Nixon defiende sus acciones contra el regímen de Salvador Allende

Richard Nixon estaba convencido de que un régimen socialista en Chile formaría,junto con Cuba, un sandwich rojo que envolvería a toda América Latina hasta hacerla comunista. Y ayer defendió ante las cámaras de televisión las acciones de su Gobierno para eliminar la parte inferior del sandwich, que concluyeron con el golpe militar de septiembre de 1973.En su cuarta y, por el momento. última entrevista televisada con el periodista británico David Frost, el ex presidente admitió los calificativos de «dictadura» y de «brutal» para el régimen de Pinochel, pero hizo una sutil distinció...

Richard Nixon estaba convencido de que un régimen socialista en Chile formaría,junto con Cuba, un sandwich rojo que envolvería a toda América Latina hasta hacerla comunista. Y ayer defendió ante las cámaras de televisión las acciones de su Gobierno para eliminar la parte inferior del sandwich, que concluyeron con el golpe militar de septiembre de 1973.En su cuarta y, por el momento. última entrevista televisada con el periodista británico David Frost, el ex presidente admitió los calificativos de «dictadura» y de «brutal» para el régimen de Pinochel, pero hizo una sutil distinción entre dictaduras de izquierda y de derecha, además de resaltar que, en el lado positivo, la Junta Militar chilena no es comunista, no amenaza la seguridad de los países vec nos y no es enemiga de Estados Unidos.

Para Nixon, el régimen constitucional de Salvador Allende no fue derrocado porque hubiera una intervención extranjera, sino por que su sistema. no funcionaba y «Chile decidió derrocarle». La confiscación de empresas norteamericanas en Chile fue para Nixon la prueba de que Allende llevaba al país a una dictadura de izquierdas y el entonces presidente norteamericano dio orden de votar en contra de la concesión de préstamos al régimen de Allende en los organismos internacionales.

Nixon calificó de «basura» el libro Los días finales, que escribieron sobre sus últimos momentos en la Casa Blanca los periodistas Woodward y Bernstein, del Washington Post, y dijo que su esposa sufrió una embolia tres días después de leerlo.