‘Creation Stories’: fallida biografía de Alan McGee, el descubridor de Oasis

El toque de comedia gamberra nostálgica y las curiosidades que contiene la película pueden hacer que los más devotos fans de Alan McGee encuentren al menos una pizca de entretenimiento

Ewen Bremner, en 'Creation Stories'.

El avispado oído de Alan McGee, el tipo que descubrió a The Jesus and Mary Chain, My Bloody Valentine, Primal Scream y Oasis, creador de uno de los sellos fundamentales de la industria musical británica del fin de siglo XX, merecía una biografía cinematográfica menos insustancial que Creation Stories y, sobre todo, con mayor energía sonora. Aun así, el toque de comedia gamberra nostálgica y las curiosidades que contiene pueden hacer que los más devotos fans de sus discos encuentren al m...

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El avispado oído de Alan McGee, el tipo que descubrió a The Jesus and Mary Chain, My Bloody Valentine, Primal Scream y Oasis, creador de uno de los sellos fundamentales de la industria musical británica del fin de siglo XX, merecía una biografía cinematográfica menos insustancial que Creation Stories y, sobre todo, con mayor energía sonora. Aun así, el toque de comedia gamberra nostálgica y las curiosidades que contiene pueden hacer que los más devotos fans de sus discos encuentren al menos una pizca de entretenimiento.

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Nick Moran, desde la dirección y el guion, e Irvine Welsh, como coescritor, parecen haber tenido dos modelos claros a la hora de abordar este biopic. Primero, el toque visual distorsionador de Trainspotting, la película de Danny Boyle basada en la novela del propio Welsh —pero que no adaptó él, sino John Hodge—, con sus grandes angulares de cámara, su tono de comedia negra y sus matices casi paródicos alrededor del fabuloso desastre que era McGee como persona y como empresario independiente. Y, en segundo lugar, los aditamentos documentales dentro de una ficción musical contenidos en 24 hour party people, el título de Michael Winterbottom sobre otro de los grandes promotores musicales británicos de la época, aunque inmediatamente anterior: Tony Wilson, adalid de The Factory Records y de la sala de conciertos The Hacienda. Sin embargo, Creation Stories se queda bastantes escalones por debajo de sus dos formidables patrones.

Los buenos acompañamientos documentales, imágenes en súper 8, fotografías, artículos de prensa y actuaciones y entrevistas televisivas, se devalúan al mezclarlos con minisecuencias creadas ad hoc para la película; por ejemplo, con los hermanos Gallagher, de Oasis, como personajes, un sinsentido si no hay un desarrollo posterior: para sacarlos unos segundos y decir dos frases, mejor hubiera sido dejarlos en imagen documental y no con intérpretes. Una sistemática en la que vuelven a errar con otra presencia puntual degradada por lo que no llega a ser ni actuación: la de Tony Blair, y los matices políticos del trabajo de McGee.

Con un hilo conductor arquetípico —una entrevista para la prensa—, e interpretaciones histriónicas casi paródicas, apenas quedan un par de aspectos de cierta solidez: el retrato de un hombre que se definía a sí mismo como un “situacionista”, sin más talento que conseguir que a su alrededor pasaran “las mejores cosas”; y la música, claro, pero incluso ahí se echa en falta más garra y talento para la introducción de las grandes canciones.

CREATION STORIES

Dirección: Nick Moran.

Intérpretes: Ewen Bremner, Leo Flanagan, Suki Waterhouse, Jason Isaacs.

Plataforma: Movistar.

Género: biográfico. Reino Unido, 2020.

Duración: 105 minutos.

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