General Motors cierra sus plantas de ensamblaje de vehículos en Colombia y Ecuador
La producción estaba al 9% de su capacidad en Bogotá, donde se desmonta de inmediato, y al 13% en Quito, donde el proceso inicia en agosto
General Motors ha anunciado este viernes el cierre de sus plantas de ensamblaje de vehículos en Colombia y Ecuador, según un comunicado de la compañía estadounidense que recoge la agencia Reuters. Colmotores, en Bogotá, ha cesado sus operaciones de manera inmediata y ha comenzado el proceso de desmontaje. GM OBB, en Quito, continuará en funcionamiento hasta agosto. Ambas fábricas tenían una producción insuficiente: Colmotores estaba al 9% de su capacidad y GM OBB al 13%. La multinacional, propietaria de la marca Chevrolet, continuará comerciando carros en ambos países, pero dependerá de la industria de otros lugares para abastecer su oferta.
El viceministro de Relaciones Laborales de Colombia, Edwin Palma Egea, ha informado en su cuenta de X que la compañía ya ha pedido una autorización para despedir a 600 trabajadores. “Sin alarmas, esto es algo que apenas inicia”, ha declarado. Asimismo, el funcionario ha solicitado a la multinacional “no abusar de su posición” para forzar retiros disfrazados como voluntarios. “Pedimos a los trabajadores, sindicalizados o no, a que denuncien si son objetos de presiones y a no caer en ellas”, ha agregado.
La industria colombiana ahora solo tendrá dos plantas: Sofasa en Itagüí (Antioquia), que ensambla vehículos de marcas Renault, e Hino en Cota (Cundinamarca), que produce camiones de la marca homónima y partes para vehículos Toyota. El cierre de Colmotores, establecida en 1956, es el reflejo de la crisis del sector en los últimos años: la producción colombiana fue de 62.000 vehículos en 2021, frente a las 154.000 unidades registradas en 2011. La fabricación de vehículos automotores y sus motores cayó un 32,5% entre febrero de 2023 y el mismo mes de 2024, según la Encuesta Mensual Manufacturera con Enfoque Territorial. Es un dato preocupante para la industria nacional, en la cual los automotores aportan 350.000 empleos y representan el 6,6% del Producto Interno Bruto (PIB) industrial.
La situación tampoco ha sido favorable en Ecuador. De acuerdo con la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, las ventas en 2023 fueron de 132.402 unidades, es decir, una caída de un 2% con respecto a las 135.250 registradas el año anterior. En el primer trimestre de 2024, se vendieron 31.810 vehículos, frente a 35.103 en el mismo periodo de 2023. Tras el cierre de GM OBB, quedarán dos plantas en operación: CIAUTO, que produce vehículos de Great Wall y Shineray en la provincia de Tungurahua, y Aymesa, que fabrica automóviles de las marcas Kia y Hyundai en Quito.
Las causas de la crisis son variadas. Varios expertos colombianos consultados por este periódico explicaron esta semana, antes de conocerse el cierre de Colmotores, que la industria de su país se ha visto golpeada por la inflación (llegó a 13,3% en marzo de 2023) y las altas tasas de interés (13,25% entre mayo y diciembre del año pasado). “El sector automotor se apalanca mucho del crédito. Las ventas se han desacelerado a medida que se fue frenando el consumo interno por la inflación y el encarecimiento de la vida”, comentó Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) de Colombia. Tampoco ha ayudado el aumento en el galón de gasolina corriente, espoleado tras la supresión del subsidio oficial.
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