Tres imputados más por promocionar al hijo de la directora del IVAM

La juez investiga a la exdelegada de la SGAE en China, María Cruz Alonso, y dos colaboradores más de Consuelo Ciscar

Rabaci, hijo de la exdirectora del IVAM Consuelo Císcar, llega a los juzgados de Valencia.MANUEL BRUQUE (EFE)

La juez Nuria Soler, que instruye en Valencia el caso IVAM, ha imputado a otras tres personas por haber promocionado a Rablaci, el hijo artista de la entonces directora del museo Consuelo Ciscar, a cambio de fondos públicos. Una de las nuevas investigadas en la causa era en el momento de los hechos delegada de la Sociedad General de Autores y Editor...

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La juez Nuria Soler, que instruye en Valencia el caso IVAM, ha imputado a otras tres personas por haber promocionado a Rablaci, el hijo artista de la entonces directora del museo Consuelo Ciscar, a cambio de fondos públicos. Una de las nuevas investigadas en la causa era en el momento de los hechos delegada de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en China, uno de los países donde el instituto de arte moderno valenciano presuntamente potenció bajo mano la carrera del joven artista.

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Los nuevos imputados son esta última, llamada María Cruz Alonso, su marido, Miguel Ángel Sazatornill, así como el fotógrafo Juan Soler. "De los correos electrónicos intervenidos y de las diligencias de investigación llevadas a cabo se desprende" de forma indiciaria, según la magistrada, que los tres cobraron dinero del Instituto Valenciano de Arte Moderno a cambio de impulsar la carrera de Rablaci. Y que, pese a haber mantenido que lo hicieron de forma "absolutamente desinteresada" o por motivos "de carácter docente", en realidad no fue así.

Los supuestos hechos constituyen delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental.

La magistrada ordena a la policía averiguar las cuentas y productos bancarios de todos ellos, incluidos los que hayan sido cancelados y remitir al juzgado los movimientos de los extractos "con la información al máximo nivel" en el periodo investigado, que va de 2008 a 2013.

En el caso de Alonso, que trabajó para la SGAE entre 2001 y 2013, siendo su último destino el de delegada de la sociedad de autores en China, la juez cree que cobró 284.000 euros repartidos en cuatro pagos.

El dinero no fue ingresado por ella, sino por su marido. Pero la magistrada considera, a la vista de los correos que Alonso intercambió con Ciscar, que fue ella la que prestó en realidad el servicio promocional, utilizando para ello "sus contactos en el continente asiático como miembro de la delegación de la SGAE y de la SICA (Shanghai International Culture Association)".

Alonso ha alegado en el procedimiento que se instruye en el Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia que solo ayudó puntualmente al artista de forma "absolutamente desinteresada" y sin haber sido comisaria de sus exposiciones. El propio Rablaci la contradijo, sin embargo, "diametralmente" en este último extremo, al afirmar que Alonso fue la comisaria de su exposición itinerante Materia y Espíritu, que se mostró en ciudades de China y en Tokio entre 2008 y 2009, cuando el artista tenía solo 21 años.

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Las alegaciones de Alonso también contrastan con el contenido de los correos que envió a la directora del IVAM que obran en el sumario, y en el que da cuenta de las dificultades que entraña convencer a las autoridades culturales chinas. "Lo voy a intentar, que no te quepa ninguna duda, pero también te dije que con Rablaci había sido un desgaste muy grande por ser un artista demasiado joven y, aun así, ahí está el trabajo. Pero debes comprender que todas las veces no les voy a colocar por mis narices lo que ellos no quieren".

Los mensajes entre ambas mujeres respaldan la teoría de la juez y la Fiscalía Anticorrupción, según la cual, Ciscar hacía coincidir las exposiciones del IVAM en Asia con las de su hijo para que la misma empresa se encargase del traslado de las obras de este último, que pagaba el museo.

Los correos intervenidos a Juan Soler reflejan, por otra parte, que el empleado del IVAM "en su condición de fotógrafo realizó trabajos a instancias de la señora Ciscar con la intención de promocionar la carrera artística de su hijo". Soler escribe varios mensajes con las fotografías bajo sospecha adjuntos a los mismos a Rafael Blasco Castany, el padre de Rablaci, por entonces consejero en el Gobierno autonómico de Francisco Camps, que hoy cumple condena de prisión por haber malversado fondos destinados a la ayuda al desarrollo.

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