CÁMARA OCULTA

Ante el nuevo gobierno

Para muchos, ha habido decepción. Y para todos, más interrogantes. Pero al mundo del cine le viene a dar prácticamente lo mismo quién gobierne. Durante la intensa campaña electoral que hemos soportado, ningún candidato a la Presidencia habló de cultura, o al menos ninguno de sus asesores incluyó ese esperadísimo tema en el famoso debate a cuatro que se emitió en televisión. Cierto que eran muchas las cuestiones sobre las que debían discutir pero que no hubiera ni una sola mención a las crisis que padecen el cine, el teatro, la música, los libros… y tantas otras manifestaciones artísticas, fue ...

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Para muchos, ha habido decepción. Y para todos, más interrogantes. Pero al mundo del cine le viene a dar prácticamente lo mismo quién gobierne. Durante la intensa campaña electoral que hemos soportado, ningún candidato a la Presidencia habló de cultura, o al menos ninguno de sus asesores incluyó ese esperadísimo tema en el famoso debate a cuatro que se emitió en televisión. Cierto que eran muchas las cuestiones sobre las que debían discutir pero que no hubiera ni una sola mención a las crisis que padecen el cine, el teatro, la música, los libros… y tantas otras manifestaciones artísticas, fue algo de preocupar. Sí hubo en algunos programas electorales referencias a un Pacto de Estado sobre la cultura pero sin entrar en detalles sobre el qué y el cómo.

De modo y manera que los profesionales de la imagen han seguido trabajando por su cuenta y esta misma semana han hecho públicas las conclusiones de su IV seminario de la Industria Audiovisual. La llamada al cacareado Pacto de Estado está lógicamente en primer lugar de sus demandas. Pero también la denuncia de que los fondos de ayuda al cine español apenas llegan al 10% de los que se destinan en Alemania, (360 millones de euros) Francia (500) o Italia (400), y diez demandas más que si bien no añaden cuestiones nuevas a las que vienen siendo reclamadas desde hace ya mucho tiempo, introducen de nuevo el dedo en la llaga de la desidia gubernamental. “La Cultura no ha estado en el corazón de la política”, se dijo en el acto de presentación, y añadieron: “En una producción audiovisual hay una gran cadena industrial a proteger y fomentar, pero lamentable y desgraciadamente no lo está”. Así que animaron a las gentes del cine “a que vuelvan a coger el estandarte y luchen por un verdadero Pacto por la Cultura”, que no quede esta sujeta a los caprichosos vaivenes o flagrante incultura de quienes nos gobiernen. En definitiva, una alerta sobre los desmanes del gobierno anterior, y quizás también del próximo sobre el cine español.

¡Qué agotador tener que volver a empezar! Parece una condena. Como la de Sísifo.

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