Los perdedores de ayer son los favoritos de hoy en Bogotá, Cali y Bucaramanga

La política electoral, como la vida, da revanchas. Al menos en tres de las principales ciudades de Colombia, en las que los candidatos que quedaron segundos hace cuatro años hoy son favoritos para las elecciones regionales del 29 de octubre. Carlos Fernando Galán en Bogotá, Roberto ‘Chontico’ Ortiz en Cali y Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga encabezan las encuestas. Todos llegaron a ocupar en algún momento el escaño en el Concejo local que les concede el Estatuto de oposición, una novedad en los comicios anteriores. Con matices y particularidades de ciudad a ciudad, la baja aprobación de los salientes alcaldes que los derrotaron en 2019 los impulsa.

Los gobernantes actuales han tenido que enfrentar una situación muy difícil con la pandemia y el estallido social, por lo que en general acaban su periodo mal evaluados, con una opinión pública algo decepcionada, apunta el analista Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario. “Hay una tendencia a la alternancia”, que favorece a los segundos de las últimas elecciones, explica. “Esos candidatos que se destacan hoy no necesariamente han jugado un papel de líder de la oposición, a nivel local es limitado lo que puede ofrecer el estatuto para destacar esa figura”, matiza.

“Estamos en un ambiente altamente ‘anti-incumbente’, es decir, todos los gobiernos son impopulares”, sean nacionales o locales, coincide el analista Sergio Guzmán, director de la consultora Colombia Risk Analysis. Recuerda que el propio presidente Gustavo Petro estuvo cuatro años en el Congreso como una plataforma de oposición al Gobierno de Iván Duque antes de llegar al poder.

En mayor o menor medida, los alcaldes de las grandes capitales acusan el desgaste del cargo. Claudia López, la primera alcaldesa de Bogotá elegida en las urnas, se despide con números rojos, aunque en mejor posición que muchos de sus colegas. No deja un heredero claro, ni su partido Alianza Verde tiene candidato propio al que es considerado el segundo cargo de elección popular más importante de Colombia, después del presidente.

Carlos Fernando Galán, que hace cuatro años perdió por muy poco, llegó a presidir el Concejo, pero renunció para lanzarse al Senado el año pasado en la lista del Nuevo Liberalismo. Aunque naufragó en el intento, ese paso en falso no parece haberle costado demasiado. Ha conseguido reagrupar al centro político, es primero en todas las encuestas de intención de voto –por encima de Gustavo Bolívar, el candidato del presidente Petro– y en el caso de una inédita segunda vuelta para la capital, se mantiene como favorito.

López y Galán han tenido desencuentros, pero su relación es respetuosa. “Le reconozco que tuvo un liderazgo muy importante en la pandemia, inclusive a escala nacional”, concedía el candidato, sobre la alcaldesa, en una entrevista con EL PAÍS. “Ha tenido aciertos en algunos aspectos, como la educación. Me gusta mucho el esfuerzo por crear el sistema distrital de cuidado y ese cambio de enfoque en la Secretaría de la Mujer. Creo que ha fallado en el tema de seguridad”, la evaluaba entonces. En campaña, sin embargo, ha sido claro en reivindicar su independencia frente a quien fue su rival.

Cali, considerado el epicentro de las protestas, es otro caso ilustrativo. Jorge Iván Ospina llega al final de su segunda alcaldía como el mandatario más impopular de las grandes capitales, del que todos quieren distanciarse. “Ospina tuvo el reto de una pandemia y un estallido social, como todos los alcaldes del país, pero además en Cali hay un manto de duda frente a la transparencia con la que ejecutó los recursos públicos”, apunta María Alejandra Arboleda, docente y consultora en comunicación política.

La carrera por sucederlo se encamina a un pulso entre dos rostros conocidos, el segundo y el tercero de las últimas elecciones: Roberto ‘Chontico’ Ortiz y Alejandro Eder. Más allá de sus atributos o mensajes, ambos llegan a la contienda con la ventaja del reconocimiento cosechado hace cuatro años y de que representan algo distinto a lo que está en el poder, señala Arboleda. Ortiz, un popular empresario de juegos de azar que va por su tercera candidatura, ha liderado las encuestas desde el primer momento, pero la carrera se apretó desde que Eder consiguió la adhesión de la exconcejal Diana Rojas, que marchaba tercera en los sondeos. El efecto de esa alianza todavía está por medirse.

“Roberto Ortiz ha sabido capitalizar su posición en el Concejo durante estos cuatro años. Se ha mantenido vigente, estuvo trabajando para lograr fidelizar esos apoyos”, explica la politóloga Luciana Manfredi, de la Universidad Icesi. “No ha sido una oposición directa a Ospina, como sí lo han sido Eder y Diana Rojas. Ha ocupado un rol más moderado”, valora.

También en Bucaramanga el alcalde está hundido en la impopularidad debido principalmente a la inseguridad –que se disparó en la pandemia– y algunos escándalos de corrupción. Mientras, el aspirante al que Juan Carlos Cárdenas triplicó en votos en 2019, el pastor cristiano Jaime Andrés Beltrán, cabalga las encuestas. Aunque el candidato del partido cristiano Colombia Justa Libres no fue el concejal más visible mediáticamente desde la oposición, ahora lleva meses criticando a Cárdenas, especialmente en materia de seguridad.

Beltrán ingresó al Concejo en 2012 y desde entonces ocupó un lugar de forma ininterrumpida hasta el pasado julio, cuando renunció para dedicarse de lleno a una campaña en la que ha señalado como su referente al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y ha lanzado mensajes xenófobos frente a los migrantes venezolanos. “Las cifras de disminución en el tema de pandillas y violencia han sido reiterativas y es lo que hoy también los bumangueses esperan por parte de los mandatarios”, le dijo en agosto a este periódico. También él tendrá su postergado ‘repechaje’ electoral.

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