Dos vídeos de violencia policial se viralizan en Brasil y encienden una nueva polémica
Las grabaciones, que muestran cómo un agente tira a un sospechoso por un puente y otro mata a un ladrón por la espalda, ponen el foco en la impunidad y la cultura del gatillo fácil
Cada tanto, un vídeo que expone la violencia policial o un niño que muere por una bala perdida en Brasil encienden la polémica y colocan el foco en la actuación de las fuerzas de seguridad, que están entre las más letales del planeta. Esta semana ha vuelto a ocurrir al difundirse dos vídeos brutales: uno muestra a un policía de paisano que dispara por la espalda a un ladrón en un ultramarinos; en el otro un uniformado tira por un puente a un sospechoso. La segunda víctima sobrevivió. Aunque el gobernador de São Paulo, Tarcisio de Freitas, militar retirado y bolsonarista, ha criticado a los agentes implicados, arrecian las críticas que le acusan de haber apoyado un clima de impunidad. La estadística es tozuda. La policía fue responsable por una de cada cuatro muertes violentas ocurridas en 2024 en el Estado de São Paulo, según datos recopilados por Ponte Jornalismo.
América Latina es la región más violenta del mundo con diferencia. Y entre las muchas causas —del narco a la debilidad de las instituciones o una población joven— está también la letalidad policial. Especialmente, en Venezuela y en Brasil.
Este último país ha permitido que en las últimas décadas anide una cultura del gatillo fácil entre las fuerzas de seguridad, una cultura alentada por la impunidad. Es un fenómeno extendido, aunque con importantes diferencias regionales. Río de Janeiro, Bahía, y, a cierta distancia, São Paulo suelen encabezar la tasa de letalidad policial.
La polémica más reciente tiene como epicentro São Paulo. Llamativamente, el caso que mayor repercusión mediática ha generado, es el del sospechoso al que un policía militar tiró por un puente el lunes. Logró sobrevivir y lo sucedido saltó a los medios gracias a un vídeo grabado por un testigo. Los 13 agentes implicados en la operación han sido apartados de sus funciones y el que lo empujó para que cayera a un arroyo ha sido detenido este jueves ante el escándalo. El agredido iba en una moto que obvió la orden de detenerse y fue perseguido. Quizá ha causado más revuelo por lo novedoso de la agresión.
Más graves fueron las consecuencias para el veinteañero negro que robó cuatro paquetes de detergente en una tienda y al huir resbaló. La grabación de la cámara de seguridad del establecimiento muestra cómo el cliente, blanco, que está pagando en la caja, lo ve correr, echa la mano a la cintura, saca una pistola y le dispara por la espalda. Once balazos le pega. Era un policía de paisano. Al ser interrogado, alegó que actuó en legítima defensa porque sospechó que el ladrón estaba armado. Un argumento clásico en este tipo de sucesos, más comunes que el del puente.
Sobre ese caso, el gobernador de São Paulo dijo: “Quien tira a alguien por un puente no está a la altura de usar el uniforme de la institución”. Su secretario de Seguridad Pública, un capitán de la policía militar con fama de duro, Guilherme Derrite, criticó a los agentes implicados diciendo que “un policía no dispara por la espalda en un robo sin amenaza a su vida, ni tira a nadie por encima de un muro”. A lo largo de su carrera, Derrite fue investigado por 16 homicidios sin ser imputado nunca, según la revista Piauí. Para el jefe del cuerpo policial “fue un error emocional, casi una cosa infantil por el que va a ser juzgado”, declaró a Folha de S.Paulo.
El gobernador paulista trata de mantener las distancias de su mentor político, el expresidente Jair Bolsonaro, sin enfrentarse a sus seguidores. Este miércoles ha anunciado que mantiene al secretario de seguridad pública en su puesto pese a estos y otros recientes casos de violencia policial. “Mire los números”, ha dicho De Freitas, enfatizando la disminución de los asesinatos (-3%), de los robos (-14%) y de los hurtos (-4%). Un dato que no ha mencionado, pero la estadística sí revela es que en este 2024 una de cada cuatro personas asesinadas en el estado fue víctima de la policía, 676 de entre las más de 1.800 víctimas. Una tasa frecuente en Río, donde el uso de cámaras por parte de la policía hizo desplomarse tanto la letalidad que las muertes en general cayeron.
En el último año la violencia policial en São Paulo ha aumentado y los casos polémicos se multiplican. Una operación policial de varias semanas en Santos causó más de medio centenar de muertos, un niño murió después al ser alcanzado por una bala perdida —algo frecuente en Río, pero no en São Paulo—, un estudiante de medicina al que un agente disparó después de que, según la versión oficial, golpeara el retrovisor de la patrulla policial cuando intentaron abordarlo y se pusiera agresivo, etcétera. En las últimas horas han ido saliendo a la luz nuevos vídeos que muestran nuevos abusos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.