Los españoles consumen más proteínas

Según el informe FOESSA, mientras los países subdesarrollados padecen hiponutrición calórica, hiponutrición proteica y deficiencias específicas, los países en vías de desarrollo sufren hiponutrición proteica y/o deficiencias específicas, los países desarrollados tienen una nutrición correcta e incluso problemas de hipernutrición. En el caso español, el nivel de consumo evolucionó muy, favorablemente entre los años 1961 y 1971.La dieta alimentaria no sufrió gran variación en la década de los sesenta, manteniéndose un nivel de 2.800 calorías. Nuestro país está ya de lleno en...

Según el informe FOESSA, mientras los países subdesarrollados padecen hiponutrición calórica, hiponutrición proteica y deficiencias específicas, los países en vías de desarrollo sufren hiponutrición proteica y/o deficiencias específicas, los países desarrollados tienen una nutrición correcta e incluso problemas de hipernutrición. En el caso español, el nivel de consumo evolucionó muy, favorablemente entre los años 1961 y 1971.La dieta alimentaria no sufrió gran variación en la década de los sesenta, manteniéndose un nivel de 2.800 calorías. Nuestro país está ya de lleno en la carrera por la calidad. Durante los últimos años disminuyó apreciablemente el consumo de cereales panificables. El aumento de consumo de carne fue de un 126,6 por 100, un 63,2 por 100 para los huevos y un 38,6 por 100 para la leche. Concretamente se pasó de 19,9 kilos de carne por habitante y año en 1961 a 44,7 kilos en 1970: de 6.8 kilos de huevos a 11, 1 en el mismo período de tiempo de 61,2 kilos de leche a 84,7 y de 17,8 kilos de azúcar a 26.6.

Estos datos significan que los españoles consumen más proteínas. Se pasó de 75 a 85 gramos de proteínas por habitante y día. El consumo de alimentos con contenido predominante en hidratos de carbono (sobre todo trigo) tiende a disminuir. El de frutas se incrementa. Bajó el consumo de pan, legumbres, patatas y aceite. Aumentó el consumo de carne, aceite de semillas, azúcar, frutas frescas, conservas, pescado, leche y huevos.

Pero referente al tema de la disponibilidad, todavía hay que trabajar 4,78 horas en España para adquirir un kilogramo de carne de vaca, mientras la misma cantidad se obtiene por 2,52 horas de trabajo en Alemania. Un kilo de ternera supone en nuestro país 5,89 horas de trabajo frente a las 3,7 que supone en Bélgica. También hay que trabajar más horas en España para poder adquirir pan blanco, leche, pollo fresco, huevos, mantequilla aceite (le oliva español, arroz, aceite de cacahuete... Sólo los tomate se adquieren en España con un poco menos de trabajo que en otros países desarrollados: 0,38 horas hay que trabajar en este país para adquirir un kilogramo de tomates mientras en Alemania, Italia y Holanda eso supone un trabajo de algo más de 0,40 horas.

Todo hace prever que la evolución en curso hará que aumente la ingestión de energía de los españoles y el nivel de ingestión de proteínas como consecuencia de la orientación del consumo de nuestro pueblo hacia un régimen basado en productos pecuarios y pesqueros y en las frutas y hortalizas.