La batalla por el español llega a El Paso de manos del Instituto Cervantes

La institución inaugura una extensión en la Universidad de Southwest en la ciudad fronteriza, su primera en el Estado de Texas

Una familia mexicana participa en la campaña "Abrazos, no muros" en la frontera entre Ciudad Juárez, México y El Paso, Estados Unidos, en junio de 2021.JOSE LUIS GONZALEZ (Reuters)

Desde El Paso, una de las más vibrantes ciudades en la línea entre México y Estados Unidos, puede verse al sur una enorme X que se levanta en la tierra de la vecina Ciudad Juárez. El 83% de la población de esta localidad de Texas habla español. La obra del escultor Sebastián, de más de 60 metros de altura, recuerda la herencia y el enorme peso que tiene la cultura hispana en la región, solo un punto en más de 3.000 kilómetros de frontera común. Es en esta ciudad donde el Instituto Cervantes, creado para promover la enseñanza y el u...

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Desde El Paso, una de las más vibrantes ciudades en la línea entre México y Estados Unidos, puede verse al sur una enorme X que se levanta en la tierra de la vecina Ciudad Juárez. El 83% de la población de esta localidad de Texas habla español. La obra del escultor Sebastián, de más de 60 metros de altura, recuerda la herencia y el enorme peso que tiene la cultura hispana en la región, solo un punto en más de 3.000 kilómetros de frontera común. Es en esta ciudad donde el Instituto Cervantes, creado para promover la enseñanza y el uso del español, ha decidido abrir su primera extensión en el vasto Estado de la estrella solitaria.

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El Cervantes aterriza en Texas. Y lo hace en una ciudad que celebra la unión de dos culturas en un país que tiene 40 millones de hispanohablantes. Luis García Montero, el director del instituto, ha inaugurado hoy la extensión, que depende directamente del centro que el Cervantes opera en Albuquerque, Nuevo México, y que estará albergada de forma gratuita en la Universidad Southwest. “Enseñar un idioma es más que un vocabulario. Es enseñar también un conjunto de valores y el valor de una identidad”, cuenta el poeta en una entrevista por teléfono. “A nosotros nos interesa la identidad inclusiva, abierta y de respeto a la multiculturalidad”, ha añadido.

La extensión de El Paso ofrecerá clases para aprender el español, pero también para mejorarlo. Al ser un sitio con muchas personas que ya dominan la lengua ofrecerá también herramientas para expandir su dominio. Ofrecerá talleres de escritura y actividades como las que organiza el centro de Nuevo México. Entre estas destaca un programa llamado Pride and Heritage, orgullo y herencia. “Profundiza la cultura mixta y analiza la literatura chicana como forma de reflexionar sobre el uso del lenguaje y una forma de enfrentarse a la cultura”, explica Silvia Grijalba, la directora de Albuquerque que también supervisará la extensión en la localidad fronteriza.

Vista de la frontera entre Río Grande y Estados Unidos y México en el Puente de las Américas en El Paso, Texas, en abril de 2021.Bill Clark (Getty Images)

García Montero se ha convertido en el primer director que visita Albuquerque desde la creación del centro en 1999. El martes se reunió con la gobernadora demócrata de Nuevo México, la hispana Michelle Lujan, que ha decretado que el 22 de junio la ciudad será el día del Cervantes y del idioma español en la ciudad. Las autoridades de El Paso han hecho lo mismo para el 23 de junio, que se convertirá en una festividad más para honrar la hispanidad.

La llegada del Cervantes a Texas se da en un momento de un intenso debate cultural en Estados Unidos. Una discusión que ha dejado huella en una región conservadora que en las elecciones del año pasado avaló el trabajo de Donald Trump. El expresidente atacó durante los cuatro años de su Administración la diversidad y utilizó un lenguaje hostil contra los latinos, especialmente a los mexicanos. El discurso oficial permeó en la población. Ataques contra hablantes del castellano fueron filmados en varias partes. También se registraron matanzas racistas, una de ellas precisamente en El Paso. La salida de Trump de la Casa Blanca da una nueva oportunidad de construir una nueva relación con los hispano estadounidenses, que han convertido al país norteamericano en el segundo con más hablantes nativos después de México.

“Hay que luchar por darle prestigio al español como lengua cultural y científica y evitar la caricatura que se ha querido hacer de ella como una lengua de pobres… Los hispanos de segunda generación empiezan a estar en las clases medias y con un poder adquisitivo importante”, apunta García Montero, quien cree que potenciar lo bilingüe como una riqueza “hará que el español no desaparezca en una segunda o tercera generación” y “evitará que un niño se sienta avergonzado por hablar español en su colegio”.

El Cervantes, creado por España en 1991, tiene centros en Nueva York, Chicago y Nuevo México. También tiene un observatorio para estudiar la situación del idioma en la universidad de Harvard. Para finales de año el instituto espera por fin abrir el centro en Los Ángeles, anunciado en 2019, que llegaría a la ciudad con más hablantes de español en Estados Unidos. La directora de Nuevo México, la periodista y escritora Silvia Grijalba, ha solicitado también abrir una extensión en Santa Fe, que se convierten en centro una vez que los presupuestos lo permiten.


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