‘Seis días corrientes’: una comedia tierna e inclasificable sobre una cuadrilla de fontaneros

La tercera película de la cineasta catalana está interpretada por actores naturales capaces de enfrentarse a una ficción sobre sus vidas con una soltura sorprendente

Valero Escolar, Mohamed Mellali y Pep Sarrà, en 'Seis días corrientes'. En el vídeo, tráiler de la película.

De todas las ausencias de los Goya de este año resulta especialmente desconcertante la de Seis días corrientes, una película que bajo su apariencia jocosa y ligera llega mucho más al fondo de la sociedad que retrata que la gran mayoría de los estrenos españoles de este año. La tercera película de la catalana Neus Ballús es una comedia interpretada por actores naturales capaces de enfrentarse a una ficción sobre sus vidas con una soltura sorprendente. Una película tan pensada co...

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De todas las ausencias de los Goya de este año resulta especialmente desconcertante la de Seis días corrientes, una película que bajo su apariencia jocosa y ligera llega mucho más al fondo de la sociedad que retrata que la gran mayoría de los estrenos españoles de este año. La tercera película de la catalana Neus Ballús es una comedia interpretada por actores naturales capaces de enfrentarse a una ficción sobre sus vidas con una soltura sorprendente. Una película tan pensada como improvisada, construida con tanto amor por lo que cuenta que cuesta no rendirse ante su enorme gracia y encanto.

El racismo, la inmigración, la soledad, el miedo al otro, el fin de los viejos oficios y hasta los complejos físicos sobrevuelan sobre un trabajo cuya singularidad y audacia van de la mano de una cada vez más infrecuente frescura y humildad en la mirada. Ballús, que con este filme da un importante salto en su carrera, habla de cosas importantes sin darse ninguna importancia.

Los seis días del título hacen referencia a la semana en la que un inmigrante marroquí será puesto a prueba en una empresa de fontanería y electricidad de la periferia de Barcelona. Una misión nada sencilla por los prejuicios de un entorno que mira con recelo al recién llegado. Sus dos compañeros de ruta serán Valero, un cuñao racista que siempre tiene una frase para todo, y Pep, un inminente jubilado que mima su oficio con una sabiduría que parece perdida. Moha, el primoroso marroquí, conocerá las pequeñas miserias y grandezas de un trabajo que le permitirá atravesar la fachada de una ciudad que aquí revive como nunca.

La estrategia de Ballús tiene mucho de experimentación, y su método se basa en la observación y la paciencia. Durante dos años buscó a sus personajes en la escuela de instaladores de Barcelona y allí, entre centenares de aspirantes, fue encontrando las caras y las historias que ha plasmado en un guion que fluye como la seda. La película mezcla el catalán con el marroquí y el castellano para mostrar una realidad alejada de cualquier alegato burdo o maniqueo. Plagada de matices, Seis días corrientes tiene momentos tan brillantes como la visita a la casa de la fotógrafa pseudo erótica, la casa domótica, el hilarante encuentro con el psiquiatra argentino o la conversación del jubilado en una vieja ferretería, su paraíso de herramientas en desuso.

Pero lo que de verdad distingue a esta película es cómo defiende a sus tres personajes principales. Valero Escolar, Mohamed Mellali y Pep Sarrà se interpretan a sí mismos de la mano de una directora que sabe arrastrar al espectador de principio a fin poniendo corazón y cerebro al servicio de un trabajo bien hecho.

Seis días corrientes

Dirección: Neus Ballus.

Intérpretes: Valero Escolar, Mohamed Mellali, Pep Sarrà, Pau Ferran.

Género: comedia, España, 2021.

Duración: 85 minutos. 

ESTRENO: 3 de diciembre.

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