25 años de retratos para conocer a los europeos
Una exposición muestra los rostros de los ciudadanos de la UE desde 1990 a través de 33 fotógrafos
En la era del estomagante selfi, la programación del festival PHotoEspaña, centrada en la diversidad europea, dedica una exposición al retrato, para saber cómo somos y reconocernos en los demás. Con fotografías de 33 autores, y la única presencia española de Alberto García-Alix, el comisario de Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990, el holandés Frits Gierstberg (1959), ha seleccionado imágene...
En la era del estomagante selfi, la programación del festival PHotoEspaña, centrada en la diversidad europea, dedica una exposición al retrato, para saber cómo somos y reconocernos en los demás. Con fotografías de 33 autores, y la única presencia española de Alberto García-Alix, el comisario de Rostros. Fotografía europea de retrato desde 1990, el holandés Frits Gierstberg (1959), ha seleccionado imágenes de ciudadanos europeos de toda clase y procedencia. Giertsberg vinculó la explosión del retrato fotográfico en los últimos 25 años con la caída del Muro de Berlín, en 1991. “Europa se unifica, se plantea qué es ser europeo y sus ciudadanos buscan su identidad. Además, está la expansión de Internet”. Una de las consecuencias es que los autores rompen la línea entre la esfera pública y privada, lo que, según el comisario, plantea el debate de los derechos de autor y de reproducción de unas fotos tomadas en ocasiones sin que el retratado lo sepa.
De la teoría a un poco de humor, con el trabajo del alemán Ari Versluis y la holandesa Ellie Uyttenbroek, que compusieron series, durante años, de europeos vestidos igual, a los que fotografiaron con el mismo gesto (manos en los bolsillos, de perfil…) en París, Milán, Rotterdam, para demostrar que todos pertenecemos a una tribu. En la exposición, presentada ayer y visitable en CentroCentro Cibeles hasta el 28 de agosto, impacta la serie Niños, del ucranio Sergey Bratkov, que los muestra lánguidos, y la del alemán Juergen Teller, que captó la timidez de adolescentes londinenses. También se combinan retratos individuales con los de grupo, normalmente de familia, “en los que el entorno, la casa” cobra importancia. El final de la muestra es un homenaje —con tomas en blanco y negro de Christian Courrèges a líderes europeos— a los hombres y mujeres de la política: los franceses Simone Veil y Jacques Delors, la italiana Emma Bonino o el excanciller alemán Helmut Schmidt.