Natalie Portman: “Nunca hemos visto en pantalla todas las versiones posibles de la mujer”

La actriz produce y coprotagoniza ‘May December’, de Todd Haynes, una película basada en un caso real: el escándalo surgido a raíz de la relación de una profesora de Seattle con su alumno de 12 años

Natalie Portman, en la rueda de prensa el domingo por la mañana en Cannes de 'May December'.Foto: ERIC GAILLARD (REUTERS) | Vídeo: EPV

En 1996, la relación entre una profesora de colegio en Seattle, Mary Kay Letourneau, de 34 años, casada y con cuatro hijos, y un alumno suyo de 12 años, Vili Fualaau, de ascendencia samoana, dio la vuelta al mundo. El escándalo estalló cuando Letourneau se quedó embarazada del niño, y, por tanto, se supo que mantenían relaciones sexuales. Su marido se divorció y se llevó a sus cuatro vástagos a Alaska, y ahí comenzó una concatenación de acontecimientos: los padres de Vili Fualaau la de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En 1996, la relación entre una profesora de colegio en Seattle, Mary Kay Letourneau, de 34 años, casada y con cuatro hijos, y un alumno suyo de 12 años, Vili Fualaau, de ascendencia samoana, dio la vuelta al mundo. El escándalo estalló cuando Letourneau se quedó embarazada del niño, y, por tanto, se supo que mantenían relaciones sexuales. Su marido se divorció y se llevó a sus cuatro vástagos a Alaska, y ahí comenzó una concatenación de acontecimientos: los padres de Vili Fualaau la denunciaron y hubo juicio. La condena fue leve, de tan solo tres meses, pero sería más dura si volvía a ver a su alumno. Tras dar a luz a una niña, pasó por penitenciaría, salió y una madrugada de febrero de 1998, la policía la descubrió junto al estudiante en un coche. Un mes después anunció que estaba embarazada de nuevo. Entró en la cárcel con una condena de siete años y medio, allí tuvo a su segunda hija con Fualaau, y no salió hasta 2004.

Como se mantenía la prohibición de acercarse al chaval, Letourneau batalló para que esa orden se anulase y al año siguiente se casó en secreto con él. Al final, en 2018 un documental confirmó que estaban en mitad del trámite de divorcio, pero no llegaron a separarse: a Letourneau le diagnosticaron un cáncer y Fualaau se quedó a su lado hasta su muerte, a los 58 años, en julio de 2020. Aquel drama fue carnaza de los tabloides y almíbar para los programas de telebasura, y ahora ha encontrado un curioso reflejo cinematográfico en May December, la película de Todd Haynes a concurso en Cannes, que protagonizan Julianne Moore, como aquella mujer devenida aquí en trabajadora temporal de una tienda de mascotas en Savannah, y Natalie Portman, una actriz ganadora del Oscar que pasa unos días con ella y su familia para conocerla antes de encarnarla en una película indie.

Con un traje de chaqueta y pantalón azul marino, Portman (Jerusalén, 41 años) se sienta a hablar con un grupo de periodistas. Para la actriz y directora es un trabajo muy especial: es la primera película nacida de su productora, MountainA, y fue ella quien, guion en mano, buscó al director adecuado —“Pensé inmediatamente en Todd por su habilidad para retratar la vida de los suburbios”— y fue él quien trajo a Julianne Moore para encarnar a esa mujer liada con un chico (en esta versión, de padres coreanos) 23 años más joven. “Todd fue mi primera opción, un sueño, y cuando convenció a Julianne hizo que mi sueño subiera un escalón más”, sonríe.

El personaje de Natalie Portman toma notas de cómo se maquilla el de Julianne Moore en 'May December'.

Portman (que debutó en el cine encarnando a una niña con una compleja relación con un asesino en León, el profesional, en 1994) insiste en que en May December se habla tanto de aquel caso como de la relación entre una actriz y el personaje al que va a interpretar. “Mi papel sirve de excusa para que nos planteemos si el arte puede ser amoral. ¿Cuántas películas se hacen sobre asesinos en serie, cuántas matanzas vemos en pantalla sin plantearnos un juicio de valor”, apunta.

Ahora bien, la reflexión llega a través de un personaje muy turbio, en de Portman, y con unos tonos de comedia negra, con instantes desmadrados y algo de la técnica visual y musical de los culebrones, que le da a May December una gran vuelta de tuerca. “He sido actriz casi toda mi vida, así que llevo investigando para ese papel todos esos años”, bromea. “Lo fascinante del personaje es que no le importa estar actuando todo el rato, lo lejos que es capaz de llegar por su trabajo y las diferentes capas de interpretación pone en juego, incluso cuando está sola”. En pantalla, los espejos sirven para ahondar en esos momentos, bien con la actriz, bien con ella y el personaje de Moore, en un juego a ratos cercano a Persona, de Bergman, a ratos similar a los melodramas de Almodóvar. “Nunca he jugado a esto en mi vida privada, y tras hacer este filme [rompe a reír] jamás dejaré que mi vida salga en pantalla”. En todo caso, ¿quién la encarnaría? “Seguro que alguien que no ha nacido todavía”.

Natalie Portman posa para los fotógrafos el domingo por la mañana en Cannes.Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)

Esa imagen de actor parásito, de un vampiro de emociones ajenas para insuflar vida a su labor, le parece a Portman “un tópico manido”. Y va más allá: “También se le achaca a los narradores y recuerdo las palabras de Chéjov sobre ello, sobre el uso de palabras y sentimientos de otros. Crear en el teatro o en el cine otras vidas es para mí un acto de amor y de compasión, y un disfrute, desde luego”.

Durante la pandemia, Portman dudó sobre el futuro profesional: “Llevo tantos años en esto, que he visto la industria cambiar radicalmente. Ahora bien, no perdí la esperanza en que al final del confinamiento volvería a actuar. Porque desde que somos seres humanos, necesitamos que nos cuenten historias”.

En May December, la actriz va a dar una charla a la clase de teatro de la hija pequeña de Moore, y allí confiesa que las secuencias sexuales son tan irritantes como fascinantes, que a veces efectivamente se deja llevar por la química con sus coprotagonistas. “Es un momento que ya en guion sobresalía. Bueno, todos tenemos sentimientos genuinos con el resto de los seres humanos, y se da tanto en la interpretación como en la vida real. Hay que saber gestionarlo, y no confundir nuestro trabajo con nuestras emociones. En mi caso, nunca me he sentido cómoda con las secuencias de sexo”.

Julianne Moore, Todd Haynes, Natalie Portman y Charles Melton, en la sesión de gala del sábado de 'May December'.SARAH MEYSSONNIER (REUTERS)

Otro de los retos atractivos en el guion, según Portman, estaba en mostrar “un crimen que habitualmente realizan los hombres, cometido ahora por una mujer. Ese salto psicológico es llamativo. Y ocurre porque nunca hemos visto en pantalla todas las versiones posibles de la mujer. Para mí eso sí sería lograr la equidad. Podemos ser villanas, atletas, tontas, listas... Complejas, y con cuanta más variedad, mejor”. Dentro de esa labor feminista, Portman es una de las fundadoras en Los Ángeles de un equipo de fútbol profesional femenino. “De un tiempo a esta parte, me gustan cosas más arriesgadas, como esta película. He estado décadas actuando, y ahora que me he pasado al lado de la producción, he descubierto otros retos... y otras dificultades. Esta vez todo ha fluido, y espero seguir así un tiempo”.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Sobre la firma

Más información

Archivado En