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Los colombianos ganadores por mejor álbum infantil: de perseguir el sueño americano a alzar el Grammy

Andrés Salguero y Christina Sanabria ganaron el premio en la categoría de música infantil por su trabajo ‘We grow together´

Christina Sanabria y Andrés Salguero, integrantes del dúo '123 Andrés'.
Christina Sanabria y Andrés Salguero, integrantes del dúo '123 Andrés'.DarioTrivino

Él lleva un sombrero y camisas de colores. Ella viste un overol. Ambos lucen divertidos frente al ansioso público infantil. Andrés Salguero empezó a explorar la guitarra y el inglés junto a sus padres en casa, sin que ninguno hubiera puesto un pie en Estados Unidos. Aprendió a interpretar el clarinete en el conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia y obtuvo el título en Estudios Musicales en la Universidad Javeriana, en Bogotá.

En 2009, cuando terminaba un doctorado en música en la Universidad de Missouri, en Kansas City, conoció a Christina Sanabria en una fiesta de cumpleaños a la que asistió por trabajo. Ella, hija de colombianos que habían llegado indocumentados al país norteamericano, era maestra de escuela. Se graduó en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Brown y estudió una maestría en Educación en la Universidad de Pensilvania.

Formaron pareja, como esposos y como músicos. Le dejaron al dúo el nombre de rima que ya tenía él como solista: 123 Andrés. En 2015 lanzaron el primero de sus álbumes, con 22 canciones educativas en español e inglés, que les valió una nominación al Grammy Latino. El premio se concretó al año siguiente, con Arriba Abajo, ganador al mejor álbum de música infantil. Luego, en 2019, estuvieron nominados con Cantas las Letras y en 2022 en los Grammy globales con Actívate, un disco con colaboraciones de Rubén Blades y Gilberto Santa Rosa, entre otros artistas.

Christina Sanabria y Andrés Salguero
Christina Sanabria y Andrés Salguero, integrantes del dúo '123 Andrés', en la ceremonia de los premios Grammy, el 4 de febrero.Maarten de Boer

Este año su sonrisa pasó de teatros y escuelas al Crypto.com Arena, el emblemático escenario de Los Ángeles, donde alzaron el Grammy a mejor álbum de música infantil en la edición 66 de los premios que entrega la Academia Nacional de Grabación de Artes y Ciencias de los Estados Unidos.

Dos noches después de recibir el galardón, atienden la entrevista telefónica con EL PAÍS desde el auto estacionado en un supermercado de Chicago, donde el invierno marca dos grados centígrados. Las ciudades se sienten como si fueran barrios, dicen, porque las recorren durante más de nueve meses del año. Responden a las preguntas antes de entrar a comer en su barra favorita de ensaladas.

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Pregunta. ¿Cómo nace 123 Andrés?

Christina Sanabria. Yo estaba trabajando como maestra en escuelas públicas de Estados Unidos, donde nací. Mis padres, inmigrantes colombianos, me inculcaron que debía escribir, hablar y leer español, y soy orgullosamente bilingüe. Veía que muchos estudiantes tenían una historia similar, sus padres querían que sobresalieran en inglés y salieran adelante en este país, pero también que conservaran el español y las conexiones con su lugar de origen. Ahí conocí a Andrés.

Andrés Salguero. Yo terminé mis estudios de música en Colombia, en la Universidad Javeriana. Buscando nuevas oportunidades y expandir mi conocimiento, partí hacia Estados Unidos con becas para estudiar. Al final de mi doctorado empecé a tocar música infantil con otra agrupación de un amigo mentor. Eso me abrió los ojos y me hizo ver el increíble panorama del género. Vi la necesidad de tener música para las familias, que pudieran celebrar nuestro idioma, nuestra cultura. De ahí surgió 123 Andrés.

P. ¿Por qué deciden dar vida al dúo?

A.S. Empezamos a ver que en este país una de las poblaciones que está creciendo más rápido somos los hispanohablantes. Nos dimos cuenta de que no se estaban contando nuestras historias, entonces hicimos el primer álbum, ¡Uno, dos, tres con Andrés!, en el que hablamos de entendernos, de aprender de los demás sin importar de dónde venimos, ni qué idioma hablamos. En una canción, un niño cuenta con orgullo la historia de sus padres trabajadores migrantes. Quisimos celebrar muchas historias para que los niños y las familias se vieran reflejados en ellas, crear puentes entre culturas.

P. ¿Cuál es el atractivo de la música infantil que interpretan?

C.S. La curiosidad que despierta en niños y adultos: nos hace preguntarnos eso qué es, qué música es, de dónde viene. Parte de lo que hacemos es ofrecer una gama de géneros. En el álbum de canciones de cuna hay ritmos andinos, merengue venezolano, sonidos de diferentes esquinas de Latinoamérica. En otros también se encuentran ritmos urbanos, salsa, música muy bailable para que todos veamos la riqueza y la diversidad que existe en la música latina. Hemos publicado tres libros que se centran en los mismos temas y valores: comunidad, amistad y el aprendizaje en los dos idiomas, inglés y español.

P. ¿Cómo lograron abrirse espacio e ir ganando reconocimiento en Estados Unidos?

C.S. Todos son peldaños y hemos ido paso a paso. Empezamos en Washington, donde hay mucha comunidad latina y mucha gente que entiende el valor de hablar dos idiomas. Poco a poco pasamos a hacer giras a nivel regional, nacional y luego en varios países, además de Colombia, como Puerto Rico y México.

P. ¿Iban directamente a las escuelas?

A.S. Iniciamos con presentaciones muy personales, hasta en fiestas de cumpleaños. Eran momentos muy bonitos porque nos permitían ser parte de celebraciones familiares. Luego nos abrieron las puertas de bibliotecas y escuelas. Hoy combinamos conciertos en festivales o teatros, como el que acabamos de tener al sur de Chicago con 700 niños, con visitas a escuelas, donde usan la música como parte de su día a día y puede haber diversión, color, risas. Vamos a aportar en la vida de los estudiantes y a darles un respiro a maestros y maestras.

P. ¿Qué ha sido lo más desafiante en ese camino?

C.S. Ser músico, creativo o emprendedor no tiene un manual para el éxito: primer paso, haz esto y en un mes vas a ver tal resultado. Es una serie a lo largo de estos más de diez años de mucho trabajo y de cuestionarse a veces: ¿eso habrá sido un error?, ¿tal vez no fue una buena decisión? Luchar con la incertidumbre porque no se ven los resultados de inmediato, pero es especial llegar a este momento y decir: eso que pensamos que tal vez había sido un error nos puso aquí.

P. ¿Qué destacan de We grow together, el trabajo que se acaba de llevar el Grammy?

A.S. Es un álbum que se enfoca mucho en el crecimiento y el desarrollo socioemocional, con canciones que ayudan a los niños a manejar ciertos retos que empiezan a vivir cuando entran a la escuela, como el control de los impulsos, o el aprender a pedir ayuda y entender que eso está bien. Por ejemplo, la canción Yo soy especial celebra que somos únicos. El disco que ganó está completamente en inglés, pero también existe en español y se llama Crecemos juntos. En su momento lo presentaremos a los Grammy latinos [que se celebrarán en noviembre de 2024].

C.S. Son las mismas canciones, lo cual representa el reto de que la melodía funcionara para los dos idiomas, que rimara en ambos y no sonara traducido. Siempre tratamos de grabar en los dos idiomas.

P. ¿Cómo puede la música ser una herramienta en la crianza de los niños?

A.S. Para un niño, a veces no poder ponerse los zapatos es un reto grande y puede ser una frustración. La primera vez en subirse a un bus puede ser mágica, pero también abrumadora. Diseñamos las canciones para que los niños y niñas puedan expresar emociones, decir si están tristes o enojados. Invitamos a los adultos a que sigan en contacto con el niño que tienen adentro, cantando, disfrutando, que aprendan en casa, lean juntos y aprovechen el tiempo en familia. Con la música se aprende muchísimo.

P. ¿Qué viene después de ganar el primer Grammy anglo?

A.S. Cuando ya tienes nueve álbumes, el reto es no repetirse. Somos creadores y a veces empezamos a tener las mismas ideas una y otra vez. Uno de los desafíos ha sido seguir buscando sonidos, ritmos e ideas, maneras de contar las historias. Para eso tenemos nuestra comunidad de productores en diferentes partes de Latinoamérica que le ponen su propio sabor, su propia magia.

Hacia el futuro otra forma de nutrirnos son las colaboraciones. Estamos trabajando con un poeta de Guatemala, Julio Serrano, con quien vamos a lanzar una canción muy linda en la voz de otra artista increíble, Marta Gómez. Lo lindo es abrirse a una comunidad, invitar a otros artistas para poder llegar a las familias con nuevas voces y nuevas ideas.

C.S. Además, tenemos el estreno de nuestro primer libro interactivo en la biblioteca digital MakeMake. Una de nuestras canciones en el álbum de cuna se llama Benjamín; es la historia de un pirata, pero el tesoro no son joyas sino palabras. Los lectores y lectoras ayudan al pirata en un juego interactivo en el que las van encontrando.

P. ¿Tienen planes de presentarse próximamente en Colombia?

C.S. No tenemos fechas por ahora, pero mantenemos conexión con nuestra tierra y soñamos con ir más seguido a llevar nuestra música.

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