‘Las niñas’ se hacen grandes en los premios Goya 2021

La película de la debutante Pilar Palomero se lleva las estatuillas a mejor película, dirección novel, guion original y dirección de fotografía. ‘Akelarre’ obtiene cinco trofeos, y ‘Adú', cuatro

La enfermera Ana María Ruiz anuncia el Goya a mejor película para 'Las niñas'. En la pantalla, aparecen los productores Álex Lafuente y Valérie Delpierre. En vídeo, resumen de la gala. Vídeo: MIGUEL A. CORDOBA / AFP / tve

Aquella niña de 11 años en Zaragoza que miraba entre asustada y sorprendida el mundo que se abría ante sus ojos, aquella España del 92 llena de sorpresas y aventuras, es la gran triunfadora de la noche de los 35º premios Goya. Las niñas, el drama de la debutante Pilar Palomero, obtiene los galardones a mejor película, dirección novel, guion original y fotografía para Daniela Cajías. Cajías hace historia como la pri...

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Aquella niña de 11 años en Zaragoza que miraba entre asustada y sorprendida el mundo que se abría ante sus ojos, aquella España del 92 llena de sorpresas y aventuras, es la gran triunfadora de la noche de los 35º premios Goya. Las niñas, el drama de la debutante Pilar Palomero, obtiene los galardones a mejor película, dirección novel, guion original y fotografía para Daniela Cajías. Cajías hace historia como la primera mujer que gana en esta categoría. Palomero se convierte en el quinto director novel que gana ese Goya y el de mejor película, tras Agustín Díaz Yanes, Alejandro Amenábar, Achero Mañas y Raúl Arévalo. Su visión distinta de la infancia, contada a ras de los ojos de una muchacha que entra a la adolescencia, que siente la presión del mundo adulto, ha convencido a los académicos, que la han encumbrado en el año más aciago para el cine y la vida. El premio a la mejor película fue entregado por la enfermera del Summa 112 Ana María Ruiz, artífice de la biblioteca montada en el hospital de campaña de Ifema.

Otro de los hitos históricos fue el primer Goya para un actor negro, que recibió en la categoría de intérprete revelación Adam Nourou, protagonista de Adú, de Salvador Calvo, un drama rodado en África que obtuvo tres Goyas más, entre ellos mejor dirección. La boda de Rosa, de Icíar Bollaín, otra película que habla de sororidad y de cuidarse a una misma, ganó el de actriz secundaria para Nathalie Poza, y el del mejor canción, para Rozalén, por su tema Que no, que no. Alberto San Juan, por su bombero sin pelos en la lengua de Sentimental, fue el mejor secundario. Tampoco los tuvo al aceptar el premio, en el que lanzó críticas al PSOE por sus políticas de vivienda. Y Mario Casas, en su primera candidatura, logró el Goya a mejor actor protagonista por No matarás.

Mario Casas (en la pantalla) recibe el Goya al mejor actor por su papel en 'No matarás'. Premios Goya/ Miguel A. Cordoba (Premios Goya/EFE)

Premios para todos

Ane, de David Pérez Sañudo, que era otra película centrada en una mujer en guerra contra el mundo y que busca la paz interior, como La boda de Rosa, obtuvo los de guion adaptado, actriz revelación (Jone Laspiur, que también estaba en Akelarre) y actriz protagonista (Patricia López Arnáiz). El equipo de Ane estaba reunido en una casa en Burgos, y sacó tan buen partido de la escenografía como el de Las niñas, que vivió la noche en un hotel de Barcelona.

Hubo premios para todos. Akelarre, del argentino Pablo Agüero, se llevó cinco (diseño de vestuario, maquillaje y peluquería, efectos especiales, música y dirección artística). El drama se desarrolla en 1609 y muestra cómo un inquisidor tortura a un grupo de adolescentes de un pueblo costero. Las chicas solo tienen un poder, el de la palabra, e intentarán emplearlo para escapar de su destino funesto. Entre sus premios, estuvo el de la mejor música original para Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi, que entonaron el tema central de la película, un clásico euskaldun Ez dugu nahi beste berorik, zure muxuen sua baino (No queremos más calor que el del fuego de tus besos), variado para agradecer a sus compañeros de equipo. Ellas fueron de las mejores agradeciendo los galardones. Y hay que reconocer que se portaron mejor los técnicos que los actores, las grandes estrellas, en ese paso rápido por las cámaras.

Pilar Palomero, Daniela Cajías y el productor Álex Lafuente celebran el Goya a la mejor dirección de fotografía para Cajías.Nacho López

En el año de la crisis, las dos películas que retrataban la España del 92, la de la explosión de la riqueza que parecía que iba a acabar con todos los males, Las niñas y El año del descubrimiento, se han llevado premios. “Falta mucha reflexión en España. Olvidamos, no pensamos… Eso ocurre con 1992. Ahí nació el germen de mi película: las cosas surrealistas que aún pasaban en España, y que nos parecen increíbles: las discotecas, las niñas a las que se les mete mano en la calle sin complejos, la educación represora o aquella televisión. ¿Parecen anacrónicas? Puede, pero de ellas hay ecos en el presente”, recordaba la directora en una charla para este periódico con López Carrasco, responsable de El año del descubrimiento. El documental sobre el drama laboral y la posterior explosión en las calles de la Cartagena de 1992 recibió los trofeos de su categoría y de mejor montaje.

“¿Cuál es nuestro papel? Somos contadores de historias, y habrá que narrar esta pandemia...”, reflexiona al inicio Antonio Banderas. “Así encontraremos nuestra utilidad. Hagamos nuestra reinterpretación de la naturaleza humana a la que llamamos arte, y eso puede ser nuestro granito de arena. No nos eleva a esenciales, pero sí a la de quienes echar una mano”. Banderas estuvo muy fino porque en eso consistió la gala: en una cuidadosa entrega de premios, muy rigurosa, muy sobria, con momentos brillantes, como el del videowall en el que en dos momentos se vio a los 166 candidatos: Había 138 señales de vídeo conectadas, y por el escenario pasaron 40 entregadores de trofeos. Banderas ha sufrido por sacar la gala: contra impedimentos externos obligados por la pandemia, y contra los internos: no ha sido fácil. Y dio espacio en la gala más rápida de la historia a que hubiera recuerdos no solo a los fallecidos, sino también a todos los trabajadores que participan más allá de los principales títulos de créditos. Aunque por supuesto, tiró de agenda, y en los vídeos llegaron a salir Robert de Niro, Al Pacino, Nicole Kidman, Dustin Hoffman, Helen Mirren, Tom Cruise, Emma Thompson, Mahershala Ali, Mel Gibson, Naomi Watts o Isabelle Huppert.

A Mariano Barroso, presidente de la Academia, le tocó en su discurso hablar del poder sanador del cine, y contó como ejemplo que ver películas atenuó el dolor de Ángela Molina, Goya de Honor, a la muerte de su padre. La homenajeada habló de amor, y sirvió como el mejor mensaje de esperanza para 2021: “El cine ha sido calendario de mi vida, mi horizonte, mi camino. Necesitamos compartirlo y necesitamos sentir que lo necesitamos”.

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