Asociaciones ciudadanas pretenden evitar el expolio del palacio de Viana, de Córdoba

Dos días llevan montando guardia frente al palacio de Viana socios de Adelpha, y algunos vecinos, ante la eventualidad del traslado, en principio frustrado, de los tesoros artísticos y arqueológicos que en el mismo se custodian. A mediodía de ayer, el alcalde de la ciudad envió un escrito al gobernador civil encareciéndole que, según los artículos 7 y 15 de la ley de 10 de diciembre de 1931, aún vigente, por la que la República protegía los imnuebles y objetos artísticos y arqueológicos, ante la presunción de enajenación o traslado de su lugar habitual pusiera los medios adecuados para evitar ...

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Dos días llevan montando guardia frente al palacio de Viana socios de Adelpha, y algunos vecinos, ante la eventualidad del traslado, en principio frustrado, de los tesoros artísticos y arqueológicos que en el mismo se custodian. A mediodía de ayer, el alcalde de la ciudad envió un escrito al gobernador civil encareciéndole que, según los artículos 7 y 15 de la ley de 10 de diciembre de 1931, aún vigente, por la que la República protegía los imnuebles y objetos artísticos y arqueológicos, ante la presunción de enajenación o traslado de su lugar habitual pusiera los medios adecuados para evitar que se consumara el expolio de esta riqueza.

La alarma del posible traslado surgió cuando se recibió, en la Delegación Municipal de Cultura, la confidencia de que gran parte del acervo artístico de la casa-palacio del marqués de Viana iba a salir de madrugada en un camión de transportes internacionales que todavía sigue aparcado ante las puertas del palacio.Entre el patrimonio artístico amenazado de salir del palacio, cuyo edificio y ajuar se valora en estos momentos en 2.000 millones de pesetas, se encuentra la más importante colección de guadamesiles -cueros policromados- del mundo, obras del siglo XV en adelante, así como otros de distinta técnica conocidos como cordobanes. Asimismo, es importante su colección arqueológica, la de cristal de Bohemia, Moravia y Murano, la cubertería y el archivo familiar.

Los antecesores de la actual marquesa acumularon mayorazgos y títulos en la casa solariega que se llamó de los Villaseca, los Figueroa, los Cabrera, los Fernández de Córdoba, y, popularmente, «la casa de don Gómez». Durante más de tres siglos se han ido acumulando numerosos tesoros artísticos que el pasado año fueron puestos en almoneda pública, junto al palacio «de catorce floridos patios andaluces», mediante anuncios insertos en la prensa francesa. Esto motivó el pasado año una ola de protestas y el inicio por el Ayuntamiento y la Administración del proceso de inventario y valoración del palacio y sus bienes para el posible servicio del derecho de tanteo por el Estado.

Entre otros tesoros de los que se enumeran, el palacio posee un Velázquez, cartones y tapices de Goya, Riberas, Sorollas, Primitivos, iconografía del duque de Rivas, un dormitorio de especial valor, con una cama baldaquinada hecha de carey y nácar. Conocida es por otra la salida en tiempo anterior próximo de una de las mejores colecciones mundiales de sellos y de una mesa producto de la orfebrería cordobesa, toda de plata tallada, que se pretendió exportar y que fue interceptada y adquirida por el Estado.

Durante el día de ayer se comentó, asimismo, la concesión de una de las cinco medallas de oro de la ciudad al difunto marqués de Viana en el año 1962, porque el Ayuntamiento, en sesión plenaria, quiso premiar la filantropía con que dichos tesoros habían sido puestos a disposición de Córdoba. Durante muchos años, estudiosos o meros curiosos pudieron acceder a la contemplación de lo que en el expediente incoado en su día calificó como «verdadero museo de la ciudad».

La Consejería de la Junta de Andalucía se puso en contacto telefónico con el Ayuntamiento de Córdoba, para informarse de la posible evasión de estos bienes culturales, mientras que el gobernador civil y la Dirección General del Ministerio de Cultura recibieron consultas sobre el procedimiento a seguir. El juez de guardia y el ministerio fiscal fueron igualmente puestos en antecedentes de los hechos, que, de momento, no han dado más fruto práctico que la requisitoria por la Policía Municipal al conductor del camión de transportes internacionales aparcado a la puerta del palacio sobre «si poseía licencia municipal de mudanzas. El conductor declaró que solamente había venido a traer los embalajes para su transporte, «que mañana realizará un trailer, dado el volumen de la mercancía».

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