Los ‘mirós’ de Madrid se quedan en Barcelona

La familia del pintor deposita 54 obras en la fundación del artista que hasta agosto se han podido ver en el centro cultural de Mapfre de la capital española

'Personajes en un paisaje cercano al pueblo', una de las pinturas 'pompier' de Joan Miró de 1965. / FUNDACIÓN JOAN MIRÓ

La familia del pintor Joan Miró ha llegado a un acuerdo con la Fundación Joan Miró de Barcelona por el que 54 obras del artista —44 pinturas, nueve dibujos y una cerámica— podrán verse a partir de marzo de 2022 en este centro de Barcelona durante un plazo de cinco años prorrogables. A estas obras se suman otras cinco piezas que Alexander Calder regaló a Miró, entre ellas un magn...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La familia del pintor Joan Miró ha llegado a un acuerdo con la Fundación Joan Miró de Barcelona por el que 54 obras del artista —44 pinturas, nueve dibujos y una cerámica— podrán verse a partir de marzo de 2022 en este centro de Barcelona durante un plazo de cinco años prorrogables. A estas obras se suman otras cinco piezas que Alexander Calder regaló a Miró, entre ellas un magnífico retrato que le hizo con alambre de acero, que también pasarán a los fondos del centro barcelonés, por lo que el depósito asciende a 59 piezas. Desde finales de 2016 hasta este mes de agosto estas obras se han podido ver en el Espacio Miró que la Fundación Mapfre tenía en su sede de la calle Recoletos. Después de cinco años las obras de Miró, que cubren una amplia cronología, desde Bosc de Bellver, de 1910, un pastel sobre papel realizado por Miró cuando tenía 17 años, hasta 1975, viajarán de Madrid a Barcelona por una larga temporada.

Más información

“El acuerdo que se firmó en 2016 solo era por cinco años y lo hemos respetado. Nuestra esencia son las exposiciones temporales y este espacio se destinará ahora a eso”, explica Nadia Arroyo, directora de la Fundación Mapfre. “Es un conjunto excelente y que acaben depositadas en Barcelona es una gran noticia. Cuando nos enteramos sentimos una gran alegría”, prosigue Arroyo, que remarca que como broche y “homenaje” a la presencia de Miró en sus salas se organizó la exposición Miró Poema que cerró el pasado 29 de agosto, el mismo día que el Espacio Miró.

El nuevo acuerdo con herederos del pintor lo ha dado a conocer este jueves la presidenta del patronato de la Fundación Joan Miró, Sara Puig, resaltando “la generosidad de la familia” y la “confianza con el centro de Barcelona”. La donación, por la que no ha habido ninguna compensación económica, “reforzará el discurso de la colección de la fundación”, ha dicho Puig.

Tras el cierre del Espacio Miró, muchas de las obras han viajado ya a Barcelona. Otras lo han hecho a Italia para participar en la exposición Miró. El color de los sueños, que podrá verse del 11 de septiembre al 12 de diciembre en la Fundación Magnani-Rocca de Mamiano di Traversetolo (Parma). Cuando concluya se reencontrarán todas las obras en Barcelona, donde se podrán ver en marzo, ha anunciado Puig, “en una gran exposición de presentación”.

El día de la inauguración en 2016 del Espacio Miró de la Fundación Mapfre en Madrid, con tres de las obras que podían ver allí.David González / EFE

Además del destacado dibujo primerizo de Miró, en el conjunto también destacan varias obras de estilo pompier (en las que Miró intervino una obra anterior) como Personaje en un paisaje cercano al pueblo, de 1965, o Vaso, una cerámica pintada por Miró en 1946, que es la única pieza de estas características que tendrá la Fundación Miró de Barcelona. Cuando se presentaron en 2016 en Madrid, Pablo Jiménez Burillo, presidente entonces de la fundación Mapfre, estimó el valor de mercado de las 65 piezas (ocho más que las depositadas en Barcelona) en 150 millones de euros.

Sucesión Miró, 202

“Las nuevas obras permiten reconstruir el legado de Miró a su familia, puesto que él regalaba una obra de cada serie a su esposa, mientras que las cinco de Calder llenarán un hueco”, resaltó Puig. Hasta ahora el centro barcelonés contaba con 217 pinturas, 178 esculturas, nueve textiles (entre ellos el tapiz de una tonelada de peso que creó en 1979 para su nueva fundación), cuatro cerámicas, dos objetos, además de unos 8.000 dibujos y la biblioteca completa del artista.

Puig ha resaltado que la generosidad de la familia sigue en la línea de Miró como “gran mecenas de Barcelona” cuando donó a la ciudad su colección de arte para crear la fundación que abrió sus puertas en 1975. Una generosidad que continuó con nuevas donaciones y depósitos de su esposa Pilar Juncosa y de diferentes miembros de la familia Miró.

'Trois Boules', obra de Joan Miró realizada en 1972.Sucesión Miró, 2021

Puig explicó que en la reunión del miércoles del patronato, en la que se informó de la donación de las obras (formado por 20 personas donde está representado el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Ministerio de Cultura), se aprobó la incorporación del artista Ignasi Aballí, de gran proyección internacional y que en la Bienal de Arte de Venecia de 2022 será el protagonista del pabellón de España.

Retrato de Miró realizado por Alexander Calder alrededor de 1930 en aluminio.

En busca de financiación estable

También se habló del asunto económico, que tanto ha preocupado a los responsables de esta fundación, después de que la ausencia de visitantes, sobre todo extranjeros que representaban hasta 2020 más del 70% del total, haya hecho que las administraciones tuvieran que inyectar recursos extraordinarios para garantizar la conservación del edificio y de la colección (valorados en 3,2 millones de euros al año). Desde la pandemia la fundación no ha podido abrir todos los días, solo lo hace de jueves a domingo, y mantiene parte de sus 57 trabajadores afectados por un ERTE.

“Se está conversando para solucionarlo”, ha explicado Puig, sin querer profundizar, ya que no se ha llegado todavía a un acuerdo entre las tres administraciones para ver cómo se formalizan las nuevas aportaciones de forma estable y anual necesarias para el correcto funcionamiento del centro, con visitantes o no. El año pasado el Ayuntamiento aportó 1,7 millones de euros y la Generalitat 1,6 millones. Y el Ministerio después de reducir sus aportaciones a 90.000 euros en los próximos presupuestos destina una partida de 500.000 euros. La clave, según explican desde el Ayuntamiento de Barcelona, es que desde el Gobierno se acaben de materializar los acuerdos de bicapitalidad con los que se comprometió Pedro Sanchez con Ada Colau en febrero de 2020, que representarán un aporte de 20 millones de euros cada año para financiar equipamientos culturales que trascienden por su importancia el ámbito barcelonés, como el Liceo, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Macba o la Fundación Joan Miró.

Con todo, desde la Fundación describen la situación que se ha vivido este verano de “punto de inflexión”, ya que los visitantes vuelven poco a poco: este agosto han sido 11.785 personas las que han visitado sus colecciones y el museo diseñado por Josep Lluís Sert, frente a los 2.496 de agosto del año pasado; una cifra lejana a los 33.275 que lo hicieron en el mismo mes de 2019.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Más información

Archivado En