Los extraños hechos que rodean la muerte del hijo del inspector de la policía nacional

Colombia sigue el minuto a minuto del caso del asesinato de Juan Felipe Rincón Morales, hijo del inspector general de la Policía Nacional, William Rincón. Juan Felipe, de 21 años, murió en la mañana del pasado domingo en el barrio Quiroga, al sur de la capital. Allí fue citado por la familia de una menor de ocho años con la que, según denuncian esos familiares, el joven mantenía conversaciones de carácter sexual. La familia Sotelo buscaba confrontar al joven en un encuentro que devino en una pelea. El choque terminó en disparos y en un homicidio que está por esclarecerse.

La información se ha ido revelando a cuentagotas por los medios de comunicación, a medida que se conocen testimonios y pronunciamientos de las autoridades. Hasta el momento no se sabe qué arma disparó la bala que mató al joven ni qué sucedió exactamente en las horas previas a la muerte.

Juan Felipe era hijo de un condecorado general con más de 30 años al servicio de la Policía. Estudiaba en la Universidad EAN y desde hace dos meses vivía solo en un apartamento en el norte de Bogotá, según ha contado Dina Morales, su madre, en entrevista con W Radio este jueves. Morales ha asegurado que no sabía que su hijo se comunicaba con alguna menor de edad y pidió esperar a los resultados de las investigaciones. “No se puede decir nada sobre lo que pasó porque quienes están realizando las investigaciones no han logrado determinar, ni terminar con ese proceso investigativo”, ha afirmado.

También ha sostenido que su hijo denunció en mayo que fue suplantado en redes sociales. Lo hizo a través de su cuenta Facebook, que tiene el acceso restringido al público desde hace pocas horas. Por su parte, William Rincón aseguró a Noticias RCN que espera el dictamen de las autoridades. “Lo digo como padre de familia, no voy a permitir ningún hecho y mucho menos lo voy a ocultar como policía”, afirmó el general este martes, durante las exequias de su hijo.

Las autoridades le siguen la pista al caso a partir de testimonios como los de Katherine Sotelo, madre de la menor de ocho años, que citó a Juan Felipe en el barrio. Sotelo, también en conversación W Radio este martes, ha explicado que el fin de semana se percató de las charlas en redes sociales. “Empiezo a leer todas esas barbaridades que Juan Felipe estaba entablando en conversación con mi hija”, ha relatado. También ha denunciado que el joven le pedía fotos íntimas a la menor, por lo que decidió tenderle una trampa a Juan Felipe para confrontarlo. “No queríamos matar a un muchacho”, ha advertido, sino “hablar con él, tal vez sí cachetearlo, porque eso no hace”. Para lograrlo, permitió que una menor de 15 años, amiga de su hija y quien al parecer también se comunicaba con el joven por redes sociales, fuera a buscarlo a su apartamento. “Lo que no contábamos era que él [al llevar de regreso a la menor de 15 años al barrio] recogía a mitad de camino al escolta”, ha agregado la mujer en una versión que aún deben ser verificada por las autoridades.

Lo que sucedió en el encuentro de Juan Felipe con la familia Sotelo en un parqueadero del barrio Quiroga está parcialmente grabado en cámaras de seguridad, y se ve en algunos videos de redes sociales. Sin embargo, las imágenes dejan varios vacíos. Consta que Juan Felipe fue abordado por la familia y que lo golpeó Camilo Sotelo, tío de la menor, con el mango de un arma. Se trataba de un aparato traumático, que pude herir pero es menos letal, y que en un momento terminó desbaratado. El escolta, Sergio Rico, intervino con varios disparos, como ha confirmado él mismo en declaraciones a la Fiscalía. En medio del caos, Juan Felipe cayó muerto.

La necropsia hecha por Medicina Legal concluye que Juan Felipe murió de forma violenta, tras ser impactado por un proyectil de arma de fuego. También estaba severamente golpeado. En la escena del crimen solo se recogieron dos armas: la del escolta y la traumática de Camilo Sotelo. Un informe de la Fiscalía concluye que la única que podía disparar una bala era la del escolta.

Hasta ahora solo ha sido capturado Camilo Sotelo, a quien la Fiscalía le imputó los delitos de homicidio doloso agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego. El detenido ha alegado su inocencia y ha accedido a que se le realice una prueba de absorción atómica, que determine si una persona ha disparado un arma de fuego.