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David Racero, congresista clave del petrismo, señalado de corrupción y clientelismo

El periodista Daniel Coronell ha revelado chats del expresidente de la Cámara de Representantes que sugieren que este ha pedido parte del salario de sus subalternos en el Congreso, les ha exigido trabajar en un mercado, y ha pedido puestos en una entidad oficial

David Racero, en Bogotá, el 26 de septiembre de 2022.
David Racero, en Bogotá, el 26 de septiembre de 2022.Juan Felipe Rubio
Camila Osorio

David Racero, uno de los líderes claves del petrismo en el Legislativo, y quien fue elegido presidente de la Cámara de Representantes en 2022, está en el centro del nuevo escándalo político que toca a la izquierda colombiana. El periodista Daniel Coronell ha revelado, en dos artículos publicados el domingo y el lunes, varios chats del representante Racero que lo señalarían de corrupción y clientelismo. En el primero, publicado en el portal Los Danieles, los chats generan sospechas de abusos de poder frente a sus subalternos: pidiéndole una ‘coima’ a una de las personas que trabajan en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), y exigiendo a otra persona pagara por el Estado que abandonara sus funciones públicas para trabajar en un mercado que Racero administraba. En el segundo artículo de Coronell, publicado en W Radio, los chats indicarían que Racero pidió al director de la estatal Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) puestos en la subdirección del departamento del Cesar, y le pidió que su tío fuera quien detallara la asignación de estos. El representante ha negado actuar de forma irregular y ha pedido que la Corte Suprema y la Procuraduría lo investiguen. La Procuraduría ya anunció una investigación.

En el primer artículo, Coronell revela un chat entre el representante Racero y Estefanía Montoya, miembro de su UTL. “Cuánto es lo del mes?”, pregunta Racero. “Hola David, ayer te llamábamos con Yidis [su esposo] para eso. Cada mes me pagan $8.158.000. Le doy a Yidis $3.500.000. Yo tomo $4.300.000. Quedan $358.000″, le respondió Montoya. Racero la dijo a Coronell, para explicar el intercambio, que él y Montoya se prestan dinero. La asesora también le dio su versión al periodista. “Ella aseguró que no sabía si el WhatsApp era auténtico pero que en todo caso el dinero de esas transacciones no salía de su sueldo”, escribe Coronell. “Pero, si eso es así, ¿por qué ella dice “cada mes me pagan $8.158.000″? Una cifra sorprendentemente cercana a lo que recibía en 2019 un asesor V de la Cámara después de los descuentos”, añade.

Luego hay un segundo chat entre Racero y Montoya, en el que él le pregunta: “Ya pagaron, por fin. Descontando el millón que te debo ¿cuánto es el saldo?”. Ella le responde solo la cifra, $2.375.000, a lo que él le pide: “Estefa, podrías el lunes consignarlos a mi cuenta de tarjeta de crédito?”. Ella accede. “¿Si es él quien le debe a ella, por qué la asesora tenía que pagarle la tarjeta de crédito?”, se pregunta Coronell.

Montoya ha publicado un comunicado este lunes en defensa de Racero, en el que lo describe como un amigo de larga data, con quien trabajó hace una década durante la entonces alcaldía de Gustavo Petro en Bogotá, y de quien se distanció hace un año para perseguir otros proyectos profesionales. Nunca le pidieron una coima, afirma, y el chat descontextualizado se refiere a un préstamo de dinero, asegura. Los describe como “chats interceptados”, sin señalar quién pudo haber hecho la interceptación.

El tercer chat que ha revelado Coronell es entre Racero y otro trabajador de su UTL, Leonardo García, quien trabajaba como conductor del congresista, pero en este caso es claro que la conversación ocurrió en la época de pandemia. García le pregunta si “usted me va a seguir enviando al Fruver o fue hasta hoy”. El congresista les responde que seguirá pidiéndole que vaya al mercado, y García le recuerda: “Pero la verdad David yo sigo en el UTL como conductor o usted está pensando en cambiar de conductor?”. Racero le responde que no quiere cambiar de conductor, que no va a sacarlo de la UTL, “pero la verdad necesito su apoyo en el Fruver y tal vez en otras cosas durante el año. Debemos adaptarnos”.

Coronell cuenta que García no respondió a sus preguntas sobre el intercambio y que el congresista se defendió diciendo “que el asistente legislativo solo fue al Fruver para llevarlo a él y que tal vez algún día ayudó levantando alguna caja”. Luego el periodista revela el cuarto chat entre el representante y su subordinado, en el que el segundo parece estar describiendo el dinero en dos cajas del mercado. “David. La principal 222.800, la segunda caja 577.800″, escribe García. Racero le agradece, y luego su subalterno le habla de un domicilio: “David para el pedido. Arracacha”.

De acuerdo a Coronell, en su segundo artículo publicado este lunes, el representante Racero no contestará a más preguntas, por consejo de su abogado, hasta que el periodista termine de publicar otras acusaciones que tiene contra él. Y justamente en La W, en el espacio llamado Reporte Coronell, el periodista presentó otro chat que parece indicar un tema de clientelismo. En este chat Racero habla con Jorge Londoño, director nacional del estatal SENA, que tiene aulas en todo el país. Racero estaría intentando confirmar con Londoño si cree “viable que los puestos del Centro Democrático [partido de la oposición de derecha, que gobernó entre 2018 y 2022] nos los den a nosotros en el Cesar”. Londoño, quien ha sido ministro y senador del Partido Verde, le responde “claro que sí. pero déjale alguito a los verdes”, seguido de emoticones riendo. Rasero le devuelve el gesto, “Jaja”, y le pregunta: “Le puedo decir a mi tío que hable con el director regional sobre eso?”. Londoño le responde afirmativamente.

Coronell explica que ese tío, José Luis Mayorca, es un médico que ha fallado en otros intentos a ser senador y gobernador del Cesar. Ese médico, dice el diario El Tiempo, estuvo en una reunión de conciliación clave de la reforma a la salud, cuando aún estaba la ministra Carolina Corcho, y Racero explicó entonces que lo invitó por ser oncólogo. Pero Coronell explica que también es dueño de una Institución Prestadora de Salud, o IPS, lo que lo haría uno de los actores más interesados en el contenido de la reforma. Por otro lado, el concejal uribista Daniel Briceño también ha denunciado que tres personas, que recibieron contratos de la Cámara de Representantes cuando David Racero era presidente, luego hicieron aportes a la campaña de Mayorca en las últimas elecciones locales.



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Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.
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