La imagen icónica de la Transición que Pablo Iglesias usa en Twitter sin pedir permiso a su autor
El vicepresidente del Gobierno ilustró un tuit con la ‘foto del puñito’ sin citar a César Lucas. La instantánea preside la exposición ‘Fotógrafos de EL PAÍS’, que se inaugura el viernes
“Respeto institucional significa neutralidad política de la Jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art. 1.2CE [Constitución Española]. La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado”. El 25 de septiembre, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales del Gobierno, Pablo Iglesias, publicó este tuit, polémico por cuestionar el papel de árbitro del jefe del Estado, el rey Felipe. El también secretario general de Podemos acompañó su mensaje con una conocida image...
“Respeto institucional significa neutralidad política de la Jefatura del Estado, renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma, actuaciones de la fuerza pública proporcionales. Art. 1.2CE [Constitución Española]. La soberanía reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado”. El 25 de septiembre, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales del Gobierno, Pablo Iglesias, publicó este tuit, polémico por cuestionar el papel de árbitro del jefe del Estado, el rey Felipe. El también secretario general de Podemos acompañó su mensaje con una conocida imagen en blanco y negro, la llamada “foto del puñito”, en la que se ve a un niño a hombros de su padre en una manifestación de asociaciones vecinales, con el puño derecho en alto y sonriente. Todo un símbolo de la España que nacía tras la dictadura de Franco.
La fotografía fue tomada por César Lucas que se publicó en la contraportada de EL PAÍS el 23 de junio de 1976. Iglesias no pidió permiso a Lucas para usar una imagen que tiene derechos de autor y ni siquiera tuvo la consideración de citar su nombre en el tuit. Esta imagen es la que ha escogido EL PAÍS, como propietario de la imagen, para anunciar la exposición que se inaugurará el 30 de octubre en el Museo Cristina García Rodero, de Puertollano (Ciudad Real), en la que se mostrarán imágenes de una selección de los fotógrafos que han pasado por los 44 años de historia de este periódico.
“Nadie me ha llamado, es una situación que me ha rebelado porque se ha hecho un uso político de mi imagen”, dice al teléfono César Lucas (Cantiveros, Ávila, 79 años). “Y eso que estoy acostumbrado a casi todo”, dice quien ha visto reproducir instantáneas suyas de cualquier forma, y “esta en concreto cada vez que se habla de la Transición”. “Sin embargo, emplearla para dar valor a un mensaje, con su ideología e intereses, es otra cosa”, añade. Sobre todo, “viniendo de un partido que defiende a los trabajadores, cuando lo que ha hecho es robar una imagen”. “Me parece escandaloso”. Y aclara: “No quiero entrar en ninguna batalla política, pero los fotógrafos tenemos que defender nuestros derechos. Lo mínimo habría sido llamarme para decírmelo y citar al autor”. El tuit de Iglesias con este icono de la Transición, etapa que ha tildado en ocasiones de “régimen del 78”, tiene 19.000 “me gusta” y casi 8.000 retuits.
Lucas, uno de los más grandes fotógrafos españoles de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo por su versatilidad para todo tipo de trabajos, es el autor de otras imágenes celebérrimas, como la del Che Guevara de visita fugaz en Madrid, en junio de 1959, con el arco de la Victoria franquista al fondo; o la del desnudo de la cantante y actriz Marisol, que fue portada de la revista Interviú. Lucas fue el primer jefe de Fotografía en EL PAÍS, durante dos años. Luego fichó por el semanario que fundó el empresario Antonio Asensio.
La “foto del puñito” fue además la que eligió para el libro que recoge su obra, El oficio de mirar, publicado en 2009 por Lunwerg. Las fuentes consultadas señalan que EL PAÍS estaría en su derecho a reclamar incluso una compensación económica a Iglesias porque el uso que dio a la imagen no está autorizado en las excepciones recogidas en la Ley de Propiedad Intelectual y porque se trata de una obra icónica, por lo tanto, se debería haber solicitado permiso. Las mismas fuentes añaden que, en el caso de las redes sociales, por sus características, es más difícil conseguir que la reclamación sea compensada con un pago.
Sobre cómo tomó la imagen de aquel niño, Daniel Rivas Azcueta, hoy un piloto de 48 años, en la manifestación de asociaciones vecinales contra la precariedad social, que recorría la céntrica calle de Preciados, en Madrid, César Lucas recuerda que estaba subido en el escalón de la entrada de una tienda y cuando vio a aquel pequeño empezó a disparar su cámara, que el fotoperiodista colocó por encima de su cabeza. Los padres del chaval eran militantes del Partido Comunista de España, como se contaba en la exposición que sobre la obra de César Lucas acogió Segovia este otoño, en el marco del Hay Festival.
La publicación de la imagen en EL PAÍS motivó incluso la protesta de un ministro porque se podía dar la imagen de “una España comunista”. En el Hay Festival se pudo ver toda la secuencia con los momentos que capturó Lucas y se explicaba que el entonces director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, escribió que Daniel Rivas “era un niño tan rubio, tan mono, tan angelical, tan simpático y bien vestido, que su imagen resultaba demoledora”. Fotos históricas que, como se le recordaba a Iglesias en una de las respuestas a su tuit, “no se hacen solas”.