José Sacristán, Goya de Honor 2022

El actor recibe el galardón por “representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima”, según la Academia de Cine

El actor José Sacristán tras recibir el Premio Nacional de Cinematografía 2021, el pasado septiembre.EFE
Madrid -

José Sacristán recibirá el Goya de Honor 2022 por “representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima”, ha anunciado la Academia de Cine la mañana de este lunes, que ha destacado además que es “el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas”. El actor madrileño de 84 años ha declarado al conocer la noticia: “Mi carrera ha sido el gozo del crío que ha visto cumplido su p...

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José Sacristán recibirá el Goya de Honor 2022 por “representarnos de forma única en tantos títulos inolvidables que forman parte de nuestra memoria íntima”, ha anunciado la Academia de Cine la mañana de este lunes, que ha destacado además que es “el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas”. El actor madrileño de 84 años ha declarado al conocer la noticia: “Mi carrera ha sido el gozo del crío que ha visto cumplido su propósito, el de hacer creer a la gente que era el estudiante, el pregonero, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico”. Sacristán, sin planes de jubilarse ni del cine ni del teatro, solo había recibido hasta ahora un premio Goya en 2012 por su papel en El muerto y ser feliz, película de Javier Rebollo, por el que también recibió su segunda Concha de Plata en San Sebastián.

El actor, que fue uno de los fundadores de la Academia hace 36 años, ha explicado que lo primero que se le ha pasado por la cabeza ha sido “la reunión que en 1985 nos propuso el señor Matas [el productor Alfredo Matas] y lo que salió de allí, y todo lo que hubo que trabajar después. Recordé los comienzos, mis tiempos de vicepresidente, la lucha. Me siento muy orgulloso del punto en el que está ahora la Academia”. Sacristán ha asegurado que tiene “más o menos” previsto el discurso que pronunciará cuando reciba el galardón el próximo 12 de febrero en Valencia: “Echaré una ojeada al sitio y a la gente de dónde vengo”. “Lo fundamental es la aprobación o no de mi trabajo por la gente que lo compra”, ha proseguido para después afirmar que “sería un miserable si me quejase porque nunca me ha faltado trabajo. En ocasiones, lo que ganaba no era suficiente para cubrir mis obligaciones, pero ese era mi problema. Me lo he currado, aunque hay un factor suerte que me ha acompañado. Reconozco y agradezco el privilegio, no se me escapa”.

Sacristán recibió este año el Premio Nacional de Cinematografía, tras una larga carrera que lo ha convertido en una figura de referencia y, a la vez, muy popular tanto en la gran pantalla como en los escenarios. No puede repasarse la historia del cine y el teatro españoles sin mencionar continuamente su nombre. “Yo le quitaba unas cuantas plumas a las gallinas, me las ponía en la cabeza, y me plantaba desafiante ante mi abuela. ‘Virgen santa, un indio’, decía ella. ‘Se lo ha creído’, pensaba yo. Cuando recibí la noticia de este premio, pensé lo mismo: ‘Se lo han creído’. Se han creído que era el estudiante, el pregonero, el de los globos, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico, el asesino. Vaya suerte, más de 60 años sin dejar de jugar”. Con este tono a caballo entre la ensoñación y el agradecimiento José Sacristán recibió el galardón y resumió su oficio.

El actor empezó en los escenarios en 1960, pero al poco tiempo se inició también en el cine, donde debutó con La familia y uno más en 1965. Participó en muchas de aquellas comedias atrevidas de los setenta y se convirtió en uno de los más taquilleros de la época junto con Alfredo Landa y José Luis López Vázquez, pero enseguida empezó a protagonizar también notables papeles dramáticos en trabajos como Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea, La colmena, de Mario Camus, o El pájaro de la felicidad, de Pilar Miró. Acaba de estrenar en cine Cuidado con lo que deseas, de Fernando Colomo, y prosigue con la gira Señora de rojo sobre fondo gris.

Tampoco le han faltado a Sacristán los reconocimientos. En 1978 ganó la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por Un hombre llamado Flor de Otoño. Atesora también el Premio de Honor de la Unión de Actores, el Feroz de Honor, cinco Fotogramas de Plata, el Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, el Premio Ceres del Festival de Mérida, el TP de Oro, un Ondas y un Cóndor de Plata argentino.

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