Colombia se comienza a despedir de los plásticos de un solo uso
Las bolsas para empacar en los supermercados, así como los mezcladores, copitos de algodón y soportes plásticos, estarán prohibidos a partir de este domingo en Colombia
Los plásticos dejarán de ser parte cotidiana de la vida de los colombianos, y la transformación para llegar a esa meta arranca este domingo. Colombia marcará un hito en la protección ambiental al implementar la prohibición de los plásticos de un solo uso no reutilizables. Esta medida, derivada de una ley que entró en vigencia en junio de 2022, busca no solo reducir la contaminación plástica sino también promover una economía circular y sostenible mediante el fomento de la reutilización y el reciclaje del plástico. Con esta nueva normativa, Colombia se suma a un creciente número de países que están tomando acciones decisivas para abordar la crisis global de los plásticos y proteger el medio ambiente.
Son ocho los primeros productos plásticos que tendrán que salir del mercado primero a partir de este domingo 7 de julio: bolsas para empacar las compras en los supermercados, guardar frutas y verduras, empacar revistas, periódicos y recibos, así como las bolsas para guardar la ropa saliente de la lavandería, los soportes plásticos para globos, copitos de algodón, pitillos y mezcladores.
Para otros productos, la ley estableció un régimen de transición de entre dos y ocho años, dependiendo del tipo de plástico, para que los comerciantes se adapten a la nueva normativa y los colombianos reduzcan o eliminen el consumo de estos productos plásticos que son parte de su vida diaria. Los plásticos que tendrán hasta 2030 para su eliminación o transformación en materiales reutilizables incluyen envases, empaques y bolsas para contener líquidos no preenvasados; platos, bandejas y cubiertos desechables; confeti, manteles y serpentinas; envases, empaques y bolsas para domicilios; láminas para servir o empacar alimentos de consumo inmediato; envolturas para frutas y verduras; stickers para frutas; mangos para hilo dental y pitillos de envases de hasta 3000 ml.
La ley establece algunas excepciones para los plásticos de un solo uso, como cuando son para asuntos médicos, o empaques de residuos biológicos o químicos, o productos alimenticios de origen animal y aquellos fabricados con 100% de materia prima plástica reciclada de material posconsumo nacional.
La ministra de Ambiente, Susana Muhammad, presentó el pasado martes una resolución que guía la nueva ley de plásticos de un solo uso en Colombia. Muhammad explicó que los ocho primeros productos, como las bolsas del supermecado, podrán seguir en el mercado solo si se transforman y adoptan alternativas sostenibles, enfocadas en la biodegradabilidad, compostabilidad y el uso de materia prima reciclada de fuente nacional. Y espera visibilizar esta transición hacia un modelo de economía circular en la COP16 que se celebrará en el mes de octubre en la ciudad de Cali.
Esta normativa también establece que las entidades públicas no podrán adquirir plásticos de un solo uso prohibidos, salvo aquellos que presenten alternativas sostenibles. Además, deberán implementar campañas de reducción. Los distribuidores de bolsas plásticas estarán obligados a presentar informes sobre el uso racional y el reciclaje de las bolsas en inventario, y tendrán como fecha límite para la presentación del Plan de Gestión Ambiental de residuos de envases y empaques el 31 de diciembre de 2024. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) será la encargada de supervisar y controlar estas medidas.
El Ministerio de Ambiente y Colombia Siembra informaron en un evento de sostenibilidad ambiental, del pasado 18 de junio, que cada año en Colombia se ponen en el mercado 700.500 toneladas de envases y empaques plásticos, lo que equivale a 210 toneladas diarias. Solo el 3% de estos plásticos son reincorporados nuevamente a la cadena circular, es decir, 23.000 toneladas al año. Este sería el verdadero reto: aprender a reutilizar el plástico, darles un segundo uso.
La dificultad de eliminar los plásticos de manera definitiva
Carolina Montes, directora del Departamento de Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia, asegura a este diario que es muy difícil afirmar que se eliminará del todo el consumo de plástico. “Lo que se puede hacer es reducirlo” y afirma que en ese mismo camino está encaminada la ley. Matus afirma que actualmente no existe un material que ofrezca los mismos beneficios que el plástico: su ligereza, su capacidad para entrar en contacto con alimentos, y su resistencia química y térmica. Así que la académica aboga más por el uso responsable de este material. “El impacto ambiental del plástico está asociado a su gestión inadecuada; cuando llega directamente a los rellenos sanitarios, al suelo o al mar, comienza a descomponerse y liberar partículas y microplásticos que generan efectos no solo en la salud humana sino también en el medio ambiente en general, ya que no se degrada fácilmente”, explica.
Lo mismo afirma Sara Gómez Gómez, analista en Waste2Worth Latam, una plataforma que impulsa la transformación de residuos en recursos útiles, promoviendo la economía circular y la sostenibilidad ambiental en Latinoamérica. Para Gómez, Colombia está en un momento de evolución donde, más que simplemente prohibir, es crucial innovar en el manejo de los plásticos. Dentro del marco de la economía circular explica que se destacan tres principios fundamentales: prolongar la vida útil de los recursos, eliminar los residuos a través del ecodiseño y regenerar los sistemas naturales. Según la experta, es crucial que los comerciantes en Colombia, quienes ya tuvieron dos años para acoplarse a la nueva ley, se alineen con estos principios y aseguren métodos para reintroducir el plástico en el mercado, como ilustra con el ejemplo de las botellas de plástico. “Una solución sería quitarle la etiqueta plástica y grabarla directamente en la botella para poder reutilizarla” enfatiza Gómez. Y asegura que los productos deberían estar hechos de un solo material que facilite su reciclaje y reutilización en lugar de ser descartados definitivamente.
En esta transición, Gómez menciona la dificultad de eliminar por completo los plásticos que siguen siendo la mejor opción. “Por ejemplo, hay alimentos para los cuales no existe una alternativa mejor que el empaque plástico. No se puede enviar una botella de vidrio a un niño en su lonchera para el jardín. Aún tenemos esa necesidad prioritaria de asegurar la higiene, la limpieza y la salud, y lo logramos mediante el uso de plásticos”, afirma la analista.
A la fecha, las empresas y establecimientos que continúen utilizando uno de los ocho plásticos prohibidos para este domingo no solo podrán tener una multa económica sino que sus productos podrán ser decomisados, o su establecimiento clausurado temporalmente. Incluso, si no cambian sus políticas, los negocios podrán ser clausurados definitivamente.
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