El anterior presidente de la Academia, investigado por el fraude de la taquilla

Enrique González Macho y los productores y directores Gerardo Herrero y José Luis Garci figuran entre las personalidades del cine español investigadas por juzgados madrileños

José Luis Garci (derecha), con Gary Piquer y José Luis García Pérez, en Holmes&Watson. Madrid days'.

Entre los numerosos nombres de productores que aparecen en los casos que instruyen cuatro juzgados madrileños aparecen mencionados profesionales muy conocidos en el panorama cinematográfico español. Entre ellos, Enrique González Macho, que dejó la presidencia de la Academia de Cine de forma inesperada en febrero del pasado año. Hace dos años, González Macho cerró su productora y distribuidora, Alta FIlms. Este profesional, uno de los más respetados de la industria, declinó este lunes hacer declaracione...

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Entre los numerosos nombres de productores que aparecen en los casos que instruyen cuatro juzgados madrileños aparecen mencionados profesionales muy conocidos en el panorama cinematográfico español. Entre ellos, Enrique González Macho, que dejó la presidencia de la Academia de Cine de forma inesperada en febrero del pasado año. Hace dos años, González Macho cerró su productora y distribuidora, Alta FIlms. Este profesional, uno de los más respetados de la industria, declinó este lunes hacer declaraciones sobre el asunto. También está afectado el director y productor —con su empresa Nickelodeon Dos PC— José Luis Garci, por Holmes & Watson. Madrid days. En el caso de este filme, la película fue distribuida por Alta Classics, logrando en su sexto fin de semana en cartelera 196 espectadores. De repente Holmes & Watson cambia de distribuidora, pasa a World Line Cinema y en seis días consigue 8.168 espectadores más (y 40.893 euros). Y con sesiones que no aparecen anunciadas en las carteleras llega a 29.000 entradas vendidas y más de 190.000 euros. Esos días solo se proyectó en un circuito: Abacocine-Cinebox, también objeto de investigación. Este diario tampoco recibió el lunes respuesta del afectado a la petición de recabar su versión de los hechos.

Entre otros nombres, bajo investigación de los juzgados, se encuentra el del productor Gerardo Herrero, de la empresa Tornasol, una de las compañías más conocidas del sector, con amplia presencia en el mundo de la coproducción con Sudamérica —entre otros premios ganó el Oscar con El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella—. También el de Luis Miñarro, a través de su empresa Eddie Saeta., conocido productor y director catalán recientemente retirado y que participó en la financiación de la Palma de Oro Uncle Boome recuerda sus vidas pasadas, del taiwanés Apichatpong Weerasethakul. EL PAÍS intentó ayer sin éxito contactar con ambos.

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El presunto fraude está siendo investigado por los juzgados número 23, 29, 40 y 41 de Madrid. Fuentes del número 41 informaron a la agencia Efe que ha concluido la instrucción de los casos que le han llegado y que han decretado la apertura de juicio oral. En esa sede están acusados de falsedad documental y fraude de subvenciones en grado de tentativa Jaume Solé Viñas, Antonio Solé Viñas, Luna Exhibición y ABS Productions-Barcelona por las películas La zona muerta, Pecador y La última mirada.

Acuerdo entre las partes

El Juzgado de Instrucción número 29 investiga la película Los muertos no se tocan, nene, de Goma Centro de Producciones, y los imputados son Juan Goma Martín, Marc Albela, José Gago Herranz, José Ramón Gago Perales “y otros”, además de los responsables de Séptimo Arte Exhibiciones, según informa Efe. En el juzgado número 40, sobre el caso de la película de la productora de Miguel Bardem El rey de la montaña, investigado también por falsedad documental y fraude en las subvenciones en grado de tentativa, ha habido acuerdo entre las partes, que se cerrará en breve.

La Federación de Cines de España, que agrupa al 90% de los exhibidores, publicó una nota, que asegura: “Las salas de cine es uno de los sectores culturales mas transparentes y sometidos a rigurosos controles [....]Las salas venden entradas para sus sesiones por diversos canales como la taquilla, plataformas de Internet o cajeros, no pudiendo controlar, ni siendo esta su función, el que aquellas personas que compren sus entradas entren o no a la sala o que la abandonen a mitad de la película”. Y cierra su comunicado: “Si alguna empresa ha actuado de forma incorrecta, serán los tribunales quienes tengan que decidir su grado de responsabilidad, pero no por ello se puede poner en duda el comportamiento global de un sector que siempre ha cumplido, y seguirá cumpliendo, con las amplias obligaciones impuestas por el ICAA”.

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