Petro y Maduro acuerdan la búsqueda de los restos de víctimas de los paramilitares en Venezuela

Los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro acordaron este martes la búsqueda de los restos de colombianos desaparecidos a manos de los grupos paramilitares del lado venezolano de la frontera de los dos países. “Vamos a desarrollar toda la labor que podamos con nuestros expertos en identificación de cadáveres”, declaró el presidente de Colombia tras una reunión bilateral con el de Venezuela en el marco de la cumbre de mandatarios sudamericanos de Brasilia.

Cientos de restos de víctimas de las llamadas Autodefensa Unidas de Colombia (AUC) todavía están enterrados en fosas comunes en Venezuela, según aseguró a principios de mes el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso en un mensaje grabado desde una penitenciaría en Estados Unidos en un evento de la Cancillería de Colombia en la población de Juan Frío, en el fronterizo departamento de Norte de Santander. El emotivo acto de reconocimiento y no repetición tuvo lugar en las ruinas de uno de los hornos crematorios en los que los paramilitares desaparecían los cuerpos de sus víctimas en lo más álgido de la guerra, a pocos metros del río Táchira que marca la porosa línea limítrofe entre los dos países.

Mancuso reiteró esa misma semana en una audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional al que ha pedido someterse, que “en Venezuela quedaron por lo menos 200 personas desaparecidas a manos del Bloque Catatumbo”, que él comandó. El antiguo comandante paramilitar aseguró que esto es nuevo y que no lo había informado antes, en otras audiencias judiciales. En ambas ocasiones se ofreció a ir a identificar las fosas en el país vecino.

“Si Mancuso logra detectar las zonas, si efectivamente allí hay cadáveres, pues el Estado venezolano nos ayudaría al regreso de los restos y a la entrega a sus familiares”, declaró Petro luego de reunirse con Maduro. Es el quinto encuentro entre los dos mandatarios en los diez meses que han transcurrido desde la posesión del colombiano, en medio del restablecimiento de las relaciones entre Bogotá y Caracas.

Los habitantes de la frontera han sufrido el conflicto armado con particular intensidad desde que los paramilitares llegaron en septiembre del año 2000 a Juan Frío, donde inauguraron la práctica de quemar cuerpos para desaparecerlos. Las AUC se desmovilizaron entre 2003 y 2006. Luego de acogerse al proceso de Justicia y Paz, Mancuso fue extraditado a Estados Unidos por narcotráfico. Con esa pena cumplida, está a la espera de regresar a Colombia, donde es acusado de coordinar más de un centenar de masacres.

Desde el inicio de su Gobierno, Petro ha puesto a la diplomacia colombiana al servicio de la paz, y en especial a su idea de la paz total, con la que se propone implementar con mayor decisión el acuerdo con las extintas FARC, dialogar con el ELN y adelantar una política de sometimiento para grupos criminales como el Clan del Golfo. La Cancillería, en atención a las recomendaciones de no repetición de la Comisión de la Verdad, ha asumido un compromiso con las víctimas transnacionales.

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