Un turista garabatea su firma con rotulador en una pared con frescos en la antigua ciudad de Herculano
El autor ha sido identificado y denunciado. La milenaria urbe italiana es conocida por su sitios arqueológicos de hace casi 2.000 años
Un turista neerlandés ha garabateado su firma con rotulador indeleble en una pared con frescos de una casa de época romana en el parque arqueológico de la antigua ciudad de Herculano, en Italia, sepultada por el volcán Vesubio junto a Pompeya en el año 79. El autor tiene 27 años y estaba de vacaciones en la Campania, región suroeste del...
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Un turista neerlandés ha garabateado su firma con rotulador indeleble en una pared con frescos de una casa de época romana en el parque arqueológico de la antigua ciudad de Herculano, en Italia, sepultada por el volcán Vesubio junto a Pompeya en el año 79. El autor tiene 27 años y estaba de vacaciones en la Campania, región suroeste del país conocida por sus ruinas y sitios arqueológicos. Garabateó un muro revestido en estuco y con restos de un fresco que adornaban una de las viejas domus de la ciudad milenaria.
Las fuerzas de seguridad fueron alertadas el domingo por la noche, identificaron al infractor y presentaron una denuncia en su contra por dañar y desfigurar obras artísticas, informaron este lunes los medios locales.
El yacimiento de Herculano es uno de los puntos arqueológicos más preciados y visitados de Italia, que todavía se continúa excavando y descubriendo. Su director, Francesco Sirano, lo calificó como “un laboratorio arqueológico a cielo abierto”. En la década de los ochenta, los investigadores encontraron restos de unas 300 personas que se habían refugiado durante la erupción del Vesubio en unos almacenes cerca del mar y murieron calcinadas por una ola de gas a 500 grados. Se trata de la mayor concentración de esqueletos de la antigüedad que ha llegado hasta el presente.
La vecina ciudad de Pompeya es más conocida y visitada por esa catástrofe, pero ambos recintos son catalogados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Herculano, situada al sur de la actual Nápoles, era una ciudad costera donde residían sectores de la sociedad romana más bien adinerada. Los primeros restos de la antigua urbe se descubrieron a inicios del siglo XVIII, tras la excavación de un pozo.
No es la primera vandalización en tiempos recientes de monumentos arqueológicos e históricos en Italia. El año pasado se conocieron varios casos. En uno de los más mediáticos, un turista extranjero grabó su nombre y el de su novia en uno de los muros del Coliseo de Roma, la construcción más visitada en Italia y también Patrimonio de la Humanidad. El autor grabó el momento en un vídeo difundido por redes sociales que generó indignación. En el mismo 2023, se denunció la agresión a una de las figuras de arte parietal prehistórico mejor conservadas del conjunto leonés de Peña Piñera, datada hace unos 4.000 años, en la Edad del Bronce. Una de las pinturas que conforma el complejo rupestre de unos 900 metros de largo, declarado Bien de Interés Cultural, fue rayada con una piedra.
También de ese año es el ataque a la histórica cruz de la Plaza de Santa Marta en Sevilla, una pieza ideada por el arquitecto renacentista Hernán Ruiz II en 1564. La escultura de mármol, piedra arenisca y ladrillo fue hecha pedazos. Las multas en España por atacar un Bien de Interés Cultural pueden ir desde los 6.000 euros por causar desperfectos graves en bienes de Galicia hasta más de un millón de euros por hacer lo mismo en Aragón.