Cambio Radical inicia una precampaña con Germán Vargas Lleras dedicado a mejorar su imagen y David Luna como alternativa
El senador, una estrella emergente en el partido, confirma su interés por ser candidato presidencial y le presenta un nuevo reto a su líder, que no oculta su intención de aspirar a la Casa de Nariño en 2026
La derecha colombiana comienza a meditar sobre las elecciones presidenciales de 2026. Cambio Radical, uno de los partidos que se ha mantenido en oposición al Gobierno desde el inicio de la legislatura, calienta ya motores con la primera gira de Germán Vargas Lleras, líder natural de la formación, exvicepresidente de la República y dos veces candidato presidencial. Analistas y voces dentro del propio partido asumen que su único posible rival por la nominación es el senador David Luna, estrella emergente entre sus filas y quien ha confirmado a EL PAÍS su interés por ser candidato presidencial.
La precampaña inició a mediados de octubre, con el anuncio de Vargas Lleras de hacer una gira nacional. En dos semanas, ya ha recorrido Antioquia, el departamento más poblado del país y gran fortín del otro partido de oposición, el Centro Democrático, y Huila. Aunque descartó que se trate de un impulso a su candidatura, los analistas perciben lo contrario. “Ya está en campaña, recorriendo el país e intentando ganar una visibilidad distinta”, señala Camilo Rojas, que lo asesoró en candidaturas anteriores. Para el experto, el muy popular vicepresidente de Juan Manuel Santos busca cambiar la percepción sobre su imagen. “Hay características de su personalidad que no gustan a los votantes y él tiene que asegurarse de desactivar esas prevenciones”, agrega.
El temperamento del abogado bogotano ha sido objeto de críticas durante años. Su reputación cayó notoriamente cuando, a inicios de la campaña presidencial de 2018, se reveló un video en el que golpeaba en la cabeza a uno de sus guardaespaldas. Su imagen de estadista y ejecutor no se ha recuperado desde entonces. Ante este panorama, para Carlos Suárez, socio fundador de la consultora Estrategia y Poder, Vargas Lleras busca “cambiar su imagen a través de los canales digitales que poco trabajaba en el pasado y que ahora usa para mostrarse como un amante de los animales, un abuelo feliz y un papá consentidor. Ese Germán es un personaje que se está creando en torno a una candidatura”.
Vargas Lleras es la principal fuerza del partido para las elecciones. A los 62 años y tras una larga carrera política, tiene la figuración de un peso pesado. Ha liderado a Cambio Radical durante 15 años y, si quiere ser candidato, no encontrará resistencia interna. Si decide ceder el testigo, sus copartidarios dan por hecho que el nuevo candidato deberá contar con su respaldo. Así lo resume el senador Carlos Fernando Motoa: “Si decide presentarse, contará por supuesto con la colectividad y lo rodearíamos. Si no, buscaremos otras opciones”.
Pese a su poder en el Caribe, ningún miembro de la familia Char suena en las quinielas de los analistas. Alejandro Char, alcalde de Barranquilla y fallido precandidato presidencial en 2022, sigue sin emerger. No solo porque está cómodo en un cargo que ocupa por tercera vez y en una ciudad que su familia domina políticamente desde hace dos décadas, sino porque, en palabras del analista de comunicación política Carlos Arias, “no tiene el potencial de ser presidente. No tiene una visión de país”.
Sin el popular alcalde en la carrera, surge la figura de David Luna, el senador elegido por los líderes de opinión como el mejor de Colombia, según el más reciente sondeo de Cifras y Conceptos. El empuje de popularidad del exministro de las TIC del Gobierno de Santos y antiguo candidato a la Alcaldía de Bogotá lo ha catapultado como primero en la línea de sucesión. “Por supuesto que quiero ser presidente de la República. Me siento muy preparado para serlo”, responde el congresista sobre su interés de ser candidato. “No voy a comenzar ese proceso [de campaña] todavía, así ya otros lo hayan hecho. Voy tranquilo que aún queda tiempo”, agrega.
Entre sus filas, ya se habla de su aspiración. Motoa asegura que “tiene la simpatía y el aprecio de la colectividad”. Una persona del círculo cercano de Luna ya le había dicho a este diario que el senador tiene “una intención, pero no una obsesión” de ser candidato en 2026, una afirmación que él mismo corrobora en conversación telefónica. “Pero no me voy a afanar porque otros ya comenzaron o porque otros están haciendo giras”, recalca.
Aún no está claro hasta qué punto estaría dispuesto a llegar para ser candidato, pero los expertos barajan que tiene varias alternativas. Una es esperar a que Vargas Lleras renuncie, la otra es renunciar él y lanzarse como un candidato independiente. “Si Germán lo quiere hundir, no desistirá hasta que sea muy tarde para Luna y no pueda aspirar por fuera del partido”, conjetura Arias. Hay, según él, un tercer escenario: que Luna llegue al Nuevo Liberalismo. “No es una opción descabellada. Siempre ha sido muy cercano a Carlos Fernando Galán, pero todo depende de qué hará su hermano, Juan Manuel”, sugiere. Luna sostiene que de momento no ha contemplado abandonar Cambio Radical, pero matiza que el próximo año analizará “varias opciones”.
Candidato único de la derecha
Además de Vargas Lleras y Luna, el senador Carlos Abraham Jiménez ve probable que el partido realice una consulta interna más amplia, con nombres como el de Elsa Noguera, exgobernadora del Atlántico, apoyada por la casa Char; o el de Nicolás García, exgobernador de Cundinamarca. “Han tenido cargos de liderazgo. De ahí saldrá nuestro único candidato”, prevé el congresista. Lo más probable es que esa persona, continúa Jiménez, se enfrente al candidato del uribismo, aún por definir, para tener una candidatura única de la derecha.
“No podemos llegar divididos a la primera vuelta. Lo que se ha hablado con el Centro Democrático y con otros partidos es que en marzo [de 2026, fecha de las elecciones legislativas] se haga una gran consulta para definir a la persona que se enfrentará al petrismo”, subraya. Se trata de una estrategia que utilizó con éxito la izquierda en 2018 para llegar a segunda vuelta, y que en 2022 imitaron todos los sectores políticos en busca de recibir un empujón antes de las elecciones.
Por ahora, coinciden los analistas, a Cambio Radical le falta un mensaje contundente. Debe “buscar un nicho, a falta de bases ciudadanas”, afirma Carlos Suárez. El voto antipetro ya lo ha capitalizado el Centro Democrático, añade Camilo Rojas: “En política estratégica, no se puede posicionar un mensaje que encarna mejor otro partido y a Cambio Radical no le veo tema. ¿Son los del empleo? No. ¿Son los de la seguridad? Tampoco. ¿Qué son?”. Preguntado por el “mensaje” de su formación política, el senador Motoa rescata que la bancada en el Congreso se diferencia de otros colectivos “al no ir solo a la crítica”. “Nosotros tratamos de buscar alternativas y fórmulas de consenso a las propuestas del Gobierno y el país ha reconocido eso”, apostilla el congresista.
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