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Colombia abre una nueva mesa de diálogo con las disidencias de las FARC encabezadas por Iván Márquez

El Gobierno de Gustavo Petro entabla con la Segunda Marquetalia una tercera negociación que se suma a las que ya tiene en marcha con el ELN y el Estado Mayor Central

Iván Márquez, exmiembro de las FARC
Iván Márquez lee el manifiesto en el que anuncia la creación de la Segunda Marquetalia, en 2019.
Santiago Torrado

El Gobierno de Gustavo Petro ha puesto en marcha una negociación con la Segunda Marquetalia, el grupo de disidentes de la extinta guerrilla de las FARC encabezado por Iván Márquez, en la que será la tercera mesa de diálogos en el marco de la paz total. “Coincidimos en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz”, dice la declaración conjunta que se conoció este viernes. Está firmada por Márquez, a quien se ha dado por muerto en más de una ocasión, y por el comisionado de Paz, Otty Patiño.

Las partes le solicitan a Cuba, Noruega y Venezuela sus buenos oficios para desarrollar el proceso, que se suma a los diálogos en marcha con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el otro gran grupo de disidencias que se apartaron del acuerdo de paz con las extintas FARC, el autoproclamado Estado Mayor Central (EMC), encabezado por Iván Mordisco. De entrada, la Segunda Marquetalia se compromete en el documento, fechado el 1 de febrero, a renunciar al secuestro extorsivo, como ya lo han hecho formalmente tanto el ELN como el EMC. El anuncio se conoce mientras el Consejo de Seguridad de la ONU visita Colombia para refrendar su apoyo a la implementación del acuerdo de 2016, y también a las conversaciones con el ELN y el EMC, que han conseguido avances como sendos ceses el fuego bilaterales.

Las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, desarmadas y convertidas en un partido político rebautizado como Comunes, ya no existen como grupo armado. Más del 90% de los 13.000 excombatientes que firmaron la paz avanzan en su reincorporación a la vida civil. Así lo reconoce incluso Estados Unidos, que cuando retiró a las FARC de su lista de grupos terroristas extranjeros designó en su lugar a las dos principales disidencias de la disuelta guerrilla: el ahora llamado EMC, que reúne a las estructuras que se apartaron de los diálogos de La Habana, y la Segunda Marquetalia, liderada por comandantes que retomaron las armas tras la firma.

El origen de la Segunda Marquetalia se remonta al momento en que Iván Márquez, quien fuera jefe negociador en los diálogos con el Gobierno, anunció en agosto de 2019 que retomaba las armas junto a otros jefes de las antiguas FARC que se habían apartado de sus compromisos con el sistema de justicia transicional. Aunque nunca hubo una desbandada de firmantes de paz, como se temió en un primer momento, el fuego de las disidencias ha estado alimentado por nuevas dinámicas de reclutamiento forzado, a menudo de menores de edad. “El porcentaje de reincidentes y disidentes varía bastante dentro de cada grupo, pero el grueso de los combatientes rasos de estas estructuras son nuevos reclutas”, destaca el análisis de la Fundación Ideas para la Paz.

El encaje de las disidencias en la paz total ha sido desde el primer momento uno de los mayores desafíos de la política bandera del Gobierno de Petro. En plural, pues varias estructuras se apartaron en distintos momentos de los diálogos de La Habana. Es un archipiélago de grupos difíciles de clasificar. Las corrientes de Iván Mordisco y la ahora diezmada Segunda Marquetalia de Iván Márquez se consolidaron como las más notorias, una suerte de grandes sombrillas. Ambas entablaron una guerra a muerte entre sí, en la que fueron cayendo en confusos enfrentamientos –a menudo del otro lado de la frontera con Venezuela– varios líderes, entre ellos Gentil Duarte, que había sido el rostro más visible del Estado Mayor Central, y varios de los lugartenientes de Márquez, como Romaña, El Paisa y Jesús Santrich.

En Colombia persisten siete conflictos armados internos, y cuatro de ellos involucran facciones disidentes de las FARC, de acuerdo con el balance anual del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Mientras el Gobierno ha empaquetado a los Comandos de la Frontera que operan en el departamento del Putumayo como parte de la Segunda Marquetalia, el CICR lo considera hasta ahora un grupo independiente.

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Sobre la firma

Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.

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