Egipto prohíbe al Museo de la Antigüedad holandés seguir excavando en sus necrópolis por mostrar a Beyoncé y Rihanna como la reina Nefertiti
El centro muestra la influencia del antiguo Egipto y Nubia en los músicos de la diáspora africana, pero las autoridades egipcias lo consideran afrocentrista y acusan a la institución de falsificar la historia
Las autoridades egipcias han acusado al Museo Nacional de la Antigüedad holandés, ubicado en Leiden, de falsificar la historia al ilustrar en una muestra la influencia del antiguo Egipto en la música de la diáspora africana con artistas negros encarnando a sus gobernantes del pasado. La exposición no se sustenta en creaciones propias, sino en portadas de discos y otros artefactos culturales previamente creados por artistas como Beyoncé y ...
Las autoridades egipcias han acusado al Museo Nacional de la Antigüedad holandés, ubicado en Leiden, de falsificar la historia al ilustrar en una muestra la influencia del antiguo Egipto en la música de la diáspora africana con artistas negros encarnando a sus gobernantes del pasado. La exposición no se sustenta en creaciones propias, sino en portadas de discos y otros artefactos culturales previamente creados por artistas como Beyoncé y Rihanna que se han inspirado en la reina Nefertiti para varias de sus creaciones, un vídeo musical en el que el actor Eddie Murphy representa al faraón Ramsés, y el rapero Nas a Tutankamón. Según el Servicio de Antigüedades egipcio, es un enfoque afrocentrista y un caso de apropiación cultural. Como consecuencia, ha prohibido que el museo siga excavando en la necrópolis de Saqqara, cercana a El Cairo.
Titulada Kemet, Egipto en hip-hop, jazz, soul & funk, la exposición ya fue objeto de críticas en las redes sociales en abril —en algunos casos de índole racista— poco después de su apertura. Ahora, han recibido un mensaje de parte del Servicio de Antigüedades egipcias en el que se les prohíbe seguir excavando en Saqqara, considerada una de las mayores necrópolis reales del mundo. Los expertos holandeses operan allí junto con otros colegas internacionales y, ante esta situación, han pedido a sus socios del Museo Egipcio de Turín que se hagan cargo de su concesión.
La polémica es similar a la surgida en abril por la elección de una actriz negra, Adele James, para interpretar a la reina Cleopatra en un docudrama de Netflix. La idea de las presuntas raíces africanas de la legendaria soberana desencadenó una campaña de recogida de firmas, así como la presentación de una denuncia ante la Fiscalía y discusiones en el Parlamento egipcio. En 2018, Beyoncé fue criticada por las autoridades egipcias por vestirse de Nefertiti en el festival de Coachella, en Estados Unidos.
La prohibición de volver a Saqqara le parece lamentable a Wim Weijland, director del museo holandés, pero su equipo no tiene previsto modificar la muestra. “Hemos recibido esa carta y nadie ha venido desde Egipto a visitarnos. Nosotros hemos explicado el contenido de nuestro trabajo en una misiva, sin obtener respuesta, por ahora”, cuenta. El objetivo de la exposición, explica Weijland, es mostrar “la fascinación de los artistas por Kemet, que se refiere a la fértil tierra negra dejada por las subidas del Nilo y se usa para denominar al antiguo Egipto”. “Es un diálogo entre décadas de historia musical y la antigüedad egipcia”, asegura.
Según Weijland, han intentado reflejar la forma en que artistas negros que crecieron en Estados Unidos, Jamaica o Países Bajos interpretan Kemet en sus creaciones. “Utilizamos este término, pero también Egipto o antiguo Egipto. Kemet se traduce como negro, aunque abarca desde el rojo oscuro al negro intenso, y algunos músicos lo prefieren al nombre de Egipto. Es una fuente de inspiración en la música de la diáspora africana”. El conservador Daniel Soliman ha declarado a los medios holandeses que la reacción egipcia puede deberse a dos razones: “El nacionalismo reprimido y el racismo contra los negros en ese país, y que se hable del antiguo Egipto sin incluir a los egipcios contemporáneos, sobre todo en Occidente”.
La exposición incluye Nubia, una región situada al sur de Egipto que fue un reino independiente en la antigüedad y la cuna de las primeras civilizaciones de la antigua África. Albergó el reino de Kush, y en la documentación del museo se indica que, en la música moderna, “Nubia es casi tan legendaria como Kemet”. Uno de los ejemplos presentados es la canción de Prince titulada Muse 2 the Pharaoh (Musa 2, el Faraón). Al principio dice: “Si ella pudiera ser la musa del faraón / podría un día ser reina”. Para evitar confusiones, el museo explica en una nota colgada en su página web que una escultura del rapero Nas (nombre artístico del estadounidense Nasir bin Olu Dara Jones) no reproduce la máscara de Tutankamón. “Se trata de una pieza de arte de 2019 basada en la portada de un álbum musical del artista, de 1999″.
Weijland asegura que han buscado en todo momento el equilibrio entre la historia y la música, “que es distinta a las óperas ambientadas en Egipto, o a la imagen derivada de Hollywood”. Prueba de ello son las abundantes explicaciones incluidas sobre el estudio científico del antiguo Egipto, surgido a principios del siglo XIX. En sus temas, Nas no solo se fija en la esclavitud, sino que aborda la dominación europea en África. En su canción I can (Yo puedo), se oye: “Alejandro Magno fue a Egipto / y se asombró de las montañas con caras negras. / Quitó las narices para imponer lo que se mantiene hasta hoy, ¿te das cuenta?”. Weijland señala que esta historia concuerda con la teoría de que los europeos “dañaron en el siglo XIX las narices de las estatuas egipcias para ocultar su aspecto africano, pero no hay pruebas de que así fuera”.
En el vídeo de la canción de Michael Jackson Remember the Time (Recuerda el tiempo), el actor Eddie Murphy va vestido de faraón Ramsés, y la modelo de origen somalí Imán aparece como la reina Nefertari. El director del Museo Nacional de la Antigüedad se muestra dispuesto a dialogar con las autoridades egipcias, pero siempre que visiten antes la exposición.