Reducción del Estado y admiración por Thatcher: ¿cuál es el perfil ideológico de María Corina Machado?

María Corina Machado, el cerebro detrás del candidato presidencial Edmundo González Urrutia, tiene ideas difíciles de enmarcar. Cuando debe tomar definiciones sobre su línea política dice que es liberal, al igual que su partido Vente Venezuela. Y sí lo es, en cierto modo, porque se plantea achicar el Estado, defiende la economía de libre mercado y hasta la privatización de Petróleos de Venezuela (PDVSA). En lo social, los pensamientos tienen otro vuelco, porque se inclina a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, y se muestra flexible ante la despenalización del consumo de marihuana –con uso medicinal–, pero en contra del aborto, con la excepción de los casos de violación.

Considerada durante años como el ala radical de la oposición, la popularidad de la exlegisladora, de 56 años, se disparó en el último año. Ganó con un 92% de los votos las primarias de la oposición en octubre de 2023, aunque en enero fue inhabilitada por la Contraloría, controlada por el oficialismo, para ejercer cargos de elección popular. Pero este revés no impidió que siguiera en ascenso su liderazgo, y cedió su capital político al outsider y exdiplomático González Urrutia, quien trata de destronar al presidente Nicolás Maduro en las votaciones de este domingo.

Si es cuestión de calzar los ideales de Machado en una línea de pensamiento, el sociólogo Ramón Piñango dice que se puede clasificar como una liberal pragmática. “Ella cree en la libertad individual como principio fundamental, en el Estado de derecho como conjunto de normas que regulan la convivencia y que deben ser respetadas por todos. Está en la búsqueda constante de los medios más eficaces para alcanzar los objetivos compartidos por la sociedad, con la clara disposición a rectificar si no se alcanzan los objetivos en un plazo razonable”, comenta por teléfono.

Conocida como la dama de hierro del país caribeño, Machado ha señalado su admiración hacia la ultraliberal Margaret Thatcher (primera ministra británica de 1979 a 1990) debido a la defensa de sus valores contra todo lo que se le opuso. Pero quienes le conocen marcan diferencias políticas con cualquier otra figura. “No creo que María Corina sea comparable con otros personajes mujeres y bien conocidos en la historia del mundo en el último siglo. Prefiero describirla como decidida, dispuesta a asumir riesgos, inteligente y que trabaja en equipos. Muy pronto sabremos si hizo historia, no solo para los venezolanos, sino también en lo que se refiere a la participación de las mujeres en política en nuestro país”, asegura Piñango.

El académico y político Julio Castillo considera que su figura se aleja de ser conservadora: “Es avanzada desde muchos puntos de vistas, incluyendo el social y el político. Ella cree en un modelo de libertad económica que, traducido al escenario venezolano, significa que se abran las compuertas de la economía, que el Estado deje de estar en sitios donde no debería estar, que la inversión fluya con reglas claras. Esto es clave, especialmente si toma en cuenta que actualmente el país está sumido en una economía opaca”. Y agrega: “Esto tiene su correlato también en el terreno social, porque ser libre plantea la capacidad de que todos podamos dedicarnos a lo que quisiéramos”. En lo que sí coinciden quienes conocen su trayectoria es que se aleja de la política tradicional de Venezuela y que está dispuesta, junto al candidato presidencial González, a aglutinar distintos ideales de la oposición en caso de que logren una victoria en las votaciones de este domingo y puedan conseguir una transición.

Menos intervención del Estado

La exdiputada apunta a un Estado sea más pequeño. Esto es antagónico a la expansión realizada por el chavismo durante los 25 años en Venezuela del aparato estatal. Así lo dejó ver en su propuesta de programa gubernamental conocida en las primarias de la oposición, que es similar al presentado por González Urrutia: “La destrucción social e institucional que ha sufrido el país es también superar la visión de un Estado omnipotente que ha caracterizado a Venezuela en buena medida desde el auge petrolero de mediados del siglo XX”. Para conseguir esto, el plan se orienta a una reestructuración del Estado.

La fundadora de Vente Venezuela ha planteado un acuerdo que “libere las fuerzas de la economía de mercado”, lo cual consolidaría a través de una “reflexión” colectiva. Su modelo supone el respeto “irrestricto” a la propiedad privada, que se impidan las expropiaciones; y la apertura de Venezuela a los mercados mundiales. Su defensa hacia la propiedad privada quedó retratada en 2012. Machado era diputada y se enfrentó al entonces presidente Hugo Chávez en la Asamblea Nacional: “Expropiar es robar”. Esto fue contestado por el mandatario venezolano: “Usted está fuera de ranking para debatir conmigo [...] Usted me llamó ladrón delante del país. No la voy a ofender: ¡Águila no caza moscas!”.

Machado ha apuntado a la privatización de la estatal PDVSA, pero también a la de todas las actividades productivas de la industria que sean “aconsejables” para potenciar inversiones privadas y el incremento sostenido de la producción. “El Estado seguirá recibiendo recursos fiscales en forma de regalías y de impuestos, y asegurará las condiciones para que las empresas privadas incrementen la producción en el más corto plazo posible”, reflejó en su plan programático de 2023, antes de ser descartada como carta presidencial. Así es María Corina Machado, la mujer que quiere liderar la transición después de una derrota del chavismo.

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