Muere José Lifante a los 80 años, el prolífico actor de ‘Cuéntame’ y ‘Aquí no hay quien viva’
El intérprete, reconocido por sus papeles de reparto, participó en más de 200 proyectos para televisión y cine. Ha trabajado con Berlanga, Pilar Miró o Jorge Grau, entre muchos otros
El actor catalán José Lifante (Barcelona, 1943) ha fallecido este martes a los 80 años en el Hospital Clínico de Madrid tras ingresar por un trombo, según ha informado la asociación de intérpretes AISGE, entidad de gestión de actores, en la red social X. Con una dilatada carrera, cosechada a lo largo de más de 60 años, como actor de reparto en cine, teatro y televisión, Lifante trabajó con directores como Luis García Berlanga, Pilar Miró, Jorge Grau o Eloy de la Iglesia y su rostro se hizo conocido gracias a series y programas de televisión como ...
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El actor catalán José Lifante (Barcelona, 1943) ha fallecido este martes a los 80 años en el Hospital Clínico de Madrid tras ingresar por un trombo, según ha informado la asociación de intérpretes AISGE, entidad de gestión de actores, en la red social X. Con una dilatada carrera, cosechada a lo largo de más de 60 años, como actor de reparto en cine, teatro y televisión, Lifante trabajó con directores como Luis García Berlanga, Pilar Miró, Jorge Grau o Eloy de la Iglesia y su rostro se hizo conocido gracias a series y programas de televisión como Cuéntame o La bola de cristal. Curtido en más de 200 producciones, se burlaba del cliché del intérprete secundario en el que se enmarcó la mayoría de su carrera: “Yo me lo paso mejor que el protagonista”, declaraba en una entrevista para el portal web de AISGE.
Después de formarse en Psicología e Historia del Arte, debutó en el cine con dos pequeños papeles en Juventud a la intemperie (1961) de Ignacio F. Iquino y Los atracadores (1962), de Francisco Rovira Beleta, pero sus primeros años los dedicó sobre todo al teatro. Subió a las tablas desde niño participando en las obras del colegio y a los 14 años se inscribió en el Instituto del Teatro. A pesar de unos inicios grandes en la pantalla grande, pasaron ocho años desde su primera película en 1961 hasta su siguiente proyecto cinematográfico: Cabezas cortadas (1970). “Me di cuenta de que era un medio donde el trabajo era muy diferente. Yo apenas sabía cómo enfrentarme a ello. Así que dediqué muchos años a prepararme bien, no solo a nivel de interpretación, sino también a conocer los entresijos técnicos: la iluminación, el sonido, los objetivos. Ese conocimiento es fundamental porque con él gradúas la intensidad de tu actuación, el movimiento, la entonación”, argumentaba Lifante en una entrevista de 2021.
Durante los 70 hizo carrera en el cine fantástico y la serie B de la época, incluyendo la película de culto No profanar el sueño de los muertos (1974) de Jorge Grau, una de las primeras películas de zombis hechas en España. Tocó todos los palos: comedias, películas históricas, wéstern, suspense e incluso cine de denuncia social. Entre sus títulos más importantes están Patrimonio nacional (1981) de Luis García Berlanga, Miedo a salir de noche (1980) de Eloy de la Iglesia o ‘El perro del hortelano’ (1996) de Pilar Miró. También participó, junto a Robin Williams o Uma Thurman, en Las aventuras del barón Munchausen (1988), dirigida por Terry Gilliam.
Sin embargo, sus apariciones más recurrentes fueron en filmes de terror y fantasía. Pero a Lifante no le gustaba hablar de géneros y, fiel a su férrea disciplina, apuntaba que trabajaba de la misma manera para cualquier proyecto: “Yo he hecho de todo lo que un actor pueda imaginar. Hasta de torero subido a un trapecio. Comedias, películas históricas, wéstern, suspense e incluso cine de denuncia social, como Gay Club (1980), de Ramón Fernández, en un momento en el que no era fácil plantear ciertos temas”.
Cuando se le preguntaba sobre su fértil carrera ― en IMDB se cuentan más de 200 créditos ― Lifante siempre respondía que se lo debía a su rigurosidad y disciplina en el set. “No había más secreto que estar preparado, ser serio y concienzudo en el trabajo y establecer una complicidad con el director. A mí nunca se me ha ocurrido cambiar ni una coma de un guion o cuestionar sobre la marcha una decisión del director. Si hay alguna duda o sugerencia, se plantea antes, pero ante la cámara o en el escenario lo das todo. Hay que hacerlo de 10. Es la única forma de asegurarse de que te volverán a llamar”.
En televisión empezó en los 80 en programas como La bola de cristal y series como Media naranja o Segunda enseñanza; en los 90 en Makinavaja, ‘Las chicas de hoy en día’ o ‘Farmacia de guardia’. Sus últimos años estuvieron dedicados a la pequeña pantalla, en proyectos recientes como Aquí no hay quien viva, Amar es para siempre, Cuéntame o Los Serrano. El cineasta José Riveiro trabaja actualmente en un documental sobre su vida profesional