De Miami a Madrid y de México a Santiago: los venezolanos en el exterior pasan de la emoción a la angustia
Pese a que solo un 1% de los migrantes y exiliados podían votar este domingo debido a las numerosas trabas impuestas por las autoridades, miles de venezolanos se reunieron para seguir la jornada electoral y los resultados
El voto de los venezolanos en el exterior en las elecciones presidenciales de este domingo estuvo lleno de simbolismos. “Libramos por todos”, fue una de las frases más repetidas en las redes sociales de quienes sí pudieron ejercer su derecho. En México, 3.214 venezolanos estaban convocados a votar. La algarabía y el ambiente festivo se apoderaron de la calle Schiller de Polanco, el barrio en el que se encuentra la Embajada venezolana. Fue una jornada para el reencuentro. “Somos nación de nuevo”, expresó la escritora venezolana Gisela Kozak luego de votar después de años en el exilio. Muchos como ella no se fueron luego de sufragar, permanecieron en el lugar a la espera de los resultados acompañados por cientos de compatriotas que no pudieron votar, pero atendieron la convocatoria para apoyar esta jornada histórica en el país sudamericano.
Y de la emoción rápidamente pasaron a la angustia. Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), un órgano afín al chavismo, le dieron la victoria al presidente Nicolás Maduro, un anuncio que despertó cuestionamientos por parte de la comunidad internacional y los sectores opositores, algunos de los cuales lo han tildado de “fraude”.
Escenas como estas se repitieron en decenas de ciudades americanas y europeas que han sido destino de casi ocho millones de venezolanos que se han visto obligados a salir del país en los últimos años. De ellos, cerca de cinco millones de personas tenían derecho al voto en el exterior, pero solo el 1% podía depositar su voto en una urna este domingo debido a las numerosas trabas impuestas por las autoridades.
Eso no impidió que cientos de migrantes y exiliados se concentraran en los centros de votación en el exterior o en otros puntos de sus ciudades de destino en apoyo al proceso electoral durante el día y conforme avanzaba la noche para seguir los resultados.
En Bogotá, la capital de Colombia, el principal destino de los migrantes venezolanos —2,7 millones, según cifras de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM)—, solo 7.000 personas estaban habilitadas para votar en ocho mesas electorales en el Colegio Técnico Palermo, ubicado en la localidad de Teusaquillo. Hasta allí llegaron miles de venezolanos, que se reunieran en el Parque Distrital Alfonso López, a dos cuadras del lugar de votación, durante el día.
Por la noche, se concentraron en la plaza Bolívar a la espera de los resultados. Allí se escucharon cánticos de “Sí se puede” o “Y va a caer y va a caer, este Gobierno va a caer”, al igual que en otros lugares, como a las afueras de la embajada de Venezuela en República Dominicana o en Quito, donde cientos de personas con banderas y globos con los colores de Venezuela recorrieron las principales avenidas de la ciudad.
En la capital ecuatoriana, un grupo de migrantes venezolanos también desplegó una enorme bandera tricolor durante una misa en la iglesia Nuestra Señora de La Paz mientras cantaban la canción Venezuela, de Luis Silva. Otra canción que sonó entre los venezolanos en el exterior fue Volver a casa, de Mario Cáceres, que sonó en las calles de Santiago de Chile.
Migrantes venezolanos cantan Venezuela durante la misa en la iglesia Nuestra señora de La Paz en Quito - Ecuador.
— Jefferson Diaz :. (@Jefferson_Diaz) July 28, 2024
(Yo no estoy llorando, tú estás llorando)#VenezuelaElige #VenezuelaVOTA #Presidenciales2024 pic.twitter.com/kGK04LNyDs
En ese país, miles de venezolanos se concentraron en distintas regiones como Maule, Valparaíso, Biobío, Arica y Parinacota, y Antofagasta. En Santiago, los migrantes se aglutinaron desde la mañana en la Embajada de Venezuela para esperar el desarrollo de los comicios, aunque la mayoría podían sufragar. Ondeando banderas y cantando el himno de su país, los venezolanos se tomaron la plaza Inés de Suárez –cercana a la embajada–, al punto de que Carabineros decidió cortar el tránsito de forma parcial en una de las vías.
“Yo no pude votar porque no logré inscribirme”, le ha dicho a EL PAÍS Mariana Pérez, de 36 años y residente en Chile. “Vivimos cerca de la embajada. En la tarde, mi esposo y yo salimos a pasear a nuestro bebé y el ambiente era increíble. [Había] muchos autos en caravana yendo hacia el lugar de la concentración. La gente salía en masa del metro. Todos con sus banderas de Venezuela, o con alguna camisa de la Vinotinto o con mensajes por la libertad. Todos tenían en común la esperanza de que ahora sí algo va a cambiar en Venezuela, de que será el fin de la dictadura. Era contagiosa la alegría. Mi esposo, que es chileno, me regaló una bandera de Venezuela. Ojalá nuestro bebé pueda conocer el país en el que yo crecí antes de que llegara el chavismo”.
Cientos de esos ciudadanos se han quedado hasta el cierre de la votación para esperar el resultado del Centro Nacional Electoral (CNE). E incluso, antes de darse a conocer cualquier resultado, han celebrado, en caravanas de coches en la capital chilena y vitoreado un posible triunfo de la oposición.
En Estados Unidos, la diáspora venezolana se ha reunido a lo largo del día en diferentes ciudades. En Miami, el corazón del exilio en ese país, miles de ciudadanos se han concentrado por la tarde en el parque José Martí, donde han colocado una pantalla gigante para seguir los resultados. Se estima que en territorio estadounidense residen oficialmente más de 500.000 venezolanos que se han quedado sin votar después de que el Gobierno de Nicolás Maduro decidiera cerrar sus legaciones diplomáticas en ese país en 2019.
En España, de las más de 400.000 personas nacidas en Venezuela y mayores de edad, solo 24.770 pudieron inscribirse para votar por las trabas burocráticas. Miles de personas se reunieron en la plaza de Colón de Madrid, donde durante el día se han concentrado miles de venezolanos con banderas, gorras y camisetas de Venezuela y cantando eslóganes como “Venezuela, libertad”, “Nos vemos en casa” o “Maldito sea el soldado que apunte su arma contra el pueblo”. Aunque algunos se quedaron hasta entrada la noche, acabaron regresando a sus casas antes de conocerse los resultados. Y en la mañana de este lunes amanecieron con la noticia que convirtió la esperanza en angustia.
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