El mosquito que está detrás del brote infeccioso de Sevilla
El 'Culex pipiens', común en España, transmite el virus del Nilo Occidental
Los mosquitos son vectores de un centenar de virus que pueden transmitirse a seres humanos y de unos 700 que infectan a animales. Esta semana, una especie común en España, llamada Culex pipiens, ha causado un brote de meningoencefalitis que ha puesto en alerta a Sevilla. El consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha confirmado est...
Los mosquitos son vectores de un centenar de virus que pueden transmitirse a seres humanos y de unos 700 que infectan a animales. Esta semana, una especie común en España, llamada Culex pipiens, ha causado un brote de meningoencefalitis que ha puesto en alerta a Sevilla. El consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha confirmado este jueves que 11 de los 19 casos confirmados han dado positivo en virus del Nilo Occidental (WNV, por sus siglas en inglés). Su principal vector es este insecto distribuido por todo el mundo y que crece en lugares con aguas poco profundas y calurosas. Durante el confinamiento por culpa del nuevo coronavirus, no se hicieron los controles previos de plagas habituales y es muy posible que esto haya fomentado la proliferación de los mosquitos. “No se hicieron los tratamientos necesarios en ese momento, aunque estuviese permitido”, comenta Óscar Soriano, experto en estos insectos e investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
El brote se sitúa a 14 kilómetros de la capital, por lo que es posible que se propague la infección por ser un área muy poblada. Aunque esto ocurra, los expertos aseguran que el virus es muy suave, su letalidad no supera el 0,1% y la mayoría de las personas son asintomáticas (80%). Aun así, el gobierno pide a la población que tengan cautela y opte por medidas de prevención, pues las personas mayores son las más vulnerables y pueden llegar a darse casos graves. “Es como una gripe. Es posible que haya muchas más personas infectadas y que ni siquiera se enteren”, explica Soriano.
Las aves son el reservorio natural, pero es la picadura del mosquito la que transmite el virus, que provoca enfermedades como la meningitis vírica detectada. Los caballos son otros de los blancos, pero para ellos hay vacuna disponible. Ya se ha detectado la presencia de este virus en dos cuadras de Andalucía. También se sabe que, una vez pasada la enfermedad, la inmunidad es permanente. En Egipto, el 80% de la población tienen anticuerpos.
La alteración del ecosistema
La actividad humana y su relación con la naturaleza están detrás del aumento de brotes infecciosos, pues el cambio climático favorece la proliferación de estos insectos. Fernando Valladares, investigador del grupo de Ecología y Cambio Global del MNCN-CSIC, lo confirma. El calentamiento global amplía el periodo de acción de los mosquitos y la alteración del ecosistema, así como la deforestación, la fragmentación de hábitat y la captura de animales que antes no interesaban, aumenta la frecuencia de zoonosis. La riqueza de especies protege de contagios que puedan darse, pero la pérdida de biodiversidad complica la tarea de dichos invertebrados que, al no tener a mano las especies habituales, entran más en contacto con las personas.
Hay muchas especies, como los murciélagos y las aves, por ejemplo, que regulan la población de estos insectos. “De hecho, ya se sabe que, cuantas más golondrinas y vencejos coexistan en el lugar, disminuye la probabilidad de transmisión de virus”, explica Valladares. En definitiva, por culpa de la actividad humana, hay menos regulación de las especies que nos preocupan o bien de las especies portadoras. “Estos fenómenos son cada vez más frecuentes. Este brote es una alarma más de todas las que ha habido últimamente. Si los servicios sanitarios actúan bien, podremos entender mejor estas infecciones. Ahora estamos en una fase de identificación de los patógenos que existen y muchos todavía ni los conocemos”, concluye.
Confusión y mosquitos invasores
El tipo de mosquito responsable de este brote ha generado confusión. Se ha propagado la información de que se trataba de un mosquito invasor llamado Aedes japonicus. Frederic Bartumeus, director de Mosquito Alert, explica que hay que tener claro que hay dos tipos: los invasores y los residentes. Los invasores suelen ser de género Aedes (aunque hay autóctonos en Europa y España), son muy negros, tienen rayas blancas y vienen del sureste asiático y de zonas tropicales. Hay cuatro especies Aedes en Europa que preocupan a los expertos. El mosquito del japón se encuentra en Asturias y Cantabria.
Por otra parte, los residentes son de género Culex que transmiten el WNV y el virus Usutu que también puede provocar encefalitis. En algunas partes de Andalucía se ha detectado cierta circulación del virus del Nilo Occidental y a Bartumeus le ha sorprendido la rapidez de la transmisión. “Ha sido un brote muy rápido y que ha llegado de golpe. No hay mucho de este virus y no hay que pensar que todo está infestado, pero ya existe en la cadena transmisión. Hay que evitar que se pique a más gente”, precisa. Ahora es esencial ver quiénes son las personas infectadas, dónde estaban, si en esas zonas están los mosquitos, cuántos hay y si ya tienen el virus en su organismo. “Tenemos que rastrear cada elemento de la cadena, desde los animales portadores del virus, los mosquitos, hasta todos los humanos infectados”. El Culex pipiens entrará, por lo tanto, en la lista de la aplicación de Mosquito Alert que está siendo ampliada. La comunidad científica añade que el Culex perexiguus también podría ser responsable del brote, pues es otra de las principales especies que transmiten el virus.
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