Fabio González: el visionario de la palmicultura

Con 41 años en Palmas del Cesar y 28 al frente de la gerencia, Fabio González Bejarano es la persona que más sabe de la industria palmicultora en el país. Ha revolucionado el sector al introducir tecnología de punta y soluciones innovadoras con responsabilidad social y medioambiental, lo que le permitió a su empresa recibir la certificación internacional de la Roundtable on Sustainable Palm Oil. Trabajador persistente en favor de los palmeros, hace cuatro años fue nombrado miembro honorario de la junta directiva de Fedepalma.

Nacido en Fusagasugá hace 67 años e ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional, González ha posicionado a Palmas del Cesar como líder del sector con la mayor capacidad instalada y la planta extractora más moderna del país. Todos sus procesos, desde la siembra de la palma hasta el procesamiento del fruto, tienen en cuenta factores como la gestión eficiente del agua, la protección de suelos, el control de emisión de gases y la conservación de la biodiversidad.

“Nuestra misión no solo consiste en producir aceite de palma para tener un beneficio económico, sino en apalancar el crecimiento y el desarrollo de la región”, afirma.

La principal innovación social promovida por González es el llamado Núcleo Palmero de Palmas del Cesar. Hoy la empresa cosecha cerca de 14.000 hectáreas, de las cuales solo 3.500 son de su propiedad, el resto pertenece a cerca de 346 pequeños productores. Además de comprarles el fruto, les hacen transferencia tecnológica y los apoyan en aspectos técnicos, económicos y sociales para que obtengan un producto de alta calidad. El modelo, que ha sido un caso de estudio en la Universidad de Harvard, se aplica desde finales de la década del 2000 y se ha convertido en “una rueda que ha hecho girar el progreso, la prosperidad y el desarrollo en el sur del Cesar”, en palabras de González.

“Como toda compañía, tenemos unos clientes, que son los que nos compran el aceite. Sin embargo, dimos un giro en la perspectiva al considerar a nuestros colaboradores, comunidades, aliados palmeros y al medioambiente como nuestros clientes. Queremos que nuestros grupos de interés estén satisfechos para que se sientan orgullosos de trabajar aquí, para que haya un entorno social y medioambiental beneficioso para todos y para que todos progresemos”.

En los últimos ocho años, bajo su liderazgo, Palmas del Cesar incursionó en la economía circular con dos proyectos potentes que hoy son una realidad. El primero es una planta de biocompost que aprovecha la biomasa (llamada comúnmente tusa o bagazo) y los lodos resultantes del proceso de extracción del aceite para fabricar abono, destinado a los suelos en los que se cultiva la palma. El otro gran proyecto es transformar el sistema de tratamiento de aguas residuales industriales de la empresa en una planta productora de biogás, que ya es una realidad, para lograr producir en un futuro cercano 8.000 kilovatios de energía (“esto podría abastecer a una población de 12.000 personas”, precisa).

Para González, un líder no es únicamente quien guía o quien ha trabajado duro para alcanzar el éxito. Es mucho más: “El liderazgo es un servicio para satisfacer las necesidades de las demás personas”.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.