El Partido Liberal ya no apoyará la reforma a la salud

El Partido Liberal ya no apoyará la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro, según ha confirmado la dirección de la colectividad a este periódico. El expresidente de la República y líder de la agrupación, César Gaviria, ha cancelado su participación en una reunión en la Casa de Nariño con el mandatario y los presidentes del Partido Conservador y el Partido de la U para discutir los ajustes al proyecto de ley. Gaviria, que siempre fue el más reticente de los líderes, ha expresado su enojo ante lo que considera una falta de cumplimiento al acuerdo alcanzado hace unas semanas. “Este fin de semana la ministra [de Salud] se encargó de eliminar todas las líneas rojas liberales”, señala la dirección por mensaje de WhatsApp.

Los liberales tienen 13 de los 107 senadores y 35 de los 187 representantes a la Cámara. Junto a los conservadores y al Partido de la U, los otros socios del acuerdo y miembros de la coalición de Gobierno en el Congreso, suman 38 y 75 curules en el Senado y la Cámara de Representantes, respectivamente. Los votos de los tres partidos son esenciales para sacar adelante el proyecto de ley. En su primer debate, en la comisión séptima de la Cámara, el Gobierno necesita 13 de los 21 votos para seguir adelante. Sin los liberales pero con los conservadores y La U, llega justo a esa cifra. Si pierde el apoyo de otro legislador o partido, la reforma a la salud puede hundirse, en lo que sería una gran derrota legislativa para Petro.

El detonante de la ruptura ha sido el borrador que recibieron este lunes por la mañana los líderes de las tres colectividades tradicionales. El Partido Liberal considera que varios de los puntos acordados se retiraron durante el fin de semana y el proyecto volvió a su esencia original. Las entidades promotoras de salud (EPS), empresas público-privadas encargadas de manejar la salud de los colombianos, ya no mantienen las funciones administrativas que retenían tras los diálogos de hace unas semanas. Así lo ha confirmado a los medios el líder del Partido Conservador, Efraín Cepeda, este lunes en la tarde, antes de entrar a la Casa de Nariño: “El equipo de la ministra ha consensuado temas con nuestros equipos técnicos que no están reflejados en el articulado”.

El acuerdo contemplaba que el Estado ya no centralizase la afiliación de personas y la contratación de clínicas, como prevé el texto que el Ejecutivo radicó en febrero. Los usuarios iban a poder elegir libremente quien administraba su salud e iban a tener la opción de optar por las EPS. Mientras, los partidos aceptaban que estas empresas se convirtieran en “gestoras” con funciones administrativas y perdieran el negocio financiero. El Estado asumía directamente la responsabilidad de girar los recursos a las instituciones prestadoras de salud (IPS).

Los conservadores y el Partido de la U fueron los principales promotores del acuerdo. Sus cabezas, Cepeda y la exsenadora Dilian Francisca Toro, dialogaron con el presidente el pasado 13 de marzo en una reunión a la que Gaviria no asistió. Todos los presentes celebraron, incluido los aliados del Ejecutivo. “Tenemos humo blanco. La reforma a la salud coge cada vez más fuerza de manera concertada”, declaró el presidente de la Cámara de Representantes, David Racero.

El expresidente Gaviria presentó un trabajo a principios de febrero en el que pide fortalecer el sistema actual, en vez de arrasarlo. El texto cuestiona el proyecto original por promover un “aparato burocrático de línea política y no técnica” y critica que no permita a los usuarios elegir sus centros de salud. El exmandatario todavía no ha dado declaraciones tras bajarse del acuerdo, pero en el partido afirman que el nuevo borrador revierte varios de los cambios acordados.

Uno de los principales puntos de debate es si la reforma debe ser tramitada como ley estatutaria, que tiene mayores exigencias en las mayorías y los plazos para aprobar el proyecto. Los partidos argumentaban que no podía tramitarse como ley ordinaria porque se alteraba el derecho fundamental a la salud, en especial por la restricción de la libre elección de los usuarios. Ahora, el Partido Liberal considera que esto vuelve a ser un problema con la nueva versión del texto. “Es inconstitucional”, enfatiza la dirección.

El futuro de la reforma todavía es incierto. El Partido Conservador y el Partido de la U han preferido mantener la cautela: han asistido a la reunión con el presidente y tienen expectativas de recomponer el texto que habían acordado. Asimismo, todavía no se conoce el impacto de la decisión de la dirección liberal en los congresistas del partido. Varios de ellos son más cercanos al Gobierno que al expresidente Gaviria.

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