‘Way Down’, un ‘thriller’ español que parece no querer ser español

El filme huele a la legua a intento de aprovechamiento del éxito internacional de ‘La casa de papel’, y todo es olvidable salvo la puesta en escena de Jaume Balagueró

Freddie Highmore, Astrid Bergès-Frisbey y Sam Riley (derecha), en 'Way Down'. En el vídeo, tráiler de la película.

Un par de interrogantes importantes, uno externo y otro interno, se ciernen sobre la evidente profesionalidad del conjunto de la nueva película de Jaume Balagueró. Primero, por qué siendo una producción plenamente española, según datos del Ministerio de Cultura, ambientada casi en su totalidad en Madrid, sobre un espectacular robo al Banco de España y en medio de los días del año 2010 en los que nuestro país vivió el triunfo de su selección de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, p...

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Un par de interrogantes importantes, uno externo y otro interno, se ciernen sobre la evidente profesionalidad del conjunto de la nueva película de Jaume Balagueró. Primero, por qué siendo una producción plenamente española, según datos del Ministerio de Cultura, ambientada casi en su totalidad en Madrid, sobre un espectacular robo al Banco de España y en medio de los días del año 2010 en los que nuestro país vivió el triunfo de su selección de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, parece querer enmascararse todo ello con un título tan insulso y poco atractivo como Way Down, más aún cuando para su estreno en el extranjero se están utilizando otros como Asalto a la Casa de Moneda (Argentina, Chile…), Asalto al Banco de España (Brasil, Italia...) o The Vault (La cámara acorazada), este último en países anglosajones como Estados Unidos, Reino Unido y Australia.

Segundo, y esto es algo que este crítico se estuvo preguntando durante todo el relato: por qué iba un espectador español a ponerse emocionalmente del lado de la banda internacional de atracadores que protagoniza la película —cuando es evidente que los trazos de los personajes y de la acción pretenden que sea exactamente así—, si lo que ocurre en la historia es que los delincuentes se intentan apoderar en primer lugar del legado histórico del país, a la manera del conflicto con la empresa Odyssey, y más tarde atracar la supuestamente inexpugnable cámara acorazada del precioso edificio, famosa en el mundo entero, según se insiste en varios diálogos, por constituir uno de los sistemas de seguridad más imaginativos del mundo. Y, ojo, no se trata de hacer patriotismo en una crítica, sino de analizar el punto de vista y su tono, cómo pueden responder los espectadores ante el envite, y volver a preguntarse por el extraño título y por un aún más insólito póster, en el que cualquier referencia a España resulta invisible.

Way Down huele a la legua a intento de aprovechamiento del éxito internacional de La casa de papel, algo legítimo si se termina componiendo una obra sólida y relativamente original. Pero, salvo la consistencia en materia de producción y la competente puesta en escena del director de [REC] y Mientras duermes, lo demás es olvidable al instante. La utilización de las imágenes de los partidos de fútbol, propiedad no por casualidad de la empresa que financia la película. Un guion por el que da la impresión que han pasado demasiadas manos, en el que no pocas veces hay que tragarse los trucos de magia procedimentales, algo quizá consustancial al subgénero, pero que ocurre con sobrada asiduidad. Así, la evidente suspensión de la incredulidad que debe aportar la platea sería suficiente si el conjunto no tuviera tan poca identidad, como aquellos europuddings de los años ochenta y noventa, que se hacían para triunfar fuera y aquí y luego no lo hacían ni fuera ni aquí.

Modestamente entretenida si no se piensa demasiado en todo lo anterior, y arrinconada apenas cinco minutos después de terminarse, Way Down acaba siendo tan gruesa como el puñetazo final del jefe de seguridad del banco al director de la institución: no por sus discutidas proyecciones macroeconómicas sino por fumar demasiado.

WAY DOWN

Dirección: Jaume Balagueró.

Intérpretes: Freddie Highmore, Astrid Bergès-Frisbey, Liam Cunningham, Sam Riley.

Género: thriller. España, 2021.

Duración: 118 minutos.

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