A golpe de provocación

“Esto parece un bar de maricones árabes, pero sólo hay viejos. Claro, en vuestros países los jóvenes prefieren follarse a las turistas (...) ¡Mueran los moros! ¡Viva François Bayrou! ¡La primavera árabe es una mariconada!”. La parrafada de un policía francés en la secuencia inicial de Tip top, inclasificable comedia negra con toques de absurdo, drama social y hasta de thriller político, dirigida por Serge Bozon, pone el listón muy alto con la incorrección política y la transgresión respecto de los cánones sociales, morales y cinematográficos. El resto no se queda atrás: dos i...

“Esto parece un bar de maricones árabes, pero sólo hay viejos. Claro, en vuestros países los jóvenes prefieren follarse a las turistas (...) ¡Mueran los moros! ¡Viva François Bayrou! ¡La primavera árabe es una mariconada!”. La parrafada de un policía francés en la secuencia inicial de Tip top, inclasificable comedia negra con toques de absurdo, drama social y hasta de thriller político, dirigida por Serge Bozon, pone el listón muy alto con la incorrección política y la transgresión respecto de los cánones sociales, morales y cinematográficos. El resto no se queda atrás: dos inspectoras de Asuntos Internos de la policía, una, voyeurista, la otra, una sádica que se excita con martillos, golpes y cadenas, deben investigar la muerte de un confidente (árabe) de una comisaría, papeles que Isabelle Huppert y Sandrine Kiberlain interpretan con delectación casi de payasas, la primera de tipo augusto, la segunda, de clown. Y, sin embargo, Tip top sorprende, agota y decepciona, por este orden. Bozon no acierta a dotar de unidad a una película grotesca que se supone pretende poner una realidad sobre la mesa, pero que solo deja esporádicos apuntes de provocación, apenas ocurrencias, en un conjunto feísta incluso en la puesta en escena.