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La fallida conspiración para que el Cartel Jalisco atrapara a El Crook de Hollywood: así engañó un pandillero al Gobierno de Bukele

Un antiguo miembro de la pandilla Barrio 18 negoció dinero y la liberación de un familiar con las autoridades salvadoreñas a cambio de convencer al narco mexicano de que secuestrara al líder de la Mara Salvatrucha, una organización rival. Todo fue una farsa, revela una investigación de ‘El Faro’

Elmer Canales Rivera
Elmer Canales Rivera, también conocido como 'El Crook de Hollywood', detenido en México el 9 de noviembre de 2023.
Elías Camhaji

La noticia corrió como pólvora hace un par de meses. Elmer Canales Rivera, alias Crook de Hollywood, uno de los líderes de la cúpula de la Mara Salvatrucha, había sido detenido en México, bajo total sigilo y aires de misterio. No se supo mucho sobre cómo fue capturado. Se sabía de su extenso historial criminal, sus vínculos con los carteles mexicanos, que fue uno de los hombres clave en las negociaciones entre las pandillas y el Gobierno de Nayib Bukele y que Estados Unidos quería su cabeza por actos de terrorismo. El arresto fue el pasado 8 de noviembre en Chiapas, en el sur de México. No fue hasta una semana después que el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó un comunicado, en el que se señalaba de forma escueta que El Crook, miembro de los llamados “Doce apóstoles del diablo” (el órgano directivo de la Mara), ya estaba bajo custodia estadounidense tras ser entregado por agentes mexicanos en el Aeropuerto Internacional de Houston.

La captura de El Crook fue un escándalo, porque se suponía que el Gobierno de Bukele ya lo había atrapado en El Salvador en junio de 2021. Previo al arresto, las autoridades estadounidenses tenían dudas sobre su paradero y daban por ciertas las versiones de que había sido puesto en libertad de forma irregular en noviembre de ese año, premiado después de ser un elemento indispensable en las negociaciones que sostuvieron las pandillas con altos funcionarios de la Administración de Bukele.

Los documentos judiciales del caso en Estados Unidos revelaban que se permitía entrar y salir a los pandilleros de la cárcel con total impunidad y la prensa salvadoreña aseguró que vivía a todo lujo en una de las zonas más exclusivas de la capital, pese a que Washington había pedido su extradición en múltiples ocasiones y a que estaba vigente una ficha roja de la Interpol. En algún punto, el marero tuvo que esconderse y huir, primero a Guatemala y después a México. La Casa Blanca no se guardaba nada al afirmar que había un pacto mafioso en El Salvador que había obstaculizado la llegada de El Crook a Nueva York, donde la Fiscalía quería sentarlo en el banquillo de los acusados.

Cuando descubrieron que Estados Unidos estaba tras la huella de El Crook, las autoridades salvadoreñas iniciaron su propia cacería en un intento de recuperar credibilidad con Washington y desmentir que habían pactado con los criminales, según una investigación publicada por El Faro este viernes. El reportaje cuenta la historia de un pandillero identificado como Rafael Eduardo J, alias Rafa o El Chafa, que vio una oportunidad de oro cuando “el Gobierno salvadoreño emprendió una desesperada carrera para recapturar a Crook y retornarlo a El Salvador antes de las elecciones de febrero de 2024″.

Siempre según esta investigación, Rafael estuvo en contacto durante meses con el inspector Raúl Eduardo Reyes Escuintla, jefe de la División Élite contra el Crimen Organizado y conocido como El Jefe Iván, y lo convenció de que podía organizar un operativo de secuestro para atrapar a Elmer Canales Rivera en México. Rafa le dijo que el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los grupos criminales más poderosos del mundo, podía ayudar al Gobierno de Bukele a concretar la captura y que un grupo de coyotes (traficantes de personas) tenía información para rastrearlo en territorio mexicano. A cambio, el pandillero, que estaba prófugo de la justicia y se ocultaba en otro país de Centroamérica, recibió miles de dólares en “viáticos” y logró la liberación de su hermana, encarcelada por ser su familiar bajo las leyes previstas en el régimen de excepción que instauró Bukele a principios de 2022.

Rafael no es un pandillero cualquiera. Es un veterano que llegó hasta los escalafones más altos de la pandilla Barrio 18 y tuvo un lugar en la mesa de negociaciones con algunos de los criminales más temidos y los políticos más poderosos en las treguas que otras administraciones en El Salvador pactaron con las pandillas. Se sentó con altos funcionarios de todos los colores, de la izquierda y la derecha, y se convirtió en portavoz de sus propios enemigos. Con la experiencia de un buen negociante, El Chafa puso precio a la captura de Crook: “Un millón de dólares para el Cártel Jalisco Nueva Generación, 250.000 dólares para el Barrio 18 Sureños y 50.000 dólares para él”, publica El Faro.

Pero todo era un engaño. “Rafael jamás involucró a su pandilla, nunca entró en contacto con el CJNG, jamás fue a México y nunca hubo unos mafiosos discutiendo el precio de un rapto. Lo que sí hizo fue entrar en contacto con este periódico y con autoridades estadounidenses”, afirma el medio salvadoreño, que basa su investigación en audios obtenidos de las conversaciones entre Rafa y el Jefe Iván, la propia confesión del pandillero y documentos judiciales que verifican el relato.

El Gobierno salvadoreño pagó miles de dólares al pandillero y le compartió información clasificada para tratar de concretar la captura, según la investigación. “Mi tío [Crook] estaba en Miraflores, Chiapas; pero como es inquieto, se fue a Guadalajara, allá está. Eso dígale al muchacho [Rafael]”, se lee en uno de los mensajes que el inspector Reyes Escuintla envió a la hermana de el pandillero el pasado 1 de octubre, prácticamente un mes antes de que El Crook fuera capturado. Su familiar tenía que reportarse con otro alto rango de la Policía salvadoreña para mantenerse en el radar de las autoridades.

Rafa hace un recuento detallado de cómo engañaba al jefe policial y le decía lo que quería escuchar. “Aparte de la J [Cartel Jalisco Nueva Generación] estuve hablando con la gente de nosotros mismos (de la pandilla Barrio 18 Sureños) del área del lugar en el que estoy y donde él [Crook] también se mueve”, se escucha en una de las grabaciones que compartió el propio pandillero.

Rafael daba largas cuando le pedían que diera detalles sobre el paradero de Canales Rivera o cuando le pedían fechas concretas para entregar avances en la misión que le encomendaron. “Media vez yo tenga viáticos, tenga a mi hermana afuera, yo comienzo a sentarme con esta gente”, decía en esa conversación. Los engaños de El Chafa eran creíbles porque desde hace años las autoridades de la región han documentado los vínculos que existen entre las pandillas de El Salvador y los carteles mexicanos más poderosos, ya sea el CJNG, el Cartel de Sinaloa o Los Zetas. Así consta en el expediente judicial de El Crook y de otros miembros de la Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, en Estados Unidos.

Antes la corporación de élite contra el crimen organizado de El Salvador había sondeado con traficantes de migrantes, que dominan las rutas de los grupos criminales en Centroamérica, para dar con El Crook. Pero la mayoría se mostraban reacios a colaborar. Fue uno de estos coyotes, como se les conoce de manera coloquial, quien contactó a Reyes Escuintla con Rafa. “El miedo que ellos tienen es que El Crook vaya a hablar a Estados Unidos y se pase llevando a todo este Gobierno”, afirmó Kevin Genovés, un traficante que también fue reclutado para la fallida conspiración y que se quejó de que el Gobierno de Bukele dio prácticamente todo lo que pidió Rafael, mientras que a los traficantes no les dio nada. El coyote lanzó las acusaciones en un video publicado en redes sociales en noviembre de 2023. Un mes después, Genovés fue capturado en El Salvador y no se supo más de él, refiere El Faro.

El pacto entre el Jefe Iván y Rafa voló por los aires cuando los medios dieron a conocer el arresto de El Crook en México. Ese mismo 8 de noviembre, la hermana del pandillero huyó de territorio salvadoreño para evitar represalias. El Chafa y su hermana entraron a un programa de protección de las autoridades de Estados Unidos ese mismo mes, de acuerdo con la investigación.

El Salvador tendrá elecciones el próximo 4 de febrero y Nayib Bukele parte como el gran favorito. El presidente buscará la reelección gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia, controlada por ministros allegados a él, que revocó la prohibición que estaba vigente y que obligaba a que esperara 10 años para repetir en el Gobierno. Pese a los escándalos, las acusaciones de corrupción y represión, los polémicos acuerdos con las pandillas, la persecución a la prensa independiente y el giro autoritario del país, el mandatario presume de una aprobación que ronda el 90%.

El día que cayó El Crook de Hollywood en México, Bukele se limitó a compartir en redes sociales un emoji con una cara guiñando el ojo. Tres semanas después obtuvo una licencia para emprender su campaña electoral tras dejar como encargada del Gobierno a su secretaria personal. Si obtiene más del 50% de los votos no habrá necesidad de una segunda vuelta y consumará su reelección para ser presidente hasta 2029.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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