Dolarizar la economía: qué significa y qué países han aplicado la propuesta de Javier Milei
El presidente electo de Argentina propone utilizar el dólar estadounidense como moneda oficial para controlar los niveles de inflación
Más de 14 millones de argentinos eligieron a Javier Milei, de 53 años, como respuesta a la crisis inflacionaria que azota al país. Tras su triunfo electoral contra el peronista Sergio Massa, Milei asumirá la Presidencia de Argentina el próximo domingo 10 de diciembre. Entre sus propuestas para paliar la crisis destacan “dinamitar” el Banco Central, un Estado mínimo, recortar el gasto social y dolarizar la economía.
En América Latina hay tres países que han adoptado al dólar estadounidense como su moneda oficial. El primero en hacerlo fue Panamá, en 1904. Después siguió Ecuador, que comenzó a sustituir su moneda sucre por el dólar americano en el año 2000. Finalmente, la divisa circuló como moneda oficial en El Salvador a partir de 2001.
¿Qué significa dolarizar la economía?
En economía, dolarizar implica adoptar el dólar estadounidense como la moneda oficial de un país. De acuerdo con el especialista Eduardo Levy Yeyati, la divisa americana se emplea como medio de pago y de cambio, reserva de valor, unidad de cuenta y moneda de curso legal. El economista Juan Manuel Telechea asegura que para dolarizar la economía en Argentina se deben sustituir los pesos argentinos en circulación. “No solamente los billetes y dinero en efectivo, sino también los depósitos en los bancos. Todo eso se debe intercambiar por dólares”.
Javier Milei designó a Emilio Ocampo, director del Centro de Estudios de Historia Económica de la UCEMA, como el encargado de redactar y ejecutar el plan de dolarización. En su libro Dolarización: Una solución para Argentina, Ocampo propone dos reformas para aplicar eficazmente la sustitución del peso argentino. La primera de ellas es adoptar a la divisa estadounidense como moneda de curso legal. Esto significa que el dólar sea declarado en Argentina como un medio de intercambio oficial para transacciones comerciales y financieras. Los ciudadanos y las empresas estarían obligados a aceptar la divisa como medio de pago para dejar a un lado al peso argentino. La segunda reforma de Ocampo propone que los ahorros de los argentinos estén “fuera del alcance del poder político”.
“Proponemos reemplazar el sistema corporativista, clientelista y proteccionista que funciona desde hace al menos setenta años por una economía competitiva, abierta e integrada al mundo. Semejante cambio de régimen no es posible si la dolarización no es acompañada por otras reformas estructurales e institucionales”, señala Emilio Ocampo.
De acuerdo con Juan Manuel Telechea, el plan dolarizador de Milei es un “absurdo” que requiere al menos 30 mil millones de dólares para su ejecución. “No hay dólares suficientes para llevar a cabo la dolarización. Si uno dijera cuántos dólares se necesitarían para dolarizar la economía no estamos hablando de menos de 30 mil millones. Básicamente, es un número que en las condiciones de Argentina parece muy difícil de conseguir”.
¿Qué países han dolarizado su economía en América Latina?
En América Latina, Ecuador, Panamá y El Salvador utilizan al dólar estadounidense como una moneda de curso legal. El caso panameño se remonta a 1904, cuando el Gobierno declaró como moneda oficial a la divisa norteamericana, motivado por la construcción y operación del Canal de Panamá. En el país caribeño, la divisa convive con su moneda local, el balboa, utilizado para compras menores y que tiene un valor equivalente a un dólar estadounidense.
La crisis económica en Ecuador, que inició en 1998, obligó al presidente Jamil Mahuad a iniciar un proceso de dolarización total. El sucre ecuatoriano fue sustituido por el dólar americano desde el año 2000 en las operaciones financieras. Se convirtió en la única divisa que circula en el país. El Gobierno de Mahuad estableció una tasa de cambio fija de 25.000 sucres por dólar, lo cual generó un incremento en los precios de productos y servicios.
El Salvador implementó como moneda de curso legal al dólar estadounidense a partir de 2001, haciendo a un lado el colón, su moneda local. Bajo el Gobierno de Bukele, el país centroamericano también adoptó al bitcoin como una divisa oficial. En los dos países, la dolarización significó un encarecimiento de la vida y una progresiva desindustrialización que trajo desempleo y los obligó a sobrevivir de sus exportaciones.
¿Cómo fue la convertibilidad peso argentino-dólar en el gobierno de Carlos Menem?
Con la llegada de Javier Milei no sería la primera vez que Argentina acude al dólar en un intento de salvaguardar su economía. En 1991, el presidente Carlos Menem se apoyó en las privatizaciones y en la convertibilidad uno a uno entre el peso argentino y el dólar para detener la hiperinflación. La medida estuvo a cargo de Domingo Cavallo, dos veces ministro de Economía. La convertibilidad, que estableció una paridad fija entre el peso argentino y el dólar estadounidense, se respaldó con las reservas del Banco Central; sin embargo, trajo como consecuencia la peor crisis económica en Argentina en diciembre de 2001.
20 años después del “corralito”, la propuesta de dolarizar a Argentina vuelve al debate público con la futura investidura de Javier Milei en la Casa Rosada. La propuesta fue criticada en una carta por Thomas Piketty, Jayati Ghosh y más de cien economistas. “La dolarización parece ofrecer una solución al problema crónico de inflación de Argentina, y podría resultar tentadora cuando el valor de los ahorros y la capacidad de consumo se ven diezmados por una inflación galopante. La actual escasez de reservas de divisas haría que el tipo de conversión inicial del peso al dólar fuera tan alto que generaría más inflación”.
De acuerdo con los economistas, la convertibilidad del Gobierno de Menem significó una “ilusión de estabilidad” que devino en desempleo y pérdidas de ingreso en 2001: “condujo a una crisis aún mayor debido a las restricciones fiscales y monetarias de la vinculación peso-dólar”. Finalmente, advierten que, en caso de aplicarse la dolarización de la economía, las lecciones de la historia económica se echarían a un lado. Argentina entregaría su soberanía monetaria a la volatilidad de la divisa estadounidense y perdería su capacidad de maniobra fiscal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Argentina
- América
- Latinoamérica
- Peronismo
- Dólar
- Sergio Massa
- Javier Milei
- Elecciones
- Elecciones Argentina
- Ultraderecha
- Campañas electorales
- Buenos Aires
- Corralito financiero
- Economía
- Inflación
- Crisis económica
- Carlos Menem
- Jayati Ghosh
- Thomas Piketty
- Economistas
- Libre mercado
- Mercados
- Domingo Cavallo
- FMI
- Economía Latinoamericana