La llegada de Rodin a Tenerife levanta ampollas en la isla
El Ayuntamiento pagará 16 millones por 83 obras del escultor e invertirá otros 12,5 millones en obras. La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna afirma que la nueva institución “perjudica seriamente a la cultura” de la capital
La decisión del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife (205.000 habitantes) de pagar 16 millones de euros para traer a la ciudad una sede del Museo Rodin de París ha soliviantado a la comunidad cultural de la isla. El Consistorio se mira en el efecto causado por del Museo Guggenheim en Bilbao, defiende la iniciativa como par...
La decisión del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife (205.000 habitantes) de pagar 16 millones de euros para traer a la ciudad una sede del Museo Rodin de París ha soliviantado a la comunidad cultural de la isla. El Consistorio se mira en el efecto causado por del Museo Guggenheim en Bilbao, defiende la iniciativa como parte de un plan de rehabilitación cultural de la ciudad y del propio parque en el que estará enclavada la colección, que incluirá 83 piezas de Auguste Rodin. La oposición al proyecto tacha de “injustificable” la adquisición, que califican de “provinciana” y de “autocolonialismo cultural”.
Rodin murió en 1917. Un año antes, el más famoso de los escultores franceses legó al Estado francés sus obras, sus archivos, sus moldes y sus derechos de autor. A partir de ello se erigió en París el Museo Rodin, de propiedad pública, pero con la obligación de autofinanciarse al 100%. La mayor parte de estos ingresos proviene de la venta de entradas, y algo menos de un 25% lo aporta la venta de lo que llaman “ediciones originales”, obras generadas a partir de estos moldes primigenios, explica a través de correo electrónico Amélie Simier, directora de la institución francesa. “La venta de ediciones originales en bronce es una de las tareas especiales que encomendó [el artista] al Museo Rodin, con el fin de seguir difundiendo su obra por todo el mundo después de su muerte, como hizo en vida”, asegura Simier. Actualmente, existen un Museo Rodin en Filadelfia (EE UU) y otro en Shizuoka (Japón).
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que dirige José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria) aprobó el 19 de diciembre el plan, que contempla contraer deuda para adquirir 68 piezas creadas a partir de estos moldes elaborados por Rodin (61 de ellas se ejecutarán hasta 2024). Un proyecto que cuenta con el voto en contra de PSOE y Unidas Podemos. “No son copias, son originales”, recalca en conversación telefónica Juan José Martínez (también de CC), concejal de Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento. “El bronce no se esculpe, se funde. Lo que hace el autor es elaborar unos moldes a partir de los cuales se funden esas obras. El legado de Rodin son esos moldes”. Simier incide en esta argumentación: “Las obras de bronce en cuestión no son reproducciones, sino obras originales”, asegura. “Las ediciones originales en bronce están reguladas por ley, son ediciones limitadas, con perfecta identidad con la pretendida por el artista, editadas a partir de un original en yeso. Su calidad artística es irrefutable”. De manera que se autoriza la creación de hasta 12 piezas con cada molde para que estas sean consideradas originales. Además de estas 68 esculturas en bronce, Santa Cruz se hará con otras 15 reproducciones.
El concejal defiende el museo asegurando que no es más que la mitad de un programa de inversiones que permitirá revitalizar el Parque Viera y Clavijo, en el que se alojará, una iniciativa que supondrá la inversión de otros 11 millones en un proyecto elaborado por el arquitecto tinerfeño Fernando Menis, quien ganó el concurso en 2019. “Hay muchos elementos que lo justifican. El museo no es un fin en sí mismo, sino uno más de una política para la recuperación del patrimonio y el arte de la ciudad”, afirma Martínez. “¿Son muchos 16 millones de euros en inversión de obras de arte?”, se pregunta. Para responderse, argumenta que “se trata de una inversión”, dado que “esas obras no van a perder valor jamás y si todo sale mal se pueden vender en el mercado”. Para concluir, el edil añade que en los últimos cuatro años, el Ayuntamiento ha invertido 92 millones en materia de vivienda y 80 en gasto social.
Santa Cruz guarda una estrecha relación con la escultura. La ciudad albergó entre diciembre de 1973 y enero de 1974 la primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle, que atrajo a nombres como Joan Miró, Martín Chirino o Henry Moore. En la Rambla principal, de hecho, se puede disfrutar aún del Guerrero de Goslar, del propio Moore. El Viera y Clavijo, por su parte, fue erigido en 1903. En su interior se encuentra el Colegio de la Asunción, único edificio religioso neogótico de la ciudad y que cerró sus puertas en 1978. En la actualidad se encuentra en avanzado estado de deterioro. Será en este inmueble donde se alojará el museo. ”El futuro Museo Rodin Tenerife será, sobre todo, un gran espacio público verde, abierto, de 15.000 metros cuadrados en el corazón de Santa Cruz de Tenerife, con vistas al mar y al barranco, y con un papel destacado en el restablecimiento de la conexión entre la zona baja y la alta de la ciudad”, sostiene el proyecto elaborado por Menis, que presentó un presupuesto de otros 12,5 millones para su ejecución.
Críticas
Estos argumentos de poco parecen haber servido de cara a la comunidad cultural de la isla. La Junta de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna ha manifestado su rechazo al proyecto, ya que entiende que “carece por completo de interés artístico” y, “perjudica seriamente a la cultura” de la capital y “no beneficia” a la sociedad tinerfeña, “únicamente al Museo Rodin de Paris,”. El filósofo y promotor Bartomeu Marí, exdirector del Macba barcelonés y del Museo de Seúl, se muestra crítico con el proyecto. “Yo soy partidario de la creación de nuevas instituciones culturales”, asegura por correo electrónico. “Pero es discutible la necesidad de este museo, cuanto menos por no tener Rodin nada que ver con las Islas Canarias ni con la ciudad. Yo no discuto el valor de la obra de Auguste Rodin, pero sí su significado hoy”. Marí duda de las réplicas a las que accederá la ciudad. “La noción de copia original es un invento fabuloso. Parece una operación muy representativa de un cierto tipo de autocolonialismo cultural: voy a importar un artista famoso y aparentemente reconocible en lugar de construir una cultura propia y contemporánea”. Para argumentar su posición, critica ejemplos como el de Abu Dabi y el Louvre, en Málaga, y en Bruselas con el Centro Pompidou.
“Los museos no caen del cielo”, agrega el director de los centros de arte del Gobierno de Canarias en Tenerife, Carlos Díaz-Bertrana. “Llegan por un tipo de causa, y en este caso no existe ninguna relación”. El gestor discute que el Guggenheim de Bilbao pueda servir de referencia, dado que el nuevo espacio tinerfeño será monotemático y porque la figura del francés no es, en su opinión, tan conocida: ”No es lo mismo un picasso, un dalí o un van gogh que un buen escultor como Rodin, que no está en el imaginario de la población”, asevera. “Habría sido mejor gastar el dinero en comprar obras originales y cuidar las que ya hay”.
Díaz critica también los cálculos de viabilidad del Ayuntamiento: “Los que llevamos centros de aquí sabemos que [esos planes] son falsos, totalmente falsos”. El Consistorio prevé que el museo reciba el primer año entre 496.422 y 783.673 personas, y que en su quinto año llegue a superar el millón de visitantes. “Son cifras conservadoras”, sostiene Martínez, que tiene en cuenta para calcularlos los 6,1 millones de turistas que recibió la isla en 2019. En 2019, el Guggenheim Bilbao recibió 1,17 millones de visitantes; el Museo Sorolla de Madrid, a 233.806 visitantes. Los ingresos se situarán, según esas previsiones, entre los ocho y los 14,2 millones en el quinto año, frente a unos gastos de entre 4,7 y 5,2 millones. El impacto económico más conservador lo fija el equipo de Gobierno en poco más de 56 millones.
El equipo de Gobierno defiende que el museo servirá de tractor para los artistas locales. “Rodin representa apenas un 50% del Parque Cultural Viera y Clavijo”, explica el concejal, quien asegura que el resto del espacio se dedicará a creadores canarios. ”Santa Cruz de Tenerife merece algo más que el gesto provinciano e ignorante de intentar comprar su imagen cultural con una franquicia”, replica a este argumento una carta abierta firmada por unos 3.000 profesionales de la cultura. “El Ayuntamiento demuestra con este gesto su falta de respeto por la cultura local en particular y la producción artística contemporánea en general”. Martínez contesta de nuevo, no sin sorna. “El arte siempre genera polémica”.