una vez, si tuviese que definir mi obra para aclararla al espectador, afirmaría que es la consecuencia lógica de la constante confrontación de las características de mi personalidad con el ambiente en que vivo. Soy un individuo atento a la problemática contemporánea y a los sucesos de cada día. Parto de la base de que una obra de arte es un testimonio seleccionado de un artista que es consciente de lo que le rodea.

P. ¿Qué personaje del mundo del arte, entre los muchos que ha podido conocer, le ha fascinado más?

R. Es muy difícil citar a un solo personaje. Son varios los que verdaderamente produjeron en mí una fuerte impresión e influyeron grandemente en el desarrollo posterior de mi obra. Y cada uno de ellos, en etapas de mi formación muy concretas y decisivas. En los años 1949-1950, Carlo Carrá y Marino Marini -a los que conocí en Milán en mi época de estudiante en Italia- influyeron de una forma decisiva y me descubrieron la realidad del arte contemporáneo, que desgraciadamente nadie me había enseñado durante mis estudios clásicos en la Escuela de Bellas Artes. Varios años después, en 1954, y de nuevo en Milán, el encuentro con Lucio Fontana fue otro impacto para mí. Y Max Ernst, igualmente en Venecia, en 1954. Este fue un encuentro muy corto, pero quizá uno de los que humanamente dejó en mí una impresión más fuerte. Después, Archipenko, Calder y Louis Kahn, en Nueva York. Pero, sobre todo, la palabra fascinación, utilizada en la pregunta, podría concedérsela a Louise Nevelson, la gran escultora ruso-norteamericana. Ella era realmente una mujer fascinante.

P. ¿Supone su obra una cierta continuidad en relación con la de Julio González?

R. Me parecería osado suponer algo semejante por mi parte. Pienso que Julio González ha tenido un gran significado en mi formación. Y no sólo en la mía, sino en la de muchos otros artistas. Esto es lógico e innegable. En realidad era necesario que fuera así. Su incidencia en el desarrollo de la escultura contemporánea es clarísima. Su forma de utilizar el espacio, de dibujar en él, son el significado indiscutible y la gran aportación que nos ha legado a cuantos hemos trabajado en el campo de la escultura contemporánea.

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