"Los atentados a librerías, subproducto de la agonía del régimen"

Pregón de Ricardo de la Cierva en la Feria del Libro de Bilbao

Los atentados a librerías y la obsesión antipornográfica son dos exponentes concretos y extrañamente relacionados entre sí dentro de la patología cultural de la actual sociedad española. Estos dos fueron los temas que desarrolló ayer, don Ricardo de la Cierva en el pregón de la Feria del Libro de Bilbao.«En momentos tan graves como los que hoy atraviesa el País Vasco, -comenzó el señor de la Cierva- dentro de un contexto español en crisis múltiple, el libro no es una feria ni una fiesta, sino un acuciante conjunto de problemas políticos, económicos, administrativos y culturales. Pero lo más de...

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Los atentados a librerías y la obsesión antipornográfica son dos exponentes concretos y extrañamente relacionados entre sí dentro de la patología cultural de la actual sociedad española. Estos dos fueron los temas que desarrolló ayer, don Ricardo de la Cierva en el pregón de la Feria del Libro de Bilbao.«En momentos tan graves como los que hoy atraviesa el País Vasco, -comenzó el señor de la Cierva- dentro de un contexto español en crisis múltiple, el libro no es una feria ni una fiesta, sino un acuciante conjunto de problemas políticos, económicos, administrativos y culturales. Pero lo más desalentador es que los sectores del poder y los nuevos partidos marginan el tema cultural o lo confunden con el educativo.

Sobre los atentados a librerías, Ricardo de la Cierva examinó la actitud de la Administración, «primero inhibitoria y reticente, luego verbal, pero en ningún momento efectiva», pero consideró más seria la falta de reacción social «que desde luego ha sido también de repulsa, pero desde fuera, como si los atentados fueran sólo una desgracia para las librerías

Intentando formular un diagnóstico sobre los atentados a librerías a los que calificó de «subproducto de la agonía de un régimen, y que proliferan incluso hoy, en el contexto de esa agonía», don Ricardo de la Cierva se refirió al hecho de que la legislación sobre la libertad de expresión siempre se había aplicado al terreno de las limitaciones y no a potenciar la libertad de expresión concedida a los españoles por una Ley Fundamental.

Tras referirse a la desconexión que en estas materias concretas existe entre los Ministerios de Información y de la Gobernación, don Ricardo de la Cierva calificó al asaltante a la librería como «impotente intelectual, morboso social, ser marginado que declara así su forma de inferioridad» y previno que los atentados contra las ideas y los medios de cultura desembocaban fatalmente en agresiones violentas contra las personas.

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