Uno de los rectores del CNE denuncia irregularidades en las elecciones de Venezuela

Casi un mes de silencio precede un comunicado difundido este lunes por Juan Carlos Delpino, rector principal del Consejo Nacional Electoral, en el que concluye, como lo han hecho ya los observadores internacionales que estuvieron en las elecciones del 28 de julio, que “lo ocurrido antes, durante y después de la elección presidencial señala la gravedad de la falta de transparencia y veracidad de los resultados anunciados”.

La declaración es el primer reconocimiento de irregularidades desde adentro de la autoridad electoral que, en bloque, ha guardado silencio y ha omitido publicar las actas y los datos mesa por mesa que permitirían demostrar la victoria del presidente Nicolás Maduro. Ese resultado, con el paso de las semanas, se ha cubierto de sospechas, mientras la oposición atribuye el triunfo al candidato Edmundo González Urrutia, valiéndose del 83,5% de las actas recogidas por sus testigos y que han hecho públicas.

Delpino no estuvo presente en la sala de totalización y también decidió ausentarse durante el anuncio del primer boletín y en la proclamación de Maduro que hizo el presidente del CNE, Elvis Amoroso, el día después de las elecciones. Lo hizo, según el comunicado, como una manera de manifestar su desacuerdo con las irregularidades que ocurrieron al cierre de las mesas de votación entre las que señala el desalojo de los testigos de oposición y el supuesto hackeo del que fue informado a las 9 de la noche del domingo de las elecciones y que generó demoras en las transmisión de datos que no fueron explicadas. En una entrevista ofrecida a The New York Times, desde la clandestinidad y publicada a la par que su comunicado, es más directo y dice que no recibió “evidencia alguna” de que Maduro ganara la contienda electoral.

Delpino, de profesión abogado, fue designado por la Asamblea Nacional rector del CNE hace un año, luego de una renuncia intempestiva de los cinco rectores anteriores. Para el momento, la formación era de tres árbitros alienados con el Gobierno y dos con la oposición, la más favorable para este sector en décadas. Desde agosto de 2023 integran el directorio como presidente y vicepresidente Elvis Amoroso, vinculado a Maduro y su esposa Cilia Flores, Carlos Quintero, funcionario con años de carrera en el CNE, Rosalba Gil, Aime Nogal, hasta entonces dirigente del partido del político Manuel Rosales, Un Nuevo Tiempo, y Delpino, cercano al partido Acción Democrática.

En teoría, el actual cuerpo de rectores —designados cuando la oposición estaba en plena organización de sus primarias— tendría la misma formación de 3 a 2. Pero en el camino, y según lo revelado ahora, Delpino fue el único que salvó su voto y se opuso a las medidas más controversiales. Al menos desde el 15 de marzo, denuncia, no fueron convocadas las reuniones del directorio y se tomaron decisiones por fuera con las que no estuvo de acuerdo. Por ejemplo, la imposición de requisitos fuera de ley a los venezolanos en el exterior para registrarse para las votaciones y la revocatoria de la invitación de la misión de observación de la Unión Europea ordenada por Jorge Rodríguez, jefe del Parlamento y del comando de campaña del chavismo, y acatada por el CNE.

Ahora el rector Delpino está en el ojo del chavismo, que ha aumentado el cerco sobre quienes considera adversarios. El vicepresidente del PSUV, el diputado Diosdado Cabello, ha pedido su destitución y reemplazo. “Un señor apellido Delpino, que es rector principal, que abandonó el cargo. Abandonó el cargo y se le aplicarán los procedimientos contemplados en la Constitución y la ley. Corresponde a la Asamblea Nacional, aprovechamos que está nuestro presidente aquí de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, porque corresponde el nombramiento y remoción”, señaló este lunes en una rueda de prensa y agregó que Delpino formaba parte de un supuesto plan para desconocer los resultados de las elecciones que anunciara el CNE.

Venezuela está inmersa en una compleja crisis política que esperaba encontrar una salida en estos comicios pasados sobre los que Delpino dice lamentar que no le hayan servido al país. Sus declaraciones vuelven sobre lo dicho por observadores y señala que el supuesto peritaje hecho por Supremo de los resultados no era la vía para resolver el conflicto e insiste en señalar que el CNE debe presentar las actas que dispone para su auditoría por parte de veedores internacionales e independientes.

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