Una ola de inseguridad azota los restaurantes de las zonas más acomodadas de Bogotá
En los últimos días se han dado asaltos sonados en establecimientos como Masa, Starbucks o Abasto
“Si se levanta le pego un tiro”, gritó un hombre el pasado lunes, a las ocho de la noche, a uno de los comensales del restaurante de hamburguesas Pecado Capital, en el barrio Cedritos, al norte de Bogotá. Mostraba un arma de fuego en su mano. Durante tres minutos, pasó mesa por mesa y se llevó los celulares, dinero y joyas de los presentes. El video de ese atraco se sumó a los que han sacudido a restaurantes y cafeterías de las zonas más acomodadas de la capital, como Masa, Starbucks, Abasto y Bogotá Beer Company, una de las cervecerías más conocidas de la ciudad.
Bogotá sufre una ola de inseguridad desde hace varios años, por lo menos desde la crisis económica por la pandemia de 2020. Pero las quejas tenían más que ver con el robo de celulares en la calle o los atracos en el sistema de transporte masivo Transmilenio que con una seguidilla de asaltos masivos en restaurantes. El modus operandi se repite. Un video publicado este miércoles por W radio lo captura bien: un hombre armado entra intimidando a los presentes en la cervecería BBC, en la localidad de Teusaquillo, les roba sus pertenencias y sale del lugar tranquilo. Afuera lo espera un hombre en una moto. Escapan.
En varias ocasiones van tras relojes de alta gama, que pueden costar entre 40 (10.000 dólares) y 500 millones de pesos (128.000 dólares). El acomodado norte de Bogotá ya sufrió los robos de una banda denominada, justamente, Los Rolex, que la policía informó que había sido desmantelada en diciembre pasado. Pero o no fue así u otro grupo los imita. Así quedó claro en el asalto del pasado domingo en Abasto, el restaurante ubicado a pocas cuadras de la tradicional plaza de Usaquén. Allí el ladrón, armado de nuevo, fue directo hacia un hombre que parecía tener un reloj de alta gama. Aunque resultó ser una réplica de 500.000 pesos colombianos (unos 128 dólares), el objetivo del asaltante era claro. Y en enero pasado un ladrón robó, a mano armada y a plena luz del día, a un hombre que llevaba un Rolex en su muñeca mientras manejaba un carro Mercedes Benz en la carrera séptima con calle 81.
Tres veces secretario o consejero de seguridad de la ciudad, Hugo Acero Velásquez es uno de los mayores expertos en la criminalidad de la capital. El sociólogo explica a EL PAÍS que los atracos no se pueden ver como hechos aislados, espontáneos. “Estamos ante estructuras criminales más organizadas que hacen inteligencia, que saben qué lugar asaltar, a qué horas, cuánto pueden llevarse e inclusive saben que tienen bajas posibilidades de ser enfrentados y detenidos durante la comisión del delito”, explica.
El camino para atacar este fenómeno es largo, pero existe, dice Acero. Inicia por “fortalecer los equipos de labor de inteligencia de la policía, la investigación criminal para dar con las bandas delincuenciales que cometieron estos hechos”, para lo que se debe “contar con más investigadores de la Fiscalía y más policías dedicados a esta labor”. Los que hay no son suficientes. El experto también pide endurecer las normas, especialmente frente a los hurtos, para que los delincuentes reincidentes terminen privados de la libertad. “No es posible mejorar la seguridad cuando unos delincuentes detenidos tienen récord de varias detenciones”, asegura Acero.
La nueva administración distrital, encabezada por el alcalde Carlos Fernando Galán, lleva un mes y medio gobernando y ha hecho de la seguridad uno de sus grandes objetivos. Por ahora, en contraste con la zozobra que crean los videos de hombres robando en restaurantes, ha mostrado cifras que muestran avances en seguridad. La Alcaldía presentó un primer informe del programa Bogotá Camina Segura de Galán el pasado 2 de febrero. Allí indica que, durante enero, el hurto a personas se redujo un 20%, el robo de celulares un 31% y el de bicicletas un 22%; el hurto a residencias cayó 39%, el de carros un 8% y 11% el de motocicletas. Adicionalmente, disminuyeron los homicidios en un 23%. Todas son cifras oficiales, en comparación con el mismo mes de 2023.
Entre las soluciones que plantea Galán están lograr un aumento del número de policías en la ciudad. También es una realidad que la cárcel distrital está a tope y los detenidos están hacinados en las estaciones de policía y las unidades de atención de la Fiscalía, conocidas como URI. Para ello, Acero propone una fórmula: aumentar los cupos carcelarios para los delitos menores. Para el exsecretario de seguridad, ayudaría también que los dueños de los negocios cuenten con botones de pánico conectados a la línea de asistencia de la policía, nunca armarlos, como propone Fenalco, el gremio de los comerciantes.
Mientras esas soluciones de mediano o largo plazo avanzan, la policía no ha dado con el paradero de los ladrones de los sonados atracos masivos. En un comunicado del pasado martes, William Quintero, subcomandante de la Policía de Bogotá, aseguró que vienen “trabajando con preocupación por los hechos que se han presentado”.
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