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La justicia condena a Iván Mordisco por el reclutamiento forzado de 10 menores que luego murieron en un bombardeo

Las muertes por el ataque aéreo, en 2019, llevaron a la renuncia del ministro de Defensa del momento

Nestor Gregorio Vera Fernandez alias Ivan Mordisco
Iván Mordisco, el 16 de abril de 2023.Sebastian Marmolejo (Getty Images)
Jules Ownby

La Fiscalía General de la Nación ha revelado este lunes que logró la condena por reclutamiento forzado de 10 menores de edad a alias Iván Mordisco, hasta hace poco la cabeza visible de la mayor sombrilla de grupos disidentes de las extintas FARC, el llamado Estado Mayor Central (EMC). Cuatro cabecillas más han sido encontrados responsables por la justicia por el mismo crimen. Se trata de Géner García Molina, alias John 40; Fabián Guillermo Espinosa Arboleda, Cancharino, Alexander Díaz Mendoza, Calarcá, y uno más cuya identidad no se ha facilitado.

El delito ocurrió en 2019 en Caquetá. Según un juez especializado de Florencia, los condenados “ordenaron, facilitaron y ejecutaron el reclutamiento de 10 menores de edad”. Cancharino incorporó a los “niños, niñas y adolescentes” a su “anillo de seguridad”, donde fueron apostados hasta el 29 de agosto de ese año. Ese día murieron en un bombardeo militar de la vereda de Candilejas de San Vicente del Caguán. Los condenados fueron judicializados como reos ausentes, pues siguen en la ilegalidad. La condena específica en su contra está por emitirse.

El bombardeo

No es la primera vez que se le acusa a Mordisco ni a los otros cabecillas de reclutamiento de menores de edad. En julio de 2021 un juez ordenó la captura de Cancharino por el reclutamiento forzado de una niña de 12 años. La niña, según el togado, había muerto en esa misma operación del 29 de agosto de 2019, que resultó polémica para el Gobierno del entonces presidente Iván Duque.

Esa noche, dos aviones de la Fuerza Aérea salieron de la base militar de Apiay (Meta) rumbo a la vereda de San Vicente del Caguán, en una zona rural en que el grupo de disidentes había armado un campamento móvil. Una vez llegados a la zona, los pilotos la bombardearon. En los días siguientes, las autoridades anunciaron que 15 disidentes habían muerto, incluido el cabecilla alias Gildardo Cucho. El presidente Duque celebró las muertes como el resultado de “una operación impecable”. Sin embargo, en noviembre de ese año el entonces senador Roy Barreras reveló que el bombardeó se realizó a sabiendas de que había alta probabilidad de que hubiera menores de edad en el campamento.

Durante un debate de control de moción de censura al entonces ministro de Defensa, Guillermo Botero, el entonces senador del Partido de La U le acusó de haberle ocultado al país las muertes de por lo menos ocho niños en el operativo, y anunció que votaría por su remoción. “Esconderle esas muertes a Colombia es razón suficiente para que este Senado lo censure, como estoy seguro de que lo hará por primera vez”, aseguró Barreras, recordando que esa figura creada en la Constitución de 1991 nunca se ha saldado contra un ministro en ejercicio.

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Aunque el Gobierno y la cúpula militar argumentaron que no sabían de la presencia de niños en el campamento, gran parte del Legislativo, en el que el gobierno uribista tenía unas mayorías frágiles e inciertas, se mostró de acuerdo con Barreras y su argumento de que se deben evitar las muertes de menores y replantear un ataque ante indicios de que puedan ocurrir. Botero renunció al día siguiente, ante la inminencia de una derrota inédita para un Gobierno. “Es mi deber como ministro de Defensa tener una lectura adecuada de la coyuntura política, por lo que he decidido presentar renuncia al cargo”, declaró en un comunicado, después de reunirse con Duque y acordar que era la salida más conveniente. Años más tarde, la justicia encontró que efectivamente murieron 10 menores de edad y que, armados o no, eran víctimas de otro delito, cometido por los jefes de esas disidencias.

Los ataques aéreos durante el Gobierno de Duque

Pese a la polémica, los bombardeos de campamentos de grupos armados continuaron durante el Gobierno Duque. En marzo de 2021, una adolescente de 15 años, Yeimi Sofía Vega, murió en un ataque aéreo en Calamar (Guaviare). Poco después, en septiembre de ese año, otro bombardeo contra el frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional dejó otros cuatro menores de entre 13 y 17 años muertos en la selva del Litoral de San Juan (Chocó). En total, al menos 29 niños, niñas y adolescentes murieron en ataques aéreos durante el mandato de Duque, según un informe publicado por el Instituto de Medicina Legal y entregado el julio de 2022 al congresista de izquierda Iván Cepeda. De los 31 ataques aéreos que realizó el Ejercitó contra campamentos bajo Duque, 12 resultaron en muertos de menores de edad.

El presidente Gustavo Petro, un fuerte crítico de Duque, empezó su mandato con una posición en contra de los bombardeos. Desde que se posesionó en agosto de 2022, siempre había dicho que el Ejército no bombardearía más los campamentos de los grupos armados ilegales. No obstante, a la par que su política de paz total ha sufrido numerosas derrotas, ha ido dando más espacio para ataques más masivos de parte de las Fuerzas Militares. Luego de que Clan del Golfo, el mayor grupo de narcotráfico del país, matara en febrero a cuatro militares en Segovia, en el nordeste de Antioquia, Petro amenazó con retomar los ataques aéreos –siempre y cuando se confirme que no hay presencia de menores de edad en los campamentos–. La semana pasada reivindicó un bombardeo, no aéreo, sino con artillería, contra un campamento del frente Carlos Patiño del EMC. Las Fuerzas Militares dispararon misiles en una zona rural de Argelia, en el sur del departamento del Cauca, y al menos 15 integrantes del grupo armado murieron.

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Sobre la firma

Jules Ownby
Periodista de El País en Bogotá. Ha trabajado como redactor y productor audiovisual en varios medios norteamericanos. Estudió ciencias en la Universidad McGill en su ciudad natal, Montreal, y cursó el máster de Periodismo UAM-El País en la promoción 2022-2024.
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