¿Es aceptable criticar a los hijos de los políticos? El hostigamiento a la hija menor de Petro genera rechazo en Colombia
Antonella Petro Alcocer, de 15 años, fue testigo de acoso callejero a su madre, la primera dama. Voces de derechas e izquierdas han defendido a la adolescente
Un nuevo video en el que Antonella Petro Alcocer, la hija menor del presidente Gustavo Petro, aparece en un hostigamiento callejero a su familia ha despertado el enojo de su padre, y rechazo en Colombia. En las imágenes, grabadas por la victimaria en un parque de diversiones en Florida (Estados Unidos), se observa como una mujer se acerca y grita a Antonella, de 15 años, y a su madre, Verónica Alcocer, la esposa de Petro. “Oye, ¿qué tal los [Juegos] Panamericanos? Bien, ¿no? Sabroso paseando, quejarse del capitalismo (sic)”, espeta con la cámara enfocada en la primera dama. Alcocer no le presta atención y sigue caminando. Antonella, en cambio, se queda atónita y se lleva la mano al pecho, en actitud de preguntar si le hablan a ella, mientras mira a quien grita. La mujer, que grabó el momento, enseguida le habla directamente: “Contigo no quiero nada (…). A ti no te estoy diciendo nada”.
Este viernes, un día después de que el video se hiciera viral en redes sociales, Petro cuestionó el “silencio” de la Fiscalía, encabezada por su rival político Francisco Barbosa, ante los casos de hostigamiento a su familia. “Son delitos ya repetitivos, sistemáticos. No es un hecho aislado como pudo haberse entendido antes. Es repetitivo el hostigamiento cuando está mi hija en la calle o en cualquier lugar”, dijo en declaraciones a periodistas en la Ciudad del Vaticano, luego de una reunión con el papa Francisco. No aclaró a qué delito se refería.
El incidente tocó al presidente, que llegó a Italia en un viaje dedicado a la paz. El día anterior, también tuiteó sobre el asunto: “Esto pasó con mi hija en un parque en la Florida, EE UU (…). Así la trató una señora colombiana de derechas. No contentos con el acoso que sufrió en el estadio de Barranquilla, continúa la persecución de la ignorancia derechista contra una menor de edad”.
Esto pasó con mi hija en un parque en la Florida, EEUU, al que fué mi hija con su familia. Asi la trató una señora colombiana de derechas. No contentos con el acoso que sufrió en el estadio de Barranquilla, continúa la persecusión de la ignorancia derechista contra una menor de… https://t.co/WnluWGWOUY
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 18, 2024
Petro no está solo en su rechazo. Numerosas voces de todo el espectro político han denunciado el video como un hecho de acoso callejero a una menor de edad. Alexander López Maya, aliado del presidente y senador del Polo Democrático, fue de los primeros repudiarlo. “El odio de algunos sectores de la oposición reaccionaria está sobrepasando los límites al punto de hostigar a la familia del presidente con premisas ridículas y absurdas”, escribió este jueves en X. Paloma Valencia, una senadora de oposición y radical crítica de Petro, también salió a defender a Antonella. “Los niños deben ser cuidados y queridos por toda la sociedad. Y esta consideración debe estar por encima de todo lo demás”, trinó.
El debate llega a la radio
El debate ha entrado en la coyuntura colombiana, y llegó este viernes a las ondas de la emisora Blu Radio. Durante el programa Mañanas Blu, el director Néstor Morales y los panelistas criticaron la actuación de Alcocer durante el incidente, y defendieron a la mujer que le gritó, argumentando que fue respetuosa con Antonella. Para el periodista Felipe Zuleta, el mayor error que se cometió durante el intercambio fue de la primera dama. “Lo que tenía que haber hecho era haber cogido a la mano a Antonella y habérsela llevado con ella”, declaró.
Morales se sumó a las críticas. Dijo que la señora increpó a un “agente político”, en referencia a la madre, y que hizo lo que debía haber hecho: dejar a la menor de edad por fuera. “Era contra Verónica Alcocer y no contra la niña”, concluyeron. Su mensaje es uno que se ha visto con frecuencia en los últimos días en redes sociales: hostigar con palabras a un político es aceptable, pero sin meterse con sus hijos.
No es la primera vez que Antonella termina atrapada en el medio de los señalamientos a sus padres. En noviembre, mientras asistía con su familia, pero sin su papá, al juego de Colombia y Brasil de las eliminatorias al Mundial de 2026 en Barranquilla, un grupo de hinchas sentados cerca a ella empezaron a cantar “¡Fuera, Petro! ¡Fuera, Petro!”. Entre los abucheos, la adolescente salió del estadio visiblemente alterada, con lágrimas en los ojos. Esa misma noche, su padre rechazó el comportamiento de los hinchas. “Mi hija de 15 años tuvo que salir del estadio de Barranquilla. Dirigieron el cántico de la oposición contra ella, una mujer menor de edad. Cobardes”, escribió en X.
La hija mayor del presidente, Andrea Petro Herrán, también ha sido víctima, pese a que vive desde hace años en Francia. En septiembre, denunció que había recibido mensajes intimidatorios por redes sociales en los que la amenazaban de muerte. A petición de su padre, la Fiscalía abrió rápidamente una investigación y citó a interrogatorio a los supuestos responsables, pero nunca acusó a nadie de un delito.
Los niños como arma política
El presidente Petro ha calificado el acoso a sus hijos de “ignorancia derechista”. Sin embargo, es un fenómeno que ha afectado a figuras de diferentes orillas políticas. Paloma Valencia, la senadora uribista que habló en contra del hostigamiento a Antonella, se ha tenido que defender en múltiples ocasiones cuando opositores han nombrado a su hija Amapola en sus críticas de ella. Quizás el caso más emblemático ocurrió en 2017, cuando la niña tenía un año. En una columna, el periodista Daniel Samper Ospina usó el nombre de la hija de Valencia para burlarse de su dura posición contra las drogas. “La doctora Paloma tuvo una hija y le puso Amapola, cosa que casi le critica el doctor Londoño, que es tan duro con todo lo que tenga que ver con drogas”, escribió.
La directora de Semana, Vicky Dávila, también ha hablado en contra del uso de sus hijos para atacarla. En 2020, Daniel Mendoza, el director de la controvertida serie Matarife, publicó en X que el hijo de Dávila, Salomón ―que entonces tenía ocho años―, era parte del clan Gnecco. Dávila recurrió a X para denunciarlo. “El abogado Daniel Mendoza y el señor Gener Usuga expusieron el nombre de mi hijo de solo ocho años como miembro de un clan delincuencial. ¿Dónde están los defensores de derechos humanos? ¿Dónde están los que defienden a los niños? Esto es un delito. Esto pone en peligro a mi hijo”, declaró.
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