Lizzet Illescas, artista de circo: “Me enganché a la vida de mujer gorila”
La actriz homenajea los viejos espectáculos de barracas de atracciones con ‘Metamorfoso’, donde se transforma en un gran simio
Cada año los jardines de la Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) se convierten en el lugar más asombroso y mágico del mundo con la celebración del Pasaje insólito, un festival que recupera con todo su encanto el espíritu de las viejas ferias ambulantes de maravillas y freak-shows. En los carromatos, casetas y pequeñas carpas que componen la deliciosa propuesta, que esta edición ha cumplido ...
Cada año los jardines de la Torre Balldovina de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) se convierten en el lugar más asombroso y mágico del mundo con la celebración del Pasaje insólito, un festival que recupera con todo su encanto el espíritu de las viejas ferias ambulantes de maravillas y freak-shows. En los carromatos, casetas y pequeñas carpas que componen la deliciosa propuesta, que esta edición ha cumplido su vigésimo aniversario, se han podido ver a lo largo de los años criaturas legendarias como sirenas, personajes misteriosos como faquires y adivinos, portentos como una cabeza parlante, autómatas, hombres bala y hasta un domador de pulgas sin pulgas. No es el menor de los prodigios de esta encantadora feria que juega poética y entrañablemente con la tradición, la imaginación y la memoria la bella Ludmilla, la mujer gorila —en el mundo Lizzet Illescas (Lima, 36 años)—, que protagoniza una metamorfosis sorprendente en una atmósfera tan pasmosa como fascinante. La entrevistamos de vuelta a su condición humana.
Pregunta. ¿Cómo llega una a ser mujer gorila?
Respuesta. Douwe Van Oven, el director de Circusdrome y hoy mi marido me invitó a incorporarme a la compañía cuando me fui de Perú a La Haya a vivir con mi hermana. Yo no tenía experiencia artística previa pero me pareció una aventura muy bonita y me enganché a esta vida. Inventamos Metamorfoso, esa historia de Ludmilla, la chica que se transforma en gorila y a la que habría descubierto una expedición en la selva del Congo.
P. Se transforma en directo ante una pequeña multitud que se agolpa en su carromato.
R. Con humo, efectos de luz y sonido, y mucha imaginación. Douwe explica mi historia y lo que va a suceder. Crea con sus palabras una gran expectación (“¡una experiencia que transformara sus vidas!”), conjurando magia y peligro. Los niños se quedan boquiabiertos, ¡y los adultos también! Cuando salgo de la jaula convertida en gorila más de uno se echa atrás.
P. ¿Cuál es el momento clave de la transformación?
R. La mirada justo antes, trato de proyectar todo el enigma y el romanticismo del personaje.
P. ¿Ludmilla añora la selva?
R. Para nada, es feliz aquí, recibe muchos aplausos y dinero (no mucho).
P. ¿Es peligrosa?
R. En realidad no, no es agresiva; traviesa si acaso. Cuando ve un niño que se asusta, se acerca y lo consuela.
P. ¿Es una maldición volverse mujer gorila, como ser hombre lobo?
R. No, ella cambia por voluntad propia. Es una mujer gorila feliz.
P. Usted es peruana, allí no hay grandes monos.
R. No, pero en la selva amazónica hay una larga tradición de brujos y chamanes que se transforman en animales salvajes, los nahuales. Tenemos también la tradición del delfín rosado, la leyenda de que en las noches de luna llena se convierte en un joven atractivo para salir del río y seducir a las chicas.
P. ¿Y qué tal es la vida de mujer gorila?
R. Linda, viajas, ves otros países, otras culturas, conoces a otros artistas, otros prodigios...
P. ¿Hay un trasfondo de empoderamiento en la historia de la mujer gorila?
R. No, es pura magia.
P. Ya trajeron su espectáculo al Pasaje insólito hace 13 años. ¿Ha ido evolucionando en su papel?
R. Tenía 20 años entonces, entretanto he tenido tres hijos, y se nota. Mi cuerpo no es el mismo, claro. Habré hecho la transformación cientos de veces, confío en haber ido mejorando. Lo intento.
P. ¿Qué opinan sus hijos de tener una mamá gorila?
R. Ah, les encanta. Muchas veces que pueden estar con nosotros, como estos días, se ponen en primera fila.
P. ¿Alguna aspiración?
R. Me gustaría encarnar algún personaje de la mitología griega. Medusa, por ejemplo, o un centauro.