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Galán amplía la fiesta hasta el amanecer en 19 zonas de Bogotá

La Alcaldía permitirá la operación en horario extendido de bares y discotecas de zonas definidas tras evaluaciones de seguridad, convivencia, ruido y uso del suelo

Fiestas 5 am Bogotá
Andrés Ortiz

Con más de dos meses de retraso, este lunes la Alcaldía de Bogotá publicó para comentarios el documento con el que crea las 19 zonas en las que los locales de vida nocturna podrán operar hasta las 5 de la mañana, y no solo hasta las 3 del resto de la capital colombiana. Este paso ha tranquilizado a los empresarios y los concejales de la oposición que criticaron al alcalde tras la expedición del decreto que puso ese nuevo tope al horario de la rumba, y también ha entusiasmado a miles de bogotanos que esperan poder irse de fiesta, legalmente, hasta el amanecer.

Las Zonas Focalizadas de Expendio y Consumo Extendido, según quedó estipulado en el decreto 293 de 2025, son áreas definidas a partir de criterios de densidad espacial (número de bares y discotecas en un radio de 75 metros), seguridad, convivencia y ruido, teniendo en cuenta que no se trate de zonas residenciales o patrimoniales. La administración identificó primero 28 zonas con al menos 10 establecimientos nocturnos en esa zona de 75 metros, cruzando datos de la Cámara de Comercio con la información de las alcaldías locales, recorridos en terreno y las zonas de rumba previamente reconocidas. Tras evaluaciones de riesgos de seguridad, convivencia y ruido, 19 cumplieron con los requisitos: cuatro en Engativá, tres en Suba y en Fontibón, dos en Puente Aranda, Los Mártires y Chapinero, y una en Usaquén, Bosa y Kennedy. Por fuera quedaron zonas de alto flujo nocturno como la Avenida 1 de mayo, la Calle 116 o el barrio Galerías, aunque la Alcaldía dejó abierta la posibilidad de habilitarlas en el futuro si mejoran sus indicadores.

Para Alejandro Medellín, analista de datos de la empresa líder de producción de eventos del país, Páramo Presenta, la medida es “muy positiva y necesaria”. Explica que la demanda ha desbordado la oferta de fiesta en la ciudad de ocho millones de habitantes. “Hay muchas más personas queriendo rumbear que rumbeaderos que los pueden acoger, muchas más personas queriendo coger Uber en la madrugada que carros andando”, asegura. Eso, dice, “es un lujo para los comerciantes” porque ahora tendrán más tiempo para atender ese mercado. Medellín agrega que la ampliación focalizada también beneficia a los consumidores, pues dos horas más de fiesta hacen “que se diluya más la salida de los rumbeaderos, lo que hace más fácil llegar a sus casas de manera segura”. Con la restricción actual, explica, muchos asistentes se aglomeran a esa hora, congestionando el transporte y permaneciendo más tiempo en lugares que pueden ser inseguros. “La salida será más gradual, más segura y más barata”, resume.

Con él coincide Camilo Bayter, frecuente usuario de bares y discotecas. Aunque aclara que “son pocas las veces” que se ha quedado hasta las cinco en un establecimiento, le parece “chévere” tener esa opción. Además, agradece la posibilidad de poder tomar Transmilenio, el sistema de transporte masivo que empieza a circular a las 5 de la mañana los sábados domingos y festivos, pues más de una vez ha enfrentado la falta de opciones de transporte.

El concejal del Partido Verde, Julián Rodríguez Sastoque, uno de los principales críticos de la decisión inicial del alcalde Carlos Fernando Galán, asegura que la Administración “ha recapacitado”. “Restringir en ningún caso era el camino para combatir la inseguridad”, insiste, pues argumenta que el límite de las 3 de la mañana fomenta la ilegalidad, pues conduce a muchas personas a buscar lugares que operan de forma ilegal, “antros de la perdición donde hay alcohol adulterado y sustancias psicoactivas”. Todo ello, dice, mientras perjudica a los comerciantes que se adhieren a la ley, pagan impuestos y generan empleo.

Aunque da la bienvenida a las Zonas Focalizadas, el concejal insiste en que el decreto es contraproducente. Su propuesta de política pública para la rumba es otra. Presentó e impulsa en el Concejo el proyecto de acuerdo llamado ‘Rumba Segura’, al que solo le falta la aprobación de la plenaria para salir adelante, y que crea incentivos para los bares o discotecas con buenas prácticas para la seguridad y la convivencia, y fomenta la articulación entre ellos, las autoridades locales y la comunidad para reducir los conflictos por ruido, seguridad y espacio público. “La idea es que la fiesta en Bogotá no sea sinónimo de desorden o riesgo, sino de corresponsabilidad. Menos garrote y más zanahoria para los establecimientos que cumplen la ley”, concluye el concejal, para quien se requiere una regulación integral de la vida nocturna, que trascienda la fiesta y que incentive también ámbitos como el comercio, la logística y la producción industrial.

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Sobre la firma

Andrés Ortiz
Periodista y colaborador de EL PAÍS en Colombia. Antes escribió para la sección de Última Hora. Trabajó en Colombia Visible, proyecto enfocado en periodismo de soluciones, y en La Silla Vacía. Estudió Ciencia Política y Lenguas y Cultura en la Universidad de Los Andes en Bogotá. Cursó el máster en Periodismo UAM–EL PAÍS.
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