Patrick Ness: “Si fuera quinceañero me plantearía por qué me llega una información por redes sociales”
El escritor, especializado en novelas para público juvenil, ha adaptado para la película ‘Chaos Walking’ uno de sus libros de ciencia ficción. Es el autor de ‘Un monstruo viene a verme’
Hay pocos escritores cuya obra esté dirigida al público juvenil con los galones de Patrick Ness (Fort Belvoir, Virginia, 49 años). No solo en cantidad de ventas, sino en currículo de premios. Residente en Inglaterra —posee la doble nacionalidad estadounidense y británica—, ha ganado dos veces la medalla Carnegie de los bibliotecarios británicos al mejor libro publicado en ese país para público infantil o juvenil, y entre su larga colección de reconocimientos se ...
Hay pocos escritores cuya obra esté dirigida al público juvenil con los galones de Patrick Ness (Fort Belvoir, Virginia, 49 años). No solo en cantidad de ventas, sino en currículo de premios. Residente en Inglaterra —posee la doble nacionalidad estadounidense y británica—, ha ganado dos veces la medalla Carnegie de los bibliotecarios británicos al mejor libro publicado en ese país para público infantil o juvenil, y entre su larga colección de reconocimientos se incluye una candidatura a los Goya por la adaptación de Un monstruo viene a verme, su novela homónima, que dirigió Juan Antonio Bayona.
Así que antes o después el audiovisual estadounidense echaría las redes sobre alguna de sus nueve novelas para esos lectores (aparte tiene dos libros para adultos y varias colecciones de cuentos). Otra cosa es que el resultado estuviese a la altura, una pregunta que Ness rehúye en conversación telefónica. ¿El motivo de la entrevista? El estreno de Chaos Walking, la visión de Doug Liman de El cuchillo en la mano, el primer libro de la trilogía Chaos Walking, de Ness, y que ha vivido un larguísimo camino hasta llegar a las salas: se rodó de agosto a noviembre de 2017 con Tom Holland, Daisy Ridley y Mads Mikkelsen como protagonistas.
En Chaos Walking el espectador se sumerge en un planeta en el que solo viven hombres, a quienes se le ven y se les escuchan sus pensamientos. No hay por tanto privacidad ni capacidad de rebelión. “Me parecía muy difícil la plasmación de eso en la pantalla y creo que el resultado está logrado; fue la primera conversación que tuve con los productores”, intercede Ness. “Queríamos que los efectos especiales se subordinaran a las emociones”. Ese equilibrio salta por los aires cuando aterriza una astronauta (Ridley), que se convertirá en amiga del protagonista (Holland).
El proyecto arrancó en 2011 y encontró, tras varias tentativas, director en Liman, cineasta que ha acabado discutiendo con mitad de la industria. El estreno, agendado para el 1 de marzo de 2019 (debido a su larga posproducción), se pospuso cuando el estudio decidió realizar nuevas tomas. En abril de ese año Liman, ayudado por el director Fede Álvarez, gastó 15 millones de dólares (12,3 millones de euros) en esos 20 días de trabajo añadido. ¿Por qué tan tarde? Por las agendas de Holland (el Spider-man de la nueva era) y Ridley (en el universo Star Wars).
Y cuando por fin estaba acabada la película, llegó la pandemia y el confinamiento. Se aplazó otra vez su lanzamiento. “Yo siempre estaba muy tranquilo”, insiste Ness, en una respuesta que parece recitada mecánicamente, “porque el proyecto estaba en buenas manos; Liman siempre rueda nuevas secuencias porque crea en marcha; fue más complicado por los otros trabajos de los actores”. Las críticas no están diciendo lo mismo. El autor, que participó en el guion, puede que no quiera meterse en jaleos: tras escribir la serie Class para la BBC, tiene en marcha como adaptador dos nuevos proyectos, basados en tebeos de otros creadores: Snow Blind, de Ollie Masters y Tyler Jenkins (con Jake Gyllenhaal como gancho de una producción protagonizada por dos adolescentes), y El fantasma de Anya, de Vera Brosgol (aquí la protagonista adolescente se relaciona con un fantasma). “Están en desarrollo, un término muy de Hollywood”, ríe.
Sin privacidad por las redes sociales
Cuando en 2008 se publicó El cuchillo en la mano con ese concepto de privacidad nula poco se podía intuir del imperio actual de las redes sociales entre los adolescentes. “Lo escribí por instinto. Hoy ese ruido es terrible, y su mal uso, o la propagación de información manipulada, ha hecho que el mundo sea brutal”, reconoce Ness. “Una pregunta pertinente ahora es hacia dónde nos va a llevar este imperio. Y si fuera quinceañero me plantearía en cada momento por qué me llega una información y de parte de quién”. Muy mal momento para ser adolescente. “Entre confinamientos y redes sociales es complejo, desde luego. Porque un buen uso de las nuevas tecnologías te permite, por ejemplo, contactar con gente de tus mismos gustos, pero... cuidado con lo que compartes”.
Ness nunca pensó en ser escritor. “Nací en un pequeño pueblo de Virginia, y me crie en la otra costa, la Oeste. Nadie a mi alrededor había tenido relación alguna con los libros. Así que no parecía algo... permitido para alguien como yo. Bayona dice del autor que es “un hombre especial, de férreos valores”. El aludido responde: “Jota me enseñó la importancia de escuchar en un rodaje a todo el mundo, en que un plató no te puedes regir por el ego, sino que cualquier aportación, proceda de donde proceda, puede elevar la calidad de una película”. Pausa un momento su respuesta y remata: “Un monstruo viene a verme es la mejor adaptación de mi obra. Me hizo sentirme tan orgulloso y feliz... Posiblemente, si se me permite, es la mejor película de Jota”.
Curiosamente, Un monstruo viene a verme nació del talento de la escritora Siobhán Dowd, que falleció por culpa de un cáncer a los 45 años. En 2014, Ness, animado por su editor (el mismo que el de Dowd), retomó sus personajes y la línea argumental de la novela, que se había quedado truncada. “Me siento un narrador siempre en alerta, y por tanto, a la búsqueda constante de nuevas herramientas para llegar a más gente y de nuevos retos. Por ejemplo, escribir ciencia ficción es muy divertido porque construyes todo el mundo en el que desarrollarás tu historia”.
Como autor de tramas con adolescentes, el autor sigue una regla: “La gente se olvida, pero todos hemos sido adolescentes. Solo hace falta rememorar aquellos dolores, sentimientos y descubrimientos. Y cuando escribo, pienso en las historias que me hubiera gustado leer, y en tomarme en serio. Son años en que vives las emociones de manera desaforada, y para mí las emociones son fundamentales en la ficción”. ¿Algún consejo para el Ness adolescente? “Sé que no te gusta que la gente te dé consejos, pero déjame decirte una cosa: yo confío en ti”.