La I Muestra de Teatro Itinerante de Euskadi, una experiencia inédita de cultura popular

Se realizará durante los meses de septiembre y octubre

Once grupos vascos de teatro independiente inician oficialmente este mes en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava la I Muestra Itinerante de Teatro de Euskadi, que organiza la Consejería de Cultura del Consejo General Vasco bajo el lema Teatro y vida juntos. A través de noventa representaciones por las principales localidades de las tres provincias se pretende llevar el teatro al pueblo vasco, creando una demanda y, a la vez, la protección y desarrollo de los grupos que profesional o semiprofesionalmente se dedican a esta actividad. Se trata -en palabras de Félix Marana, miembro de la Consejería de Cultu...

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Once grupos vascos de teatro independiente inician oficialmente este mes en Guipúzcoa, Vizcaya y Álava la I Muestra Itinerante de Teatro de Euskadi, que organiza la Consejería de Cultura del Consejo General Vasco bajo el lema Teatro y vida juntos. A través de noventa representaciones por las principales localidades de las tres provincias se pretende llevar el teatro al pueblo vasco, creando una demanda y, a la vez, la protección y desarrollo de los grupos que profesional o semiprofesionalmente se dedican a esta actividad. Se trata -en palabras de Félix Marana, miembro de la Consejería de Cultura- de un gesto solidario de libre expresión cultural desde hace tantos años no ensayada y una experiencia nueva en el Estado español.

La idea de una muestra itinerante del teatro por las provincias vasca -Navarra queda fuera, hoy por hoy, de la influencia del Consejo General Vasco- surgió en marzo. La Consejería de Cultura del citado organismo preautonómico, decidida a impulsar una de las actividades más descuidadas y menos protegidas de la cultura vasca, mantuvo una reunión de «tanteo» con los grupos de teatro independientes más conocidos en Euskadi. De aquella primera toma de contacto se pasó a posteriores sesiones de trabajo con los grupos que se decidieron a participar.Del medio centenar de ellos que existe en todo el País Vasco -entre profesionales, se mi profesionales o eventuales- solamente diez estuvieron dispuestos a cargar con la responsabilidad de llevar a cabo -cada uno- nueve representaciones por distintas localidades de las provincias vascas a lo largo de los meses de septiembre y octubre. El recelo hacia el Consejo General Vasco como organismo, la tendencia política del titular de la cartera (José Antonio Maturana es diputado del PSOE) y la imposibilidad física y material de algunos grupos para dedicarse por entero a la actividad teatral redujeron sensiblemente el número de participantes en la muestra.

Desde el primer momento, la Consejería de Cultura del Consejo General Vasco dejó bien sentado que su papel dentro de la muestra de teatro itinerante sería puramente de vehículo o coordinador de las actividades; debían ser los propios grupos comprometidos los que entre sí, de una forma solidaria y amigable, decidieran las localidades donde se debía actuar, el reparto de las mismas y el calendario de intervenciones de cada uno. Asimismo, de común acuerdo, había de fijar cada grupo la cantidad que cada uno -de acuerdo con sus necesidades materiales, montaje o número de integrantes- quería cobrar por cada actuación de la Consejería de Cultura. Los grupos participantes fijaron un caché por cada intervención que oscila entre las 35.000 pesetas -cantidad mínima- y las 80.000 pesetas. En la cantidad iría incluido material, desplazamientos y otros gastos.

«Los artistas -señala Félix Maraña- tenían, pues, asegurado -y eso es muy importante- un dinero por actuación, fuera cual fuera el resultado económico de la representación. Se había solventado la preocupación del intérprete y hacía falta asegurar la satisfacción de los organizadores de las veladas teatrales. Se pensó que como la muestra debía ser popular, el precio por, entrada sería de cincuenta pesetas para las personas mayores y veinticinco para chicos y niños. Aunque los beneficios del organizador no iban a ser muchos, sí se le libraba a aquél de la obligación de pagar a los artistas.»

El siguiente paso, una vez asegurado el calendario, era quizá el más difícil: había que lograr el dinero que hiciera posible poner en marcha todo el complicado mecanismo de la muestra. «La Consejería de Cultura no tiene dinero -no poseemos hacienda propia aún en Euskadi- y, por tanto, el dinero no podía salir de las arcas de la misma.»

La solución al problema vendría por vía de la colaboración de seis cajas de ahorro de las tres provincias vascas -dos por cada una- que, a fondo perdido y sin exigencia de publicidad, donaron casi cuatro millones y medio.

Participantes de Vizcaya y Álava

Aunque en principio la Consejería de Cultura deseaba contar con la participación de algunos grupos guipuzcoanos, lo cierto es que, al parecer, por recelos hacia el organismo preautonómico, por incapacidad organizativa o simplemente por falta de preparación, no ha sido posible la inclusión en el programa de una representación de aquella provincia. De los diez grupos previstos, tres son alaveses (Cooperativa Denok, Farándula y Eterno Paraíso) y el resto vizcaínos (Txiruliruli, Antxerki Skola de Basauri, Geroa de Durango, Bihar de Sestao, Cobaya, Cómicos de la Legua y Akelarre). El grupo Akelarre colabora y protege el taller de teatro de la Universidad de Bilbao, al que ha cedido cuatro de sus nueve actuaciones comprometidas.De los once grupos, nueve de ellos presentan en la muestra obra o montaje con texto propio. El grupo Denok presenta una adaptación de entremeses de Cervantes, y Cobaya, la obra De cómo el señor Mokimpott consiguió liberarse de sus padecimienios, de Peter Weiss. La mayoría de las obras son bilingües y todas ellas pueden incluirse en el campo de teatro experimental o vanguardia. Cabe destacar en los montajes la presencia de importantes elementos del folklore vasco en todas sus expresiones (bailes, máscaras, utilización de instrumentos tradicionales). Dos de las obras (las que presentan los grupos Bihar y Geroa) están pensadas para un público infantil, así como La temática de eterno paraíso, del barrio vitoriano de Abechuco, mientras, en general, el resto de los grupos, de una forma u otra, dan importancia en sus textos a la actual problemática política y social de Euskadi.

Dato curioso es la participación en la muestra de un grupo de la Antxerki Skola (Escuela de Teatro), de Durango, que tras un año de funcionamiento y como ejercicio de «final de curso» va a llevar a cabo un espectáculo libre.

Quizá los grupos más conocidos en la muestra son, Cobaya, de Bilbao; Cómicos de la Legua (que presentan las obras El jardin de la oca -problemática de marginados, Copel- y Triponzi Jauna, etcétera), y Akelarre, que llevará por los pueblos de Euskadi su ya conocido montaje de teatro música-danza-drama titulado Irrintzi. El taller de teatro de la Universidad de Bilbao, que debuta profesionalmente, presentará la obra Guerra ez (Guerra no: un relato de la guerra en Euskadi -expuesto de forma muy escueta e informativa- interrelacionado con poemas de César Vallejo y un alto porcentaje de experimentación en expresión corporal. La Consejería de Cultura desea que la I Muestra de Teatro Itinerante de Euskadi no concluya en octubre.

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