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Venezuela defiende en La Haya su posición sobre el Esequibo y se anexiona por ley parte de Guyana

El Gobierno de Caracas presenta una contramemoria en el Tribunal Internacional de Justicia sobre su posición ante el conflicto territorial con el país vecino

Tribunal Mundial en La Haya, Países Bajos
Vista del Palacio de la Paz que alberga el Tribunal Mundial en La Haya, Países Bajos.Peter Dejong (AP)
Florantonia Singer

Venezuela ha presentado este lunes ante la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas, en La Haya, sus argumentos en defensa de la titularidad del extenso territorio del Esequibo que se ha disputado por décadas con Guyana. La vicepresidenta Delcy Rodríguez asistió a la audiencia que había fijado el tribunal para este 8 de abril para entregar un legajo en cajas con copias de un documento en el que ratifican su posición en la disputa sobre los límites entre ambos países. No obstante, Venezuela ya ha avanzado por otros caminos en la incorporación de las 160.000 hectáreas de selva a los mapas oficiales del país y este lunes la Gaceta Oficial ha publicado la ley en la que crea un territorio administrativo sobre el área reclamada.

El conflicto por el Esequibo alcanzó un nuevo estadio en 2018, cuando el secretario general de la ONU, António Guterres, elevó la controversia al tribunal tras décadas de gestiones poco fructíferas. La corte debe determinar la validez del Laudo Arbitral de 1899, una decisión considerada amañada por Venezuela, pero de la que Guyana, que ha ocupado de facto el territorio, se aferra para reclamar soberanía sobre el área. Venezuela, por su parte, se basa en los postulados del Acuerdo de Ginebra de 1966 que establecen mantener una vía de negociación y diálogo para la resolución del conflicto, que en su extremo desembocaría en el TIJ.

El Gobierno de Maduro ha acudido a esta instancia pese a no reconocerla y desestimar sus decisiones. En diciembre pasado, en un referéndum convocado por Nicolás Maduro, en una votación de la que todavía no se conocen los resultados oficiales, se aprobó la creación de un nuevo Estado llamado Guayana Esequiba, que ya se materializó en el nombramiento de autoridades y en una ley. En la misma consulta ―en la que el chavismo asegura que participaron 10 millones de venezolanos, aunque en las calles, ese día, no se vio gran movilización― también se rechazó la jurisdicción del TIJ en este conflicto. La maniobra política levantó las alarmas ante un conflicto regional. Entonces, el Tribunal advirtió a las partes de inhibirse de tomar medidas que agravaran el choque. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, intervino junto con la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) para calmar las tensiones en una cumbre con los mandatarios de ambos países celebrada en San Vicente y Granadinas. A esa especie de tregua, siguieron movimientos militares en la frontera e intercambios de comunicados.

La crisis del Esequibo es un frente que Venezuela mantiene, sobre todo a nivel interno. La aprobación de la Ley en Defensa del Esequibo se ha producido en la carrera a las presidenciales del 28 de julio, a las que Maduro quiere llegar sin mayor competencia, luego de inhabilitar a su principal contrincante María Corina Machado, abanderada de la oposición y escogida en una elección primaria. Más allá de la creación del Estado Esequibo, la incorporación del territorio a los mapas, la norma establece sanciones de inhabilitación política a quienes hayan discrepado de la posición del Gobierno en esta disputa.

El Esequibo aparece en los mapas de la antigua Capitanía General de Venezuela desde 1777, bajo el dominio español, pero quienes han ocupado el área, que representa dos tercios del territorio actual de Guyana, han sido los británicos primero y desde el siglo pasado, con la independencia, los guayaneses. Quienes viven ahí hablan inglés y tienen la cédula de ese país. Antes de que la controversia territorial llegara a La Haya, Venezuela, durante el Gobierno de Hugo Chávez, fue laxa en los reclamos para retener el apoyo de los países de la Caricom, que históricamente han apoyado la posición de Guyana. Hace menos de una década, el hallazgo y la explotación de reservas de hidrocarburos en las aguas territoriales del Esequibo ha dado un vuelco a la historia.

Mientras el país petrolero por excelencia, Venezuela, está hundido en la crisis por los malos manejos y las sanciones internacionales a PDVSA, su principal industria; Guayana ha otorgado concesiones multimillonarias a petroleras a trasnacionales como Exxon Mobile. Con menos de un millón de habitantes, el país se vislumbra como uno de mayor crecimiento económico de la región para los próximos años. Pese al discurso contra el TIJ, Venezuela se ha asegurado, con el envío de las cajas de documentos y la presentación de este lunes, seguir participando en el proceso para no perder por forfeit en el juicio que definirá la validez del Laudo Arbitral de 1899 que defiende Guayana y que podría incluso delimitar la nueva frontera.

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